Los Bravos son dueños de la temporada regular, los Filis están construidos para octubre. ¿El resultado? Fuegos artificiales.
PHILADELPHIA -- En los últimos dos años, Philadelphia Phillies vs. Atlanta Braves se ha transformado en una de las mejores rivalidades del béisbol, en la línea de New York Yankees vs. Boston Red Sox, San Francisco Giants vs Los Angeles Dodgers o St. Louis Cardinals vs. Chicago Cubs.
Lo que aún no ha tenido es un momento emblemático. Eso cambió el miércoles por la noche en Filadelfia, en la segunda edición de lo que podría ser una recurrente Serie Divisional de la Liga Nacional.
Después de que se corrió la voz de los comentarios posteriores al juego del campocorto de los Bravos, Orlando Arcia, riéndose de la estrella de los Phillies, Bryce Harper, por hacer el último out del Juego 2 en Atlanta, su serie se reanudó en el Citizens Bank Park para el Juego 3. Harper respondió a los comentarios con dos jonrones largos, mirando a Arcia mientras recorría las bases en ambas ocasiones y avivando las llamas del enfrentamiento más candente de esta postemporada.
Con el poder de las estrellas en ambos lados, dos bases de fanáticos apasionados que brindan fondos estridentes, e incluso las mascotas entrando en la mezcla, no hay escasez de entretenimiento, incluso antes de mezclar el potencial para el material del tablero de anuncios.
"Obviamente son un equipo duro", dijo el abridor de los Filis, Aaron Nola, quien capturó la victoria en el Juego 3. "Ganaron la división seis años seguidos. Y es genial enfrentarlos nuevamente en la SDLN por segundo año consecutivo. Solo tenemos dos clubes realmente buenos enfrentados entre sí.
"Siento que queremos enfrentar una competencia realmente buena. Quiero decir, todos tenemos una buena competencia en esta época del año, pero los Bravos son excepcionalmente buenos, y lo sabemos. Siento que usualmente jugamos bastante bien contra ellos, y siempre es una serie divertida."
Si hemos aprendido algo al ver a estos dos equipos enfrentarse cara a cara durante dos postemporadas consecutivas, es que esta rivalidad mejora aún más con cada nuevo enfrentamiento. Comenzó el año pasado, cuando los Filis, que ganaron 87 victorias, vencieron 3-1 a los Bravos, que ganaron 101, en una serie divisional que fue noticia por el bate de Rhys Hoskins luego de un jonrón crucial de tres carreras en el Juego 3. Este año, se intensificó con una remontada épica en el Juego 2, con una atrapada de Michael Harris II que salvó el juego y que llevó a que Harper fuera puesto out en la inicial para completar una doble matanza (y preparó los comentarios de Arcia después del juego). El miércoles por la noche, fue el turno de los Filis de hacer una declaración, cuando los batazos de Harper (y las posteriores miradas fijas a Arcia) mostraron la creciente animosidad.
Cuando se le preguntó después del Juego 2 cómo calificaría la rivalidad en una escala del uno al 10, el mánager de los Filis, Rob Thomson, no permitió que quedarse sin el emocionante final apagara su entusiasmo.
"Hoy es 10", respondió con una sonrisa.
Y no parece probable que caiga en el corto plazo, especialmente si seguimos teniendo este tipo de enfrentamientos de postemporada. En los últimos dos años, los Bravos han demostrado que son dueños de la temporada regular, pero los Filis están preparados para octubre, y claramente no tienen intención de dar marcha atrás en la postemporada, sin importar cuántos juegos detrás de Atlanta terminen en la clasificación de la división Este de la Liga Nacional.
"Eso sucede con dos buenos equipos en la misma división", dijo el receptor de los Filis, Garrett Stubbs. "Lo viste con la serie Dodgers-Padres el año pasado. Me di cuenta de eso. Los Ángeles siempre fue el hermano mayor, pero ahora que San Diego es un buen equipo, tienen una rivalidad. En Filadelfia, tenemos eso con Atlanta".
No importa cómo termine esta edición (los Filis esperan cerrar las cosas en el Juego 4 esta noche), ambos equipos están construidos para seguir agregando capítulos a esta rivalidad en los años venideros. Harper, Trea Turner, Nick Castellanos, Alec Bohm y Bryson Stott se encuentran entre los jugadores que seguirán en los Filis al menos hasta 2026, y en los casos de Harper y Turner, mucho más tiempo, mientras que los Bravos tienen más talento encerrado que cualquier equipo de béisbol, incluidos Ronald Acuña Jr., Harris, Matt Olson y Spencer Strider hasta al menos 2027.
"Miren a los muchachos que ellos han firmado a largo plazo y a los muchachos que nosotros hemos firmado a largo plazo", dijo el relevista de los Bravos, Brad Hand. "Se enfrentarán mucho durante los próximos 5 o 6 años. Se verán mucho".
Hand ha visto ambos lados de la rivalidad, jugando para los Filis la temporada pasada antes de unirse a los Bravos en un intercambio de verano este año. Admite que, aunque la rivalidad está creciendo en general, se agrega otro elemento cuando se traslada al entorno único del Citizens Bank Park, donde los Filis recibieron a los Bravos con una paliza de 10-2 en el Juego 3.
"Es un lugar divertido para jugar en la postemporada", dijo Hand. "Los fanáticos están justo encima de ti en el bullpen. Tratan de sacarte de juego mentalmente. Es simplemente Filadelfia. Así es la gente aquí".
Acuña Jr. estuvo de acuerdo y agregó que la intensidad en Filadelfia lo ha obligado a mejorar su juego. "Me gusta", dijo. "Es un lugar divertido para jugar. Siento que realmente puedo concentrarme allí. Siento que los fanáticos están realmente comprometidos e interesados, y siento que me abuchean cada vez que entro, pero siento que eso ayuda. Me ayuda a concentrarme más".
Varios jugadores comentaron que, a pesar de jugar en entornos hostiles durante la época de mayor presión del año, la rivalidad se ha construido a partir del respeto mutuo (aunque la creciente disputa entre Arcia y Harper podría cambiar eso).
Luego de volver a enfrentar en esta serie divisional al equipo del cual proviene, el jardinero de Filadelfia Cristian Pache se mostró sorprendido por la cálida recepción que recibió en Atlanta y calificó de "muy divertido" jugar contra su antiguo equipo.
"Fue muy inesperado ver la cantidad de amor que me mostraron en Atlanta [en los Juegos 1 y 2]", dijo Pache a través de su intérprete. "Fue muy especial. Aunque no hice mucho por ellos. En Filadelfia, es increíble cuánta energía aportan al juego. Crean un ambiente muy hostil para el oponente. Es una atmósfera increíble para todos".
Ya sea que la serie termine en el espectacular Citizens Bank Park o regrese al Truist Park en Atlanta, esta fue la serie que todos rodearon de cara a la postemporada, y ha cumplido, con dos potencias intercambiando golpes en la próxima gran rivalidad del béisbol. O, como dijo Hand:
"Dos pesos pesados yéndose a la guerra".