Por primera vez desde que dejase al conjunto neoyorquino, el lanzador dominicano dio su versión de los hechos sobre el incidente en el que supuestamente causó daños en el vestidor de la escuadra.
La relación de Domingo Germán con New York Yankees fue una que tuvo puntos altos, así como puntos sumamente bajos. Mientras que el pasado año, Germán se convirtió en el vigesimocuarto lanzador en tirar un juego perfecto en la historia de MLB, también fue la segunda ocasión en que un incidente fuera del terreno de juego le costó su temporada.
En agosto de 2023, las alarmas se encendieron cuando los Yankees anunciaron que el serpentinero dominicano había ingresado de forma voluntaria en un programa para lidiar con problemas de alcoholismo, tras un incidente en el que Germán causó destrozos en el clubhouse del equipo, mientras actuaba de manera errática, como si estuviese “bajo los efectos del alcohol”, según los reportes en ese momento.
Ahora, siendo miembro de Pittsburgh Pirates y buscando una oportunidad de regresar a Grandes Ligas, Germán habló por primera vez de aquel incidente y lo llamó “un día oscuro” en su vida.
“No tomé nada ese día. Tuve algunos tragos la noche anterior, pero no estaba incoherente (al día siguiente). Sabía exactamente lo que estaba haciendo el día del juego. Fue un día oscuro para mí. No pude controlar mi temperamento”, inició explicando Germán a Randy Miller de NJ.com.
"Bebo cuando quiero, pero no tengo ningún problema. Puedo pasar uno o dos meses sin beber", agregó el dominicano.
De acuerdo con Miller, Germán explicó que la situación que llevó al episodio inició el día anterior, cuando el dominicano tenía una salida programada y fue removido, dándole paso a Jhony Brito para iniciar el encuentro, en el que Germán tuvo que aparecer en rol de relevo durante cinco entradas. Sin embargo, para hacerle espacio a Brito, los Yankees bajaron a Ron Marinaccio y tras el encuentro, Germán tenía música puesta y algunos de sus compañeros lo llamaron “irrespetuoso” dada la situación del lanzador que había sido bajado a Triple A.
“Fue una situación realmente estúpida. Nadie me dijo que no estaba lanzando (la noche anterior). No fui informado. No tuvo nada que ver con (Ron) Marinaccio. Me siento mal porque no trato así a mis compañeros. No le falto el respeto a nadie. Por eso me enojé. Pensé que me estaban faltando el respeto, que me estaban pintando bajo esa luz”, aclaró Germán. Marinaccio declaró que no tiene ningún problema con el quisqueyano y que este no tiene por qué pedirle disculpas.
La gran pregunta aquí es por qué, si Germán dice no tener problemas con el alcohol, decidió internarse en un centro especializado para adicciones. La respuesta de Germán fue simple: en caso de no hacerlo, perdería dinero de su contrato.
“Fui porque los Yankees no me iban a pagar. Me dijeron que estaría allí por un mes. Mi esposa y mi familia me animaron a ir. Me recordaron que necesitaba el dinero. Mi familia me dijo ‘Vas a salir de aquí sintiéndote mejor y vas a ahorrar tu salario’”, sentenció Germán, quien además explicó que de no haber ido al centro de rehabilitación, los Yankees le habrían retenido US$870,000 restantes de su contrato de US$2.6 millones.