Tim Lincecum comenzó su carrera en Grandes Ligas con los Gigantes de San Francisco el 6 de mayo de 2007, que coincidió con el 76ºcumpleaños de Willie Mays. Luego de una lesión importante en la cadera, logró reiniciar su carrera el seis de mayo de este año (el 85º cumpleaños de Mays), cuando lanzó en una práctica para cazatalentos en Arizona para ver cuál equipo le hacía una oferta.
"Se siente bien el solamente estar de vuelta en el montículo, pero estaba nervioso porque era algo que no había hecho hace algún tiempo", dijo Lincecum la semana pasada luego de lanzar para el equipo Triple A de los Angelinos, los Salt Lake City Bees, en su primer juego desde junio de 2005. "Fue un escenario un tanto diferente, pero todo salió bien y lo pude manejar bien".
Luego que un "puñado de equipos" expresara interés, Lincecum firmó un acuerdo con los Angelinos de Los Angeles en lo que él cataloga como una decisión fácil. "Yo quiero ser abridor y quiero mantener establecido ese rol", dijo. "Muchos otros equipos no me vieron de esa forma, así que no tuve dudas. Y además yo soy un chico de la Costa Oeste".
Definitivamente lo es. Lincecum creció un suburbia de Seattle, lanzó para la Universidad de Washington y se convirtió en una leyenda en San Francisco, comenzando con su debut en Grandes Ligas, cuando recibió tres ovaciones de pie de parte de la concurrencia local a pesar de permitir cinco carreras en menos de cinco entradas.
Sin embargo, los fanáticos tuvieron buenas razones para sentirse emocionados. El año siguiente, Lincecum ganó el Cy Young con record de 18-5, efectividad de 2.62 y 265 ponches, líder en la liga. Ganó su segundo Cy Young la temporada siguiente en el 2009. Llevó a los Gigantes a su primer campeonato de Serie Mundial en San Francisco el año después de ese, al ponchar 14 bateadores en una blanqueada en la Serie Divisional de la Liga Nacional ante Filadelfia y luego ganar el primer y último partido de la serie Mundial. Les ayudó a ganar dos títulos más de Serie Mundial y lanzó dos partidos sin hits.
Sin embargo, su carrera comenzó a decaer en 2012, cuando tuvo marca de 10-15 y efectividad de 5.18. Su velocidad comenzó a declinar desde las altas 90 mph a las medianas 80 mph, y su efectividad se mantuvo por encima de las 4.00 cada año. Aunque tuvo algunos periodos de éxito, una cirugía de cadera en septiembre pasado acabó con su carrera de nueve temporadas con los Gigantes.
Luego de tantas temporadas, cortó sus lazos con San Francisco -- "Siempre será la ciudad sobre la que yo gravite" - y el recuperarse de su cirugía de cadera "me puso un poco en un limbo", dijo Lincecum. Si pasó por el camerino de los Gigantes en los entrenamientos primaverales para ver a sus ex compañeros.
"Fue algo duro porque estuve en Arizona por nueve meses, durante todos los entrenamientos primaverales y antes de eso", dijo sobre su regreso. "Fue duro porque estaban ocurriendo todos esos partidos y uno lo que desea es estar allá afuera con tus compañeros. Fue algo con lo que no estaba familiarizado, pero mantuve mi enfoque al mantenerme ocupado".
Cuando finalmente entró al montículo el pasado jueves, Lincecum no portaba su acostumbrado No. 55 sino el No. 24 (el número de Mays). Permitió tres carreras con tres hits y tres boletos en cinco entradas ante los Tacoma Rainiers, pero iba mejorando significativamente a medida que progresaba el juego, terminando con cinco ponches.
"Pienso que él lanzó bien la pelota", dijo Bud Black, asistente especial del gerente de los Angelinos. "Se notó que estaba un poco mohoso en las primeras entradas pero lució bien físicamente. La lesión de la cadera no pareció ser un problema y el movimiento de su brazo lució igual que siempre. Estaba lanzando en las 90 mph y sus lanzamientos secundarios lucieron bien. Solo necesita tener más estámina".
Luego que Lincecum lance su próximo juego el martes, Black dijo que el equipo evaluará su labor y dónde está el equipo grande antes de decidir si es tiempo de subirlo.
Lincecum está decidido a que eso ocurra pronto. A pesar de sus dos Cy Young, sus tres anillos de Serie Mundial, casi $100 millones en ganancias, y su 32º cumpleaños el 15 de junio, dice que el retirarse del béisbol nunca ha estado bajo consideración.
"Yo realmente no quiero que se acabe", dijo. "Pienso que uno todavía tiene un picor por el juego y cuando tienes una oportunidad como esta, y una puerta abierta con los Angelinos, y con el doctor mejorando mi cadera como hasta ahora, eso no te deja más que otra opción que seguir. Sería un desperdicio. ...
"Quiero salir allá afuera y ayudar a mi equipo a ganar cada día. Eso es algo obvio, estándar. Pero en cuanto a la meta en general, es difícil decir. Yo no sé qué esperar ahora mismo. Me estoy reinvetnando ahora mismo. Sí, tengo una cadera nueva, pero tampoco tengo 23 años. Se trata de aprender a lanzar, desde otro ángulo y perspectiva en el juego, teniendo la experiencia que ya tengo. Pero además el tener una nueva oportunidad".