A lo largo de cuatro juegos de la temporada, los lanzadores de los Medias Rojas de Boston están sufriendo uno de los peores arranques para un cuerpo de lanzadores en la memoria reciente.
Apenas cinco meses después de ganar la Serie Mundial, los Medias Rojas perdieron tres de cuatro ante los Marineros de Seattle, mientras permitían 34 carreras --empata la mayor cantidad de un equipo en los primeros cuatro juegos en los últimos 10 años.
Los Medias Rojas también han permitido 11 jonrones en lo que va de la temporada, empatando la marca del equipo de 2011 al mismo lapso del año en las últimas 100 temporadas de la franquicia. El año pasado, los lanzadores de los Medias Rojas no permitieron su décimo jonrón de la temporada hasta el 19 de abril, en su 18vo juego del año.
Los abridores de los Medias Rojas tienen una efectividad de 13.20, lo peor para cualquier rotación de abridores a través de cuatro juegos en las últimas 10 temporadas.
El Día Inaugural, los Marineros atacaron a Chris Sale, el as de los Medias Rojas, con siete carreras, el máximo que ha permitido en un juego desde agosto de 2017, en solo tres entradas en el camino a una victoria de 12-4.
Aunque los Medias Rojas pudieron venir de atrás para ganar el juego del viernes, el héroe de postemporada Nathan Eovaldi también fue inefectivo, al permitir tres jonrones --la misma cantidad que aceptó en su total de 54 entradas lanzadas el año pasado en la temporada regular con Boston.
El sábado, los Marineros también atacaron a Eduardo Rodríguez con seis carreras en 4 1/3 entradas. Y en la derrota del domingo por 10-8, el abridor de Boston, Rick Porcello, no pudo salir de la tercera entrada luego de permitir nueve carreras, aunque solo cuatro de ellas fueron limpias.
En todo el 2018, los abridores de los Medias Rojas tuvieron solo 12 juegos en los cuales entregaron al menos cinco carreras limpias en menos de cinco entradas completas.