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Jeff Passan | ESPN 5y

Anticipo de la agencia libre: 20 preguntas sobre 2019-20

El último partido de la temporada regular 2019 está escasamente a un mes de distancia. La Serie Mundial comenzará tres semanas después. Terminará lo suficientemente temprano para que los peloteros puedan declararse agentes libres en octubre. Y así daremos inicio a otro invierno beisbolero, que en este caso durará hasta bien entrada la primavera, al igual que los últimos dos.

La temporada baja en el Béisbol de Grandes Ligas no muestra síntomas de cambio, al menos según lo expresaron más de una docena de ejecutivos y agentes sondeados por ESPN con el fin de pronosticar lo que nos deparará la próxima temporada baja. Debemos acostumbrarnos a que la estufa caliente parecerá haberse quedado sin gas y un ritmo de acción en la agencia libre similar a un partido Yankees-Boston, según afirmaron.

Esta es la nueva normalidad, la consecuencia de un contrato colectivo que finalmente ha alcanzado la mitad de su periodo de vigencia y cuyas consecuencias, de forma indiscutible, han hecho que la balanza se incline a favor de los equipos. Este desequilibrio matiza todo el panorama económico del béisbol. Existen pocos incentivos para que los equipos actúen rápido en el mercado de agentes libres. La degradación del mercado para los jugadores de mayor edad está prácticamente imbuida en el código del mercado. Tenemos una tormenta perfecta de inercia.

Quizás toda la acción reprimida en los encuentros invernales de Las Vegas el año pasado termine desatándose en la versión de este año, a celebrarse en San Diego, para así ayudar a dar vida a uno de los periodos que debería encontrarse entre los más emocionantes del año en el mundo de las Grandes Ligas. No obstante, según creen ejecutivos y agentes, es más probable que terminemos viendo más de lo mismo.

Entonces, ¿cómo será la temporada baja, exactamente? Decidimos jugar una pequeña partida de 20 preguntas, al estilo del béisbol, que cubren los agentes libres más importantes, canjes potenciales, posibilidades de extensiones contractuales y otros temas que tentativamente serán motivo de encendido debate.

¿Quién será el mejor agente libre del invierno?

El derecho de los Houston Astros Gerrit Cole. Se trata de la encarnación de todo lo que desean los equipos de un abridor de primera línea. Es joven (cumplirá 29 años el próximo mes). Duradero, pero no se exceden en su uso (mantiene ritmo para alcanzar su tercera temporada consecutiva con al menos 200 innings lanzados, pero suma hasta ahora 1,146 1/3 entradas de por vida). Libre de lesiones (no existen cicatrices de una cirugía Tommy John en su codo). Material para ser as de la rotación (especialmente su recta a 97 millas por hora y su tremendo slider a 89 mph). Desempeño digno de un as (efectividad de 2.75, la mejor de la Liga Americana, con 238 ponches y 40 boletos en 163 2/3 innings).

Los equipos que quieren los servicios de Cole entienden que ganará por encima de $200 millones en la temporada baja. La pregunta es cuánto más. El récord de un contrato para un abridor lo constituyen los $217 millones de David Price. El récord por año para un pitcher lo tiene Zack Greinke con $34.4 millones (o para aquellos pedantes que toman en cuenta el dinero diferido en el pacto de Greinke, tenemos los $33 millones de Justin Verlander).

Ver a Cole buscar un pacto por siete años con el valor promedio anual obtenido por Greinke no quedaría fuera de lo posible, menos si tomamos en cuenta que los Astros, New York Yankees, Philadelphia Phillies, Los Angeles Angels, Chicago White Sox, St. Louis Cardinals, Chicago Cubs, San Francisco Giants y Atlanta Braves están todos en posición perfecta y motivados para explorar la idea de incorporar a Cole en sus filas.

Muy bien: ¿Quién será el mejor pelotero de posición entre los agentes libres este invierno?

El tercera base de los Washington Nationals Anthony Rendón. Se encuentra en medio de su mejor temporada, lo cual es mucho decir, porque durante los dos años previos, Rendón se encontraba entre los dos o tres mejores antesalistas de la liga. La campaña que ha tenido va a toda velocidad: línea ofensiva de .329/.407/.617, su guante típicamente excelente (y subestimado), su corrido de bases siempre estelar. La mejor forma de describir a Rendón es la siguiente: Él es realmente, realmente, realmente bueno jugando béisbol.

Y siendo alguien que cuenta con todos esos atributos y se hará agente libre a los 29 años, él se hará realmente, realmente, realmente rico. Al igual que Cole, su mínimo será de $200 millones. La meta será tentativamente mucho mayor: se ubicará en un rango similar a la extensión por ocho años y $260 millones pactada por su colega tercera base Nolan Arenado con los Colorado Rockies en la pasada primavera.

¿Saben quién representa a Cole y a Rendón?

Y a Hyun-Jin Ryu. Y a Stephen Strasburg. Y a J.D. Martínez. Y a Marcell Ozuna. Y a Nicholas Castellanos. Y a Dallas Keuchel. Y a Mike Moustakas. Acostúmbrense a escuchar el nombre de Scott Boras una y otra vez. Su omnipresencia se hará aún mayor durante este invierno, debido a que su agencia será la apoderada de dos de los mejores peloteros en esta camada de agentes libres, aparte de una letanía de nombres que esperan ser bien remunerados.

Asimismo, Boras es conocido por su evidente preferencia a permitir que los agentes libres se mantengan desempleados hasta bien entrado el invierno. Ese fue el caso de Bryce Harper el año pasado. Así lo ha hecho en múltiples ocasiones con anterioridad, que han redundado tanto en éxito como en fracaso. No hay razones de peso que hagan creer que no lo hará de nuevo y menos después de haberse mantenido fiel a su estrategia, a pesar del claro cambio de tendencia en el mercado.

¿Cuáles otras noticias importantes darán qué hablar?

El manager de los Chicago Cubs Joe Maddon comenzó la temporada en la silla caliente y el equipo ha hecho poco para convencer a quienes siguen el béisbol que esta organización lo traerá de vuelta para la próxima temporada. Obviamente la excepción sería si los Cubs ganan la Serie Mundial, lo cual parece ser una posibilidad demasiado remota a estas alturas. La estabilidad a largo plazo de Mickey Callaway como manager de los New York Mets sigue siendo una interrogante abierta. Los San Francisco Giants también buscarán a un nuevo manager, después del retiro de Bruce Bochy. La anticipada venta de los Kansas City Royals podría traer cambios. Los Pittsburgh Pirates podrían hacerse un refrescamiento. Los resultados inferiores a los esperados producto de una nómina récord para un club, como es la realidad vivida por los Colorado Rockies esta temporada, no ayuda mucho a pensar en seguridad laboral a largo plazo.

Ah: una cantidad de ejecutivos dentro de la pelota mayor aspiran ver nombres monstruosos inmersos en negociaciones de cambios.

Espera. ¿Dijiste nombres monstruosos?

¿Acaso los nombres de Mookie Betts, Francisco Lindor y Kris Bryant no son suficientemente monstruosos?

¿De verdad?

Claro. Ahora bien, esto no significa que la totalidad de esos tres nombres (o alguno de los tres) será cambiado con toda certeza. No obstante, entre sus planes de preparación para el invierno, los ejecutivos de equipos rivales tienen contemplado que los Boston Red Sox, Cleveland Indians y Chicago Cubs están dispuestos, en lo mínimo, a escuchar ofertas por sus estrellas. Esto no es nada nuevo para esas tres organizaciones. Han sido exitosas, en parte porque no tienen vacas sagradas, porque analizan todos los trayectos posibles que conduzcan al triunfo, porque desechar una idea de inmediato es la antítesis de los equipos que se enorgullecen de contar con curiosidad y creatividad.

Escuchar ofertas por los tres tiene todo el sentido del mundo. En el caso de los Red Sox, esta es la opción más clara sin vuelta atrás. Bettis será agente libre después de la temporada 2020. No ha mostrado deseos de darle a los Red Sox un descuento por ser su equipo actual, como bien es su derecho. Los Red Sox se encuentran en una situación complicada en lo financiero, habiendo comprometido aproximadamente $80 millones entre Chris Sale, David Price y Nathan Eovaldi. Su sistema de ligas menores es de mala calidad. Betts, con un solo golpe a la mesa, podría reabastecer al sistema de granjas de Boston. Obviamente que Boston estaría canjeando a una estrella criada en sus filas, algo que ningún equipo desea hacer.

Y eso es lo que hace que un cambio por Lindor sea menos probable. El campocorto boricua no será agente libre hasta después de la temporada 2021, lo cual significa que los Indians mantienen control sobre sus derechos deportivos por dos años más. El beneficio de negociarlo durante el invierno sería el precio por pagar durante dos temporadas completas, mucho más fuerte que un año de Betts. Cleveland también cuenta con un historial de poner a rodar en el mercado los nombres de algunos de sus mejores peloteros, incluyendo a los abridores Corey Kluber, Trevor Bauer, Carlos Carrasco y Shane Bieber para medir su valor. Bauer fue negociado en la fecha límite de cambios de este año, faltando año y medio para que éste pudiera declararse agente libre. Los Indians podrían escuchar ofertas, pero es difícil imaginarlos cambiando a Lindor antes de ver su desempeño en 2020, incluso si tienen la certeza de que no podrán renovar con él.

Bryant es el comodín en todo esto. Una sensación común dentro de la organización de los Cubs es que existe la necesidad de dar un sacudón grande. Quizás la partida de Maddon sea el elemento que los lleve a ese remezón. Algunos piensan que esa sensación se extiende a los peloteros. Y siendo Javier Báez una apuesta razonable para quedarse en Chicago (tema que ampliaremos posteriormente), además del hecho que Bryant es cliente de Boras y eso lo hace más dado a probar las aguas del mercado de agentes libres, los Cubs podrían verle como una combinación de los factores que rodean a Betts y Lindor: una estrella con dos años de control por parte de su organización, presto a esperar a la agencia libre, pero que podría ser capaz de enriquecer un sistema de granjas en desesperada necesidad de ayuda, después de varios años en los cuales se negociaron sus piezas más valiosas.

En el mundo del béisbol, es frecuente que las negociaciones sobre cambios no avancen más allá de la mera charla. Cuando terminan trascendiendo a los medios de comunicación (el equipo X ha conversado con el equipo Y con respecto al pelotero Z), frecuentemente son exageradas por personas que no conocen bien la situación. Por eso, hacemos la siguiente advertencia: Se producirán conversaciones que girarán en torno a peloteros de alto renombre este año, porque los equipos inteligentes empiezan a analizar todas sus opciones. Eso no significa que estos jugadores terminen mudándose a alguna parte. Pero las conversaciones pueden generar ofertas y cuando surgen dichas ofertas dentro de una discusión, sabemos que debemos comenzar a tomarlas más en serio.

Volviendo a la agencia libre: ¿cómo se ve el mercado para Madison Bumgarner?

Debería ser sumamente bueno para él. La situación más comparable a la de Bumgarner es la vivida por Jon Lester, debido a una cantidad de factores. Ambos son pitchers zurdos. Ambos tienen rectas que se ubicaban en un máximo cercano a las 95 millas por hora, pero que se mantienen constantemente en registros menores. Ambos han sido increíblemente duraderos, fueron piezas increíblemente productivas en momentos "clutch" en la postemporada e increíblemente consistente en todos los aspectos, desde sus puntos de liberación hasta su desempeño. El ERA+ de por vida de Lester (estadística que lo compara al resto de la liga, tomando en cuenta los estadios y en la cual, cada cifra superior a 100 es mejor que el promedio) es de 121. El ERA+ de Bumgarner es de 121.

Bumgarner, quien acaba de cumplir 30 años, es un poco más de un año menor a cuando Lester recibió de los Cubs un contrato por seis años y $155 millones. Vale la pena mencionar que Lester acababa de tener el mejor año de su carrera, mientras que el resurgir de Bumgarner con los Giants (manteniendo ritmo para sumar más de 200 innings, con promedios de ponches y boletos superiores al nivel de su carrera) ha pasado por debajo de la mesa.

Considerando que Bumgarner ha estado lanzando en Grandes Ligas desde que tenía 19 años, el temor al desgaste entre los equipos que consideran invertir en él es fundamentado. Existen otros pitchers que serán agentes libres: brazos de primera línea, los diestros Zack Wheeler y Jake Odorizzi, los zurdos Cole Hamels, Dallas Keuchel y Wade Miley. Sin embargo, Bumgarner es Bumgarner y la apuesta será en ver qué tan capaz será de repetir un pasado que fue sumamente positivo para él.

¿Terminará Strasburg rescindiendo los cuatro años y $100 millones del resto de su contrato?

Ooooh. Esta es una buena pregunta.

Por qué rescindir: su material sigue siendo electrizante. Los equipos adeptos al análisis estadístico creen que él cuenta con mucho más: que serán capaces de conseguir que Strasburg alcance su verdadera grandeza, similar a lo hecho por Houston con Cole y Verlander. En una era de pitchers caracterizados por durar cinco innings antes de dejar la loma, Strasburg casi siempre es capaz de mantener su nivel durante cinco innings y con frecuencia, por mucho más tiempo.

Por qué no rescindir: Tiene 31 años. Lanzó más de 183 episodios en una de sus nueve temporadas en las Mayores. Se apresta a cumplir el noveno año desde que se sometiera a una reconstrucción de su codo, algo que los médicos consideran da una vida limitada a un lanzador.

El instinto nos dice que Strasburg rescindirá o, quizás sea más probable que los Nationals, percibiendo esa sensación y ante el deseo de no perderlo, sumen unos años más a su contrato actual e invaliden la cláusula de recisión potestativa del pelotero que entraría en vigor después de la temporada 2020.

¿Qué hay de J.D. Martínez?

A Martínez le quedan $62.5 millones por tres años si no rescinde su actual contrato. También podría rescindir después de la temporada 2020 de quedarse en Boston este invierno. Tomando en cuenta la edad de Martínez (32 años) y su posición (bateador designado), nuestro instinto se inclina por no rescindir. Por otro lado, el encendido agosto de Martínez ha llevado su línea ofensiva de la presente temporada a alcanzar .313/.387/.571. Solo hay otros seis peloteros en las Mayores con mejor OPS. ¿Y acaso un pelotero con semejante producción no puede ganar más de $62,5 millones garantizados?

¿Y de Aroldis Chapman?

La creencia dentro del mundo del béisbol es que, tal como lo informara Ken Rosenthal el mes pasado, Chapman tiene buenas posibilidades como agente libre. Lo cual tiene todo el sentido del mundo. Incluso con una ligera disminución de velocidad, Chapman, quien cumplirá 32 años en febrero próximo, ganaría aproximadamente $30 millones durante los dos últimos años de su contracto actual. Y si Craig Kimbrel es capaz, a pesar de haber leído mal al mercado y haber esperado unos meses, de garantizarse $43 millones; entonces Chapman, después de otra temporada como cerrador dominante con los Yankees, podría fácilmente hacerse con una cifra superior a los $30 millones.

¿Quién mejoró sus posibilidades más que nadie en 2019?

El tercera base de los Braves Josh Donaldson. Él y su agente Dan Lozano asumieron un riesgo firme a la hora de acordar un pacto por un año y $23 millones y aspirar que las cosas salieran bien. Y ahora, parecen haber tomado una decisión brillante. Es cierto que Donaldson cumplirá 34 años en diciembre. Pero, tal como ha jugado este año (ligando para .260/.374/.529 con 32 jonrones), tiene pleno derecho a buscar un contrato multianual mucho más lucrativo en comparación a lo que está ganando esta temporada. Su bate, su guante, su ética de trabajo: Donaldson es muy similar al último pelotero que se encontró en una situación muy similar: Adrián Beltré.

¿Quiénes recibirán ofertas calificadas?

Nombres fijos para recibir ofertas calificadas... para después rechazarlas: Cole, Rendón, Bumgarner, Strasburg, Martínez, Chapman, Donaldson, Ozuna. Con la excepción de Cole y Rendón, el tema saldrá a relucir durante las negociaciones.

Peloteros que posiblemente las recibirán: Wheeler, Hamels, Odorizzi, el relevista de los Giants Will Smith y el campocorto de los Yankees Didi Gregorius. Si Wheeler se mantiene sano, la recibirá y rechazará. Hamels podría aceptarla por parte de los Cubs. Odorizzi, quien tiene 29 años, casi con toda certeza se hará agente libre. Smith, quien ha ganado menos de $12 millones durante su carrera, podría recibir aproximadamente $18 millones si decide aceptarla. Y los Yankees podrían tener precaución ante la posibilidad de que Gregorius acepte y, considerando las implicaciones que esto podría tener con respecto al impuesto al lujo, terminen sin ofrecerla.

Sin posibilidades: Ryu, Moustakas, Keuchel y Yasmani Grandal, quien ya la recibió; y Castellanos y Yasiel Puig, quienes fueron objeto de cambios.

¿Quién podría tener problemas para conseguir una lucrativa remuneración?

A pesar de no contar con una oferta calificada que le contenga, Puig es en muchos aspectos una señal de alerta ambulante para el ejecutivo moderno. Éstos intentan evitar los bajos porcentajes de embasado. El corrido de bases y la defensiva importan y Puig es considerado un pelotero por debajo del promedio en ambos aspectos. Su edad (cumplirá 29 años en diciembre) le ahorra otro aspecto perjudicial; pero la idea de que Puig conseguirá un jugoso contrato este invierno no es tan válida en este momento. Quizás un excelente mes de septiembre o una postemporada de ensueño cambien esa situación, pero hoy en día, Puig parece tener más posibilidades de conseguir un contrato por un año.

¿Qué significa la implosión del pitcheo de relevo para todo el deporte?

Difícil de decir. Por un lado, el pitcheo de relevo es tan terrible en 2019 que los buenos son como regalos del cielo. Entonces, la oportunidad de obtener, por ejemplo, a un Chapman o un Smith o Will Harris, todos los cuales han sido excelentes esta temporada, suena gloriosa. Pero entonces, por supuesto, es una verdad irrefutable que los relevistas son notoriamente volátiles. Tan volátiles, de hecho, que la posibilidad de que Chapman o Smith o Harris exploten en 2020 no es del todo irrazonable. Lo que provoca el enigma y un posible estancamiento en el mercado de relevos. Los jugadores que se desempeñaron bien querrán recibir un pago por desempeñarse bien. Los equipos, conscientes de cuán caprichosos son los relevistas, no quieren duplicarse en darles ofertas de varios años. Este abismo no es nada nuevo. Este invierno puede ser uno en el que no se pueda puentear.

¿Cuál es el mejor argumento a favor del gasto de los equipos este invierno?

El siguiente invierno. La clase de 2020-21 se ve bastante brutal. Lo bueno: Betts, el receptor de Philadelphia, J.T. Realmuto, el campocorto de Oakland, Marcus Semien, el jardinero de Houston, George Springer, el jugador de cuadro de los Yankees DJ LeMahieu y el campocorto de los Angels, Andrelton Simmons. La clase de los lanzadores está dirigida por el derecho de Cincinnati, Trevor Bauer, el zurdo James Paxton y el derecho Masahiro Tanaka, de los Yankees, el derecho de los Mets, Marcus Stroman, y un trío de zurdos: Mike Minor, Robbie Ray y Jose Quintana. Las opciones de relevo son como una tienda de segunda mano.

También existe la realidad de que varias de las docenas mencionadas anteriormente firmarán extensiones de contrato antes de llegar a la agencia libre, neutralizando aún más la clase.

Entonces, sobre esas extensiones: ¿Serán tantas como el invierno pasado?

Probablemente no miles de millones de dólares como el año pasado. Pero a medida que se acerca el final del acuerdo de negociación colectiva y los jugadores jóvenes y viejos intentan digerir la idea de un posible paro laboral, su cálculo puede cambiar. Fuentes sindicales han reconocido que la amenaza de una huelga o cierre forzoso probablemente empujó a varios jugadores a extensiones la última temporada baja y reconocen que lo mismo puede suceder nuevamente este invierno.

¿Vas a mencionar nombres, Passan, o simplemente bailar al ritmo de las cosas buenas?

Para un inquisidor incorpóreo, eres terriblemente exigente.

Comencemos con el campocorto de los Cubs, Javier Baez. Ha habido un impulso en el pasado mantener a Báez, de 26 años, con un uniforme de los Cubs en sus 30 años. Con Báez a dos años de la agencia libre, es el tipo de trato que tiene mucho sentido.

Con alrededor de $110 millones comprometidos con la nómina de sueldos la próxima temporada, sin aumentos de arbitraje masivos y algunos posibles no licitantes, los Phillies tienen todas las razones para buscar un acuerdo a largo plazo con Realmuto. Tiene 28 años. Es un líder. Es un bateador muy por encima del promedio e incluso mejor receptor defensivo. Se merece una extensión de nueve cifras.

Puede que sea hora de que los Yankees hagan lo que parece inevitable durante años: asegurar al jardinero Aaron Judge. Es elegible para arbitraje por primera vez esta temporada y en línea para un aumento masivo. Trabajando a favor del equipo: Judge no se verá afectado por la agencia libre hasta después de la temporada 2022, cuando tendría 30 años.

Los Yankees también podrían buscar una extensión con Gleyber Torres, quien, si Gregorius se va, es su heredero de campo corto. Torres, de 22 años, no llegará a la agencia libre por otras cinco temporadas, por lo que una extensión podría ser preventiva, o podría acercarse a $100 millones para él y ahorrar decenas de millones para el equipo. También en ese campamento: el antesalista de los Red Sox, Rafael Devers, que tiene la edad de Torres pero que debe llegar a la agencia libre justo después de cumplir 27 años.

Otros nombres a tener en cuenta: Trea Turner, Yoan Moncada, Willson Contreras, Lucas Giolito, Shane Bieber, Mike Soroka, Luis Castillo, Matthew Boyd, Jack Flaherty, Dakota Hudson y Brandon Woodruff, entre muchos otros.

Bueno, ¿quién no se irá por extensión?

Siempre es inteligente comenzar con Boras. La extensión de seis años y $120 millones en marzo para Xander Bogaerts con Boston fue la excepción, no la regla. Entre los clientes jóvenes y talentosos de Boras: el jardinero de los Dodgers Cody Bellinger, el jardinero de los Nationals Juan Soto, el jardinero de los Rangers Joey Gallo, el primera base de los Phillies Rhys Hoskins, el jardinero de los Mets Michael Conforto, el primera base de los Pirates Josh Bell, el campocorto de los Dodgers Corey Seager y el lanzador de los Padres Chris Paddack.
Otros: Probablemente sea demasiado temprano para Fernando Tatis Jr. y Vladimir Guerrero Jr. Los Mets podrían tratar de amarrar a Pete Alonso pero tal vez quieran ver otro año. (Aunque Jeff McNeil es una posibilidad interesante). Es difícil ver a Walker Buehler aceptar el tipo de acuerdos por debajo del mercado que son la norma para los lanzadores, especialmente con lo que Cole está a punto de conseguir. Y en cuanto a cualquiera de la clase de 2021-22 ...

Sí, ¿qué pasa con la clase de 2021-22?

Si ve una gran sonrisa en un gerente general en algún momento durante los próximos dos años, es justo preguntarse si está pensando en la clase de agente libre de 2021-22. Si bien es una tontería tratar de proyectar una clase de agente libre con más de dos años de anticipación, los nombres son lo suficientemente excitantes como para decirlos en voz alta mientras todavía son una posibilidad.

Solo los Cubs tienen a Báez, Bryant y Anthony Rizzo en acuerdos que vencen ese invierno. El contrato de Freddie Freeman con Atlanta ha terminado. También lo son Conforto, Tommy Pham y Byron Buxton. La lista de lanzadores es célebre: más sabios de lo que uno quisiera, pero aún así tienen su nombre: Verlander, Kluber, Max Scherzer, Clayton Kershaw, Zack Greinke y el valor joven Noah Syndergaard.
Sin embargo, son los campos cortos los que hacen que 2021-22 sea especial: Báez, Lindor, Seager, Carlos Correa y Trevor Story, todos elegibles para la agencia libre en el mismo año. Es un grupo de talento sin precedentes para un puesto. Y si tres o cuatro o de alguna manera los cinco alcanzan la agencia libre juntos, es el tipo de invierno que podría causar cambios tectónicos en el deporte.
¿Por qué estamos hablando dos años en el futuro cuando hay jugadores que pueden ser cambiados en esta temporada baja?
Porque sabemos que el inquisidor incorpóreo nos llevará de regreso exactamente a donde necesitamos estar. Más allá de Betts, Lindor y Bryant, hay varios rezagados de la fecha límite de cambio de 2019 que podrían mudarse en el invierno:

- Abridores: Ray (muchas razones para hacerlo mientras Arizona reconstruye sobre la marcha) y Minor (menos probable pero aún así razonablemente)

- Relevistas: Edwin Díaz (los Mets quieren rescatar algo), Kirby Yates (los Padres pueden vender alto), Ian Kennedy (mientras los Royals cambian al modo de acumulación de prospectos), Alex Colome, Mychal Givens

- Jugadores del cuadro: Whit Merrifield (ibid. Royals), Luis Urias (mientras los Padres intentan conseguir un primer abridor), Dee Gordon (mientras los Marineros reducen su nómina)

Algunos nombres individuales dignos de mención:

- Kluber: los Indios tienen una opción de $17.5 millones con una compra de $1 millón. Es un acertijo interesante. El escenario menos probable es que compren Kluber. Incluso después de un año malo, lo que equivale a un contrato de un año con otra opción de club para 2021 es casi imposible de rechazar. Sin embargo, una vez que esté bajo contrato, Kluber podría convertirse en un chip comercial muy interesante. No es tan interesante como lo sería en un año fuerte, pero lo suficiente para que los indios consideren seriamente tratarlo.

- Syndergaard: si sigue lanzando como lo ha hecho en la segunda mitad - 54⅓ entradas, un jonrón, 12 bases por bolas, 55 ponches, 1.82 ERA - tendrá una cantidad inmensa en el mercado de cambio. Este es el Thor que los Mets habían estado esperando, uno tan bueno que podría haberse salido del mercado.

- Felipe Vázquez: los Piratas necesitan talento, y ya sea una reconstrucción sobre la marcha, una rotura parcial o una reconstrucción completa, cambiar a Vázquez es un buen primer paso cuando la división puede ser un objetivo poco realista para el primeros años de su contrato, cuando está en su punto más valioso. Nadie dio un paso adelante en la fecha límite de cambios este año con una oferta a satisfacción de los Piratas. Quizás este invierno sea diferente, al menos en una forma.

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