WEST PALM BEACH -- Finalmente, y sin muchas opciones para evitarlo, los jugadores de los Houston Astros mostraron remordimiento y admitieron su culpabilidad en el esquema de robo de señales que provocó la salida del equipo del gerente general Jeff Luhnow y el mánager AJ Hinch.
De paso, las principales estrellas de Houston cambiaron un poco la narrativa que, por alguna razón, trata de convencer al mundo de que los puertorriqueños Alex Cora y Carlos Beltrán, coach de la banca y bateador designado, respectivamente, fueron las mentes maestras del diabólico plan que ayudó a los Astros a ganar, en la temporada del 2017, el único campeonato de la franquicia.
En la apertura oficial de sus entrenamientos primaverales en West Palm Beach, el jueves, el propietario Jim Crane, el nuevo mánager Dusty Baker y los jugadores José Altuve y Alex Bregman participaron en una concurrida conferencia de prensa, durante la que Crane admitió que su equipo "quebró las reglas", pero insistió en que no creía que eso hubiera incidido en la victoria del conjunto sobre los Los Angeles Dodgers en el clásico de otoño del 2017.
Más importante que lo que se dijo en la rueda de prensa, fue lo que conversaron posteriormente Altuve, Bregman y otros de sus compañeros con los periodistas en el camerino del lujoso complejo que Houston comparte con los Washington Nationals.
"Es lamentable lo que ocurrió en el 2017", dijo el toletero cubano Yuli Gurriel, quien ha estado con los Astros desde el 2016. "De verdad queremos pedir disculpas a todos los jugadores, a la organización, a la ciudad de Houston, a los fanáticos. Somos seres humanos y tenemos el derecho a cometer errores, pero también a rectificar y por eso es que hoy estamos dando la cara y pidiendo disculpas por lo que pasó".
"Siento remordimiento por lo que todo esto está causando al béisbol y a nuestra organización", indicó el venezolano Altuve.
"Lamento mucho las elecciones que hizo mi equipo, la organización y yo. Aprendí de esto y espero recuperar la confianza de los fanáticos del béisbol", comentó Bregman.
El 13 de enero, el comisionado de Grandes Ligas (MLB), Rob Manfred, disciplinó a los Astros después de descubrir que el equipo rompió las reglas al usar dispositivos electrónicos para robar señas a sus rivales durante las temporadas del 2017 y 2018.
Los Astros fueron multados con $5 millones de dólares, el máximo permitido bajo la regla de la MLB, y perdieron sus selecciones de primera y segunda ronda en los dos próximos sorteos colegiales, mientras que Luhnow y Hinch fueron expulsados del béisbol por una temporada. Posteriormente, los Astros despidieron a los dos ejecutivos.
En un documento de 4,734 palabras para anunciar las sanciones y los resultados de una investigación que duró cerca de dos meses, Manfred señaló a Cora como el creador del sistema tramposo de los Astros y a Beltrán como el responsable de inventar un método para transmitir las señales decodificadas a los bateadores en tiempo real.
Después del anuncio del comisionado, Cora y Beltrán se pusieron de acuerdo con los Boston Red Sox y New York Mets para abandonar sus puestos de dirigentes. Cora y los Red Sox están siendo investigados actualmente por la MLB.
La MLB decidió lanzar una investigación después que el lanzador Mike Fiers dijera al portal The Athletic que los Astros habían violado las reglas del béisbol en el 2017. Fiers, quien pertenece a los Oakland Athletics desde hace tres años, fue miembro de los Astros del 2015 al 2017.
Durante la investigación, MLB acordó dar inmunidad a los peloteros activos de los Astros, para lograr que testificaran abiertamente, pero también para evitarse problemas con la Asociación de Peloteros de Grandes Ligas (MLBPA).
En su reporte, Manfred restó culpabilidad a la oficina de operaciones de béisbol que dirigía Luhnow y hasta al mánager Hinch de lo que pasó, al tiempo que dejó al retirado Beltrán y a Cora como los chivos expiatorios. The Athletic incluso reportó que algunos jugadores y que incluso el mánager Hinch se sintieron impotentes al tratar de detener a Beltrán.
Sin embargo, el pasado fin de semana, The Wall Street Journal reveló que el departamento de Luhnow sentó las bases para las maniobras electrónicas de robo de señales del equipo a través de un programa denominado "Codebreaker", que fue presentado por un pasante interno en la organización en septiembre de 2016, dos meses antes de que Cora fuera contratado como coach de banca y tres meses antes de que Beltrán firmara como agente libre.
"Eso es falso. Beltrán no intimidó a nadie. Carlos es el mejor compañero que se puede tener", subrayó el torpedero puertorriqueño Carlos Correa.
"Obviamente era un líder en el camerino, pero todos teníamos algo que decir sobre todo lo que estábamos haciendo allí. Lo que él dijo y lo que sea que estábamos haciendo, tuvimos la oportunidad de detenerlo, como equipo. Todos", agregó Correa.
"Fue un asunto del grupo. Nadie obligó a nadie. Lo hicimos en grupo, todos somos culpables. Nadie está exento, todos somos culpables y asumimos la responsabilidad", apuntó Gurriel.
"Aquí nadie le puso una pistola a uno en la cabeza para que hiciera las cosas. Nadie obligó a nadie. Todos estuvimos de acuerdo en hacerlo. Todos somos culpables, no tenemos que echar la culpa a nadie, ni que uno fue el responsable, ni nada de eso. Todos somos culpables y por eso lo lamentamos mucho", agregó el cubano.
"No estoy de acuerdo con eso", dijo Altuve sobre la percepción de que Beltrán y Cora son los mayores responsables por lo que pasó.
"No voy a hablar del reporte del comisionado o lo que se ha escrito, sino de lo que pienso: Carlos en el camerino fue un líder increíble. Y no solamente para mí. He escuchado a muchos otros jugadores hablar de lo maravilloso que era Carlos como líder", acotó el seis veces Todos Estrellas y Jugador Más Valioso de la Liga Americana en el 2017.
"Quiero meter a Alex en este paquete. Lo que hicimos, lo que pasó, pasó como grupo. No quiero señalar a nadie. Carlos nunca fue un mal compañero, nunca se aprovechó de su status de 20 años de carrera que debería ser del Salón de la Fama, para pasar por encima de nosotros. Es lo que tengo que decir", dijo Altuve.
Ahora que los Astros finalmente enfrentaron el escrutinio de la prensa, queda pendiente el tipo de trato que recibirán en los próximos meses, especialmente cuando jueguen fuera de su casa. También, el universo de las ligas mayores está pendiente al resultado de la investigación que MLB realiza a los Red Sox, porque dependiendo de los resultados será el nivel de sanción que recibirá Cora.
"Quisiera que nada de esto haya ocurrido, pero ocurrió. Ahora lo que queda es hacer lo mejor para para enmendar nuestros errores, dejar este capítulo en el pasado y seguir adelante", concluyó Altuve.