Partido apretado, bases llenas, bateador en conteo de 3-2, un lanzamiento rompiente y... abanica. De inmediato, y antes de que la argolla adorne la pizarra, el pitcher grita, gesticula, se pega con su diestra en el centro del pecho...
Cabizbajo y meditabundo, el bateador se retira. No dice nada... apenas esboza una mueca de desaprobación por su fallo.
Entradas más tarde, el mismo bateador entra al cajón y en su primer swing pierde el agarre del bate. El madero aterriza en la pantorrilla del lanzador que minutos antes había exteriorizado todas sus emociones. El golpe lo saca del juego. Va directo al hospital.
En la conferencia de prensa postpartido, los medios preguntan sobre el incidente y el bateador responde: 'Nada, no pasó nada. Simplemente perdí -y subraya con su voz esta parte- intencionalmente el agarre para pegarle. Se lo merecía. Me irrespetó cuando me ponchó con las bases llenas. Esos gritos y gesticulaciones que las haga en el parque infantil. Tenía que pagar por eso. Tiene que aprender a respetar las reglas no escritas'.
No te asustes, este fragmento es pura ficción. Los lanzadores son los que suelen golpear a propósito a los bateadores como represalia por quedarse admirando un batazo, realizar un bat flip o cualquier acción que consideren viola las reglas no escritas del béisbol.
Pero este relato fantaseoso podría convertirse en realidad el día que un jugador se harte de las reglas no escritas y las readapte a su conveniencia para tomar venganza. Ese día MLB, gústele o no, tendrá que tomar cartas en el asunto. Y probablemente será el principio del fin de tanta irracionalidad.
La sabermetría, la introducción en el reglamento de la prohibición de colisiones en el plato y en segunda base, la repetición instantánea y los tres bateadores por lanzador son señales de que el béisbol ha evolucionado como juego. Desafortunadamente, sus principales actores, los peloteros y entrenadores, continúan aferrados a códigos de conducta arcaicos, de principios y mediados del siglo XX.
¡Hello! Ya estamos en la tercera década del siglo XXI.
Par de semanas atrás, Fernando Tatis Jr, de los San Diego Padres, sufrió el escarnio de varios de sus colegas por violar una de las sacrosantas reglas no escritas. El incidente, y la popularidad creciente del pelotero dominicano que es fuerte candidato al premio de Jugador Más Valioso de la Liga Nacional, han puesto por enésima vez el tema sobre la mesa de debate.
Sigo creyendo absurdo que bajo la "amenaza" del crecimiento y la popularidad entre los jóvenes de la NBA y la NFL, MLB y compañía se den el lujo de contener la espontaneidad de los peloteros, sobre todo los más jóvenes.
Observando las críticas a Tatis Jr., que provocaron que saliera a pedir disculpas, noto que la campaña de MLB: 'Let the kids play' (Dejen que los chicos jueguen), no surtió el efecto deseado. Los dinosaurios (los de cuerpo y los de pensamiento) se niegan a insertarse en la modernidad.
Tatis Jr. no es la única estrella que se ha metido en líos por romper las reglas no escritas o tomar represalias contra los infractores. Seleccioné cinco historias, de una larga lista en la que aparecen figuras tan representativas como Bob Gibson, Nolan Ryan, Curt Schilling y Manny Machado, para que entiendas cuánta violencia e insensatez puede provocar violar las absurdas reglas no escritas del béisbol.
Bat flip de José Bautista y el recto de Odor
El Juego 5 --y decisivo-- de la Serie Divisional de la Liga Americana en 2015 iba empatado a tres, en la parte baja de la séptima entrada, cuando Bautista enganchó una recta a 97 mph de Sam Dyson y la depositó en las gradas del jardín izquierdo del Rogers Centre. La emoción del momento provocó el que probablemente sea el Bat flip más famoso de la historia de MLB.
Aquel día los Rangers se marcharon de Toronto con la derrota y la eliminación. Pero no olvidaron la acción del toletero dominicano.
En 2016, en un partido de temporada regular, Rougned Odor, el camarero de Texas tomó la venganza por su mano. Un deslizamiento tardío de Bautista en la intermedia habría sido la causa de la pelea, aunque es vox populi que simplemente fue la respuesta al irreverente Bat Flip.
"Don't hit me" Giancarlo Stanton vs. Mike Fiers
Que un bateador goce a propósito y abiertamente una conexión es una rareza. Stanton violó más de una regla no escrita del béisbol. Lo curioso es que nadie se atrevió a requerir al pelotero de 6 pies y 6 pulgadas (1.98 metros) y 244 libras de puro músculo. Puedo apostar que ese dato anatómico revela el por qué de la resignación de Fiers y los Detroit Tigers.
La historia de Stanton y Fiers ya tenía pasado. En septiembre de 2014, Fiers había golpeado con un envío el rostro del toletero, que perdió el resto de la temporada y necesitó de una reconstrucción facial. Luego, en junio de 2018, ambos volvieron a verse y Fiers golpeó nuevamente a Stanton (en el codo), que naturalmente se enojó muchísimo.
En el siguiente turno al bate, Stanton mandó a volar un rompimiento de Fiers y así empezó la seguidilla de violaciones a las reglas no escritas: 1. Se quedó mirando al pitcher después del batazo; 2. Hizo un bat flip; 3. Le dio la vuelta al cuadro lentamente y 4. Señaló a Fiers al cruzar por el plato.
Cuando le preguntaron postpartido dijo: "Él y yo tenemos un pasado. Solo, no me golpees".
"OK. No lo sabía", Michael Jordan
Durante su corta estancia en el béisbol profesional, la leyenda del básquetbol también cometió el pecado de violar las "Sagradas Escrituras" de comportamiento.
Fue a finales de abril de 1994, apenas llevaba tres semanas en su nueva profesión y jugaba para los Birminghan Barons, sucursal de los Chicago White Sox. En un partido contra Chattanooga Lookouts, que Birminghan ganaba 11-0 a la altura de la octava entrada, Jordan pega doble. Dado el descuido del pitcher por lo abierto del marcador, MJ se roba la tercera base.
La dimensión del infractor en el contexto deportivo estadounidense evitó una confrontación. El entonces coach de tercera, Terry Francona, se disculpó con los Lookouts y les aseguró que enseñaría a MJ sobre el tema.
Así lo hizo y Jordan respondió: "Ok. No lo sabía". Pero luego replicó: "En la NBA si estamos arriba por 30 puntos, tratamos de estar por 40".
La primera vez de José
Casi siempre las primeras veces son inolvidables. Y el primer jonrón en las Mayores del desafortunadamente desaparecido pitcher José Fernández hirió la sensibilidad de Chris Jonhson y los Atlanta Braves.
El debutante de 21 años no podía creer que su conexión a Mike Minor en su último turno de la temporada sobrepasaría la barda del jardín izquierdo del Marlins Park. Se quedó inmóvil en el plato y tras unos segundos comenzó a trotar.
"Di los primeros dos pasos y rápidamente pensé ¿Qué estoy haciendo? Tengo que correr. Ya no estoy en la preparatoria y tengo que respetar más el juego. Cometí un error y voy a aprender de ello", dijo entonces Fernández.
Tras cruzar el home el receptor Brian McCan le dijo en tono conciliador "no puedes hacer eso, vas a lastimar a alguien haciendo esas cosas". Sin embargo, la histeria del antesalista de los Braves, Chris Johnson, provocó que se exaltaran más los ánimos y se formara un seria discusión entre varios de los integrantes de los equipos que habían vaciado las bancas.
'Estoy cansado', A-Rod
La predilección de Alex Rodríguez por cortar camino no es secreta. Lo hizo con los esteroides y contra los Oakland Athletics el 22 de abril de 2010, cuando en el sexto capítulo cruzó por encima del montículo del lanzador Dallas Braden.
A-Rod estaba cortando camino a la inicial después de correr hasta la tercera base tras una conexión de Robinson Canó que terminó siendo foul.
Aquella "afrenta" provocó un reacción histérica de Branden al terminar la entrada y posteriormente una guerra de declaraciones (bastante extensa, por cierto) en la que el pitcher de Oaakland acusó a A-Rod de violar una regla no escrita del béisbol, mientras el antesalista Yankee aseguraba que aquello no había sido gran cosa y que lo había hecho simplemente porque "estaba cansado".
Como dirían los estadounidenses... A-Rod being A-Rod.