La falta de atención por parte de Grandes Ligas la ha colocado en una encrucijada debido al uso de sustancias para mejorar el agarre de los lanzadores durante uno de los peores años ofensivos de la historia reciente
MLB se encuentra en el centro de una nueva tormenta que desde hace años se estuvo gestando por años debajo de las narices de todos, pero ha dejado sentir sus efectos durante una de las temporadas ofensivas más pobres en la “Era Moderna” del béisbol profesional de los Estados Unidos. La discusión sobre el uso por parte de lanzadores de sustancias para mejorar el agarre se encuentra nueva vez bajo los reflectores.
Algunos bateadores, como es el caso del antesalista de Minnesota Twins, Josh Donaldson, han criticado fuertemente a los jugadores que se dedican a esta práctica, tildándolos como tramposos e incluso llegando al punto de decir que hará público un catálogo de lanzadores que alegadamente usan diversos tipos de sustancias que no están permitidas, mientras que ha atacado directamente a Gerrit Cole de New York Yankees por el hecho.
Otros jugadores, como Pete Alonso de New York Mets, no tienen problema en que los lanzadores puedan utilizar algo más que las bolsas con una resina permitida por MLB e indicando que todo se conjuga de manera muy conveniente para afectar el valor de mercado de algunos agentes libres, refiriéndose al cambio de pelota que fue anunciado por Grandes Ligas hace unos meses.
El estelar dominicano de Washington Nationals, Juan Soto, compartió su parecer al respecto durante una entrevista con el periodista dominicano Yancen Pujols, indicando que no tenía problema alguno con el uso de sustancias para mejorar los agarres de la pelota.
“Ellos (los lanzadores) tienen que usar sus cosas porque después te dan un bolazo en la cabeza porque se les resbaló la pelota de la mano. Mejor que se pongan su asunto (sustancia para mejorar el agarre) y que tiren la bola por el cuadrito (zona de strike)”, fueron las palabras del joven dominicano al ser cuestionado al respecto.
Para nadie es un secreto que por años los lanzadores han buscado la forma de obtener ventajas sobre los bateadores, lo cual incluye el uso de sustancias para mejorar el agarre, a pesar de que la mayoría no está permitida. Lo que se busca es aumentar el número de revoluciones de la pelota (afectando el giro de la misma), lo cual produce más abanicados o contactos débiles que las defensas puedan manejar. La liga lo sabe, los jugadores lo saben, los entrenadores y fanáticos también lo saben. Sin embargo, la pasividad de MLB, hasta que esto se convirtió en un verdadero problema, es lo que ha empeorado las cosas.
Este año tenemos un ritmo alarmante de bateadores golpeados por pelotas, pero al mismo tiempo, se ha elevado considerablemente la cantidad de ponches y disminuido el total de jonrones en comparación a otras temporadas. La frustración de los bateadores al ver que MLB no hace nada frente a lo que según las reglas de la liga es trampa, se encuentra en niveles alarmantes, lo cual es natural frente a la baja ofensiva del 2021.
MLB anunció que suspenderá por 10 partidos a todo el que atrapen utilizando sustancias foráneas, pero esto es solo un parche a un mal generalizado que no resolverá la “pegajosa situación” en que la liga se ha metido. Toca a la liga dejar de hacerse de la vista gorda y llegar a un consenso entre lanzadores y bateadores sobre qué se puede usar y que no, es una discusión necesaria que no puede limitarse a quienes no están en el terreno de juego día a tras día.