LOS ÁNGELES -- Dodgers de Los Ángeles libraron la eliminación y ahora tienen que jugarse su temporada en un partido; un séptimo juego de Serie Mundial.
Los Dodgers derrotaron 3-1 a los Astros de Houston en el Juego 6, gracias a su pitcheo, un béisbol jugado de manera limpia y con la motivación de una buena mayoría de los 54,128 personas que pagaron boleto impulsando de principio a fin.
''Ahora tenemos que ir a completar el trabajo'', dijo el jardinero de los Dodgers Joc Pederson, quien conectó cuadrangular en el séptimo inning que significó la sobrevivencia rumbo a un último juego de la temporada. ''Nunca dude que íbamos a ganar este partido. Estamos jugando juntos y con las emociones hasta el tope''.
Los Dodgers pueden agradecer a su abridor, Rich Hill, quien en cuatro entradas y un tercios sólo cometió un pecado, que el fue jonrón de George Springer para la única carrera de los Dodgers. Tal vez la mayor sorpresa fue que de nueva cuenta el manager Dave Roberts sacó a Hill, cuando parecía que estaba en ritmo, aunque con la casa llena.
Brian McCann conectó sencillo; siguió Marwin González con doblete. A partir de ahí, Hill logró ponches consecutivos a Josh Reddick y al lanzador de Houston, Justin Verlander, antes de dar base intencional a Springers y que entrara Roberts para el cambio de pitcher.
''Rich lanzó la bola realmente bien y compitió con Verlander pitcheada a pitcheada'', dijo Roberts. ''Sólo pensé que en ese punto y con Verlander en la loma, esa entrada podría significar el partido. Así que metí al muchacho en el que hemos confiado toda la temporada''.
Roberts metió a Brandon Morrow, el relevista que par de días antes apenas lanzó seis veces, en las que permitió cuatro carreras y ni siquiera pudo sacar un out.
Esta vez, fue muy diferente, Morrow sacó el out, en su sexta aparición en igual número de juegos de la serie. Siguieron los relevistas Tony Watson, Kenta Maeda y Kenley Jansen, que lucieron como ese escuadrón dominante de la postemporada, hasta antes de llegar al Clásico de Otoño. Sólo permitieron dos imparables entre todos; ninguna carrera.
''El día libre les ayudó mucho'', consideró Roberts. ''Cada muchacho en el equipo quiere la bola. Para eso viven, así que no estoy sorprendido de la manera que respondieron''.
El cerrador Jansen, quien había recibido carrera en tres partidos consecutivos por vez primera desde el 2015, incluida la del descalabro en Houston el domingo, entró para realizar salvamento de seis outs.
''Me sentí bien'', dijo Jansen. ''Nunca dude que podía. Aquí ya no había más que entrar y tratar de ganar o todo terminaba. Mis pitcheos estaban llegando al lugar adecuado. Ese día libre hizo una gran diferencia''.
Jansen, como todos los jugadores en el clubhouse de los Dodgers, aseguraron que este miércoles también estarán disponibles por si se requiere su presencia para tratar de ganar el primer campeonato para los Dodgers en 29 años.
''Creo que ni siquiera me ha llegado bien'', dijo Pederson en referencia a jugar un séptimo y definitivo partido de Serie Mundial. ''Pero claro que es lo que sueñas desde niño. Creo que será grandioso. Pero todos tenemos que recordar que sólo se trata de un partido de béisbol y tenemos que calmarnos''.
''Tenemos que venir a jugar de la misma manera que hemos jugado todo el año y que nos trajo hasta aquí con 104 triunfos en la temporada regular y otros 11 en postemporada'', agregó.