Con Marco Verde serán 14 preseas que dé el pugilismo a México en Juegos Olímpicos, pero de los 13 restantes sólo uno pudo ser campeón del mundo en el boxeo profesional.
Catorce pugilistas mexicanos, ahora que Marco Verde ha avanzado a la final de 71 kilos en Paris 2024, han ganado medalla en Juegos Olímpicos en la historia, pero solamente uno de ellos logró ser campeón mundial como profesional, y ese fue Alfonso Zamora.
Aunque hubo otros que sin ser medallistas brillaron ampliamente en el cuadrilátero profesional como Raúl ‘Ratón’ Macías (1952), Vicente Saldívar (1960), Gilberto Román (1980), Daniel Zaragoza (1980), Miguel Ángel González (1988), Abner Mares (2004), Alfredo Angulo (2004) y Oscar Valdez (2008 y 2012), ninguno de ellos pudo colgarse una medalla, eso sólo lo consiguió Poncho Zamora, nacido en la Ciudad de México en 1954.
Pero, ¿cómo ha sido la historia de los medallistas olímpicos mexicanos después de regresar con el añorado metal?
La historia empezó en 1932, cuando en Los Ángeles, Francisco Cabañas obtuvo la presea de plata en peso Mosca. Por muchos años se creyó que había sido la primera medalla olímpica para México, hasta que se descubrió que el equipo de Polo de 1900 había sido el pionero.
Cabañas sólo hizo dos peleas como profesional con una foja de 1-1.
En Berlín 1936 cayó un bronce de la mano de Fidel Ortiz en Peso Gallo, quien fue un gran boxeador amateur, pero que nunca quiso llegar al profesionalismo. Disputó como amateur 272 combates en 19 años y se dice que sólo perdió 6 veces. ‘Filedón’ fue entrenador y juez de boxeo olímpico.
Luego pasaron 28 años sin medallas hasta que llegó la de Juan Fabila Mendoza en Tokio 1964, fue una plata también en Peso Gallo. El capitalino no hizo huesos viejos en el boxeo de paga y sólo amasó una marca de 6-2-1.
En 1968 fueron cuatro los medallistas que aportó el boxeo en la justa en casa: Ricardo Delgado (oro en Peso Mosca), Antonio Roldán (oro en Peso Pluma), Agustín Zaragoza (bronce en Peso Gallo) y Joaquín Rocha (bronce en Peso Completo).
Delgado incursionó en el profesionalismo brevemente con 14 victorias, 12 derrotas y 5 empates; Roldán tampoco duró mucho con 5-3-1; Zaragoza, hermano del campeón mundial, Daniel Zaragoza, nunca fue profesional y fue entrenador, mientras que Rocha fue a los Panamericanos de 1971 y luego no fue mandado a Munich 1972 y ahí terminó su carrera.
En 1972, el joven Alfonso Zamora se cubría de gloria y de plata en el peso Gallo de los Juegos de Munich. Poncho llegaría a ser monarca mundial de peso Galla de la AMB y su combate más importante fue cuando enfrentó al también mexicano Carlos Zárate en la pelea de las ‘Zetas’, que causó gran revuelo porque eran dos campeones aztecas que unificarían los cinturones gallos de AMB y CMB.
Ese 23 de abril, en el Foro de Inglewood, salió vencedor Zárate, cuando desde la esquina su padre y entrenador aventó la toalla en el cuarto asalto, lo que desató una bronca en pleno ring entre Alfonso Sr. y Arturo ‘Cuyo’ Hernández, manejador de Zárate.
La carrera de Alfonso Zamora fue corta, pero deslumbrante: 38 combates con 33 victorias, 32 de ellas por nocaut y 5 derrotas.
Al choque con Zárate llegó invicto en 29 peleas en las que había dado cuenta de nombres como Hong Soo-Hwan, a quien le arrebató el cinturón gallo AMB, Eusebio Pedroza, Sócrates Batoto y Thanomchit Sukhothai.
Hizo cinco defensas exitosas, pero luego de la derrota con Zárate cayó cuatro veces más en ocho oportunidades y colgó los guantes en 1980.
En 1976, Juan Paredes fue bronce en peso Pluma. Su carrera profesional fue de casi 11 años, donde su foja fue de 23-11 y una vez disputó el título nacional Pluma y cayó frente a Marcos Villasana.
En 1984, Héctor López, nacido en México pero criado en California, se colgó la plata en peso Gallo e inició una prometedora carrera profesional que nunca pudo coronar con un cinturón de campeón del mundo.
Su récord de 41-7-1 incluyó tres peleas de título mundial en las que perdió, primero con Miguel Ángel González en peso Ligero, luego con Sammy Fuentes en Superligero y, finalmente contra Randall Bailey también 140 libras.
Entre lo más destacado que vivió en el boxeo profesional fue un triunfo sobre Juan Laporte y una apretada derrota por decisión ante el muy joven, Kostya Tszyu.
En el peso Mosca de Seúl 1988, el poblano Mario González consiguió el bronce, luego se tomó una tacita de café en el profesionalismo con marca de 2-2 como peso Pluma.
Cristian Bejarano revivió el boxeo olímpico mexicano que llevaba 12 años dormido con un bronce en Sydney 2000 en la categoría de peso Ligero.
El chihuahuense se hizo pro un año después y combatió 15 veces contra peleadores poco conocidos. Ganó un título norteamericano del CMB y se retiró.
Otro chihuahuense, Misael Rodríguez, había sido el más reciente medallista mexicano en Juegos Olímpicos, al ganar bronce en Río 2016 en la categoría de 75 kilos.
Rodríguez en su carrera profesional tiene apenas 14 peleas, en las que ha salido airoso siempre y siete nocauts, pero sin combates titulares. Últimamente, ha sido comentarista especializado para Claro Sports.
Ahora falta ver que hará Marco Verde, quien podría ser medallista de oro, cuando regrese de Paris 2024. ¿Lo seducirán los promotores y el gran dinero que se ofrece en los encordados? Esa historia está aún por contarse.