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Estrada dio concierto y ganó revancha a Rungvisai

El sonorense Juan Francisco ‘Gallo’ Estrada cobró venganza ante el tailandés Srisaket Sor Rungvisai con un auténtico concierto de golpes en el Forum de Inglewood, California, para consagrarse como campeón Supermosca del Consejo Mundial de Boxeo luego de ganar por decisión unánime tras 12 intensos episodios.

Estrada, que había caído ante Rungvisai en febrero del año pasado por la vía de los puntos, esta vez se mostró física y estratégicamente mejor preparado que Rungvisai, quien sorpresivamente combatió los primeros rounds desde la guardia derecha, cuando a la izquierda le había ido muy bien en el pasado. Las tarjetas al final de 12 asaltos fueron de 116-112, 115-113 y 115-113.

Juan Francisco se ciñó su tercer campeonato del mundo como profesional luego de haber ostentado un par en la categoría de los Moscas. Mejoró el de Puerto Peñasco su récord a 39-3 con 26 nocauts, mientras que el asiático Rungvisai se quedó con 47-5-1 y 41 nocauts, luego de perder su racha de 20 triunfos consecutivos.

Con esta victoria, en la que demostró su gran repertorio de golpes, se podría colocar como uno de los 10 mejores peleadores libra por libra, y con la posibilidad de hacer una posible tercera batalla con Srisaket o incluso darle revancha al nicaragüense Román ‘Chocolatito’ González.

En la previa, el californiano Daniel Román doblegó por decisión mayoritaria a TJ Doheny, de Irlanda, y unificó los cetros de peso Supergallo de la Asociación Mundial de Boxeo y Federación Internacional de Boxeo. Las tarjetas fueron de 116-110, 116-110 y 113-113, luego que Román enviara en dos ocasiones a la lona a su rival.

Daniel mejoró su andar como profesional a 27-2-1 y 10 fueras de combate, mientras que Doheny dejó el título y también el invicto al quedarse con foja de 21-1 y 16 fueras de combate tras una trepidante batalla que dejó el ring caliente a los estelares.

Por su parte, el duelo de excampeones lo ganó Jessie Vargas a Humberto Soto, por la vía del cloroformo en seis episodios al veterano Humberto ‘Zorrita’ Soto, en una batalla que resultó explosiva desde el primer campanazo y donde el mexicoestadounidense hizo pagar al sinaloense su atrevimiento, aprovechando su mayor fortaleza y juventud.