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Checo Pérez y un sufrido octavo lugar en Marina Bay

Red Bull sufrió mucho en Marina Bay, donde perdieron la racha ganadora y la ilusión de una temporada perfecta


El mexicano Checo Pérez tuvo un amargo festejo en su carrera 250 en la Fórmula 1 al terminar en la octava posición el Gran Premio de Singapur, en una carrera nocturna en la que tuvo su auto dañado desde la primera vuelta y no tuvo ritmo para competir.

Checo Pérez recibió una penalización de cinco segundos por “causar una colisión” en el percance que tuvo con Alex Albon en la segunda parte de la carrera, cuando ambos pilotos peleaban por la posición.

Los comisarios decidieron responsabilizar al mexicano por la acción, sin embargo Checo no perderá ninguna posición pues hizo la distancia necesaria para ser sancionado y de todas maneras terminar octavo.

El de Jalisco tuvo un inicio comprometido desde el inicio. Yuki Tsunoda buscó superar al de Jalisco y en medio de la batalla el japonés ocasionó un daño en el costado izquierdo del endplate del mexicano, afectando así la aerodinámica del RB19. El castigo para Yuki fue peor, ya que sufrió un pinchazo y se retiró en la primera vuelta.

Checo atacó a Liam Lawson por el décimo segundo puesto, pero el daño en el alerón provocó que se viera alcanzado en un momento por Oscar Piastri. Pérez defendió su lugar y recuperó su puesto rápidamente. Sin embargo, Checo y Red Bull no estaban en modo ataque, sino en modo conservador con el neumático duro y esperando la detención en pits de sus rivales, para con pista limpia apretar el ritmo, sin embargo…

La aparición del a safety car en la vuelta 21 provocó que los líderes ingresaran a pits y con esto Checo subiera hasta el cuarto puesto, pero debiendo la detención en pits. Ese auto de seguridad acabó con el plan de carrera de Red Bull.

Con el reinicio de la carrera el mexicano se convirtió en un blanco fácil debido a las llantas usadas contra las llantas nuevas de sus rivales. Lando Norris dio cuenta del tapatío por la cuarta posición, mientras Hamilton hizo lo propio en la misma vuelta, mandando a Pérez al sexto lugar.

Solo media vuelta después Charles Leclerc llenó los espejos del tapatío y este sólo pudo mirar como el monegasco lo desplazaba hasta la séptima plaza.

El panorama para Sergio Pérez se volvía poco alentador conforme la noche avanzaba en el circuito de Marina Bay. Fernando Alonso buscó superar al de Red Bull, pero este logró defender la posición y mantener al ibérico a raya.

Una nueva lucha entre Checo Pérez, Esteban Ocon y Fernando Alonso por la séptima posición se hizo presente en la vuelta 37. Checo suplicó ingresar a pits, pero Hugh Bird le pidió mantenerse en pista, todo esto mientras sus gomas desaparecían con cada kilómetro defendido.

Los neumáticos dieron de sí y en el giro 40 perdió tres posiciones en media vuelta. Ocon, Alonso y Pierre Gasly lo vencieron con mínimo esfuerzo, y esto marcó su ingresó a pits para montar neumático medio. Esta situación lo sentenció para regresar en la última posición.

En la vuelta 43 aparecieron las banderas amarillas con el abandono de Ocon en la curva 2 y esto llevó nuevamente a Pérez a escalar hasta la décima tercera posición, misma que mantuvo sin contratiempos debido a los problemas que sufrieron sus perseguidores.

Sergio Pérez hizo un último esfuerzo y en la vuelta 52 superó a Guanyu Zhou y poco tiempo después ascendió a la decimoprimera posición al pasar a Nico Hulkenberg. Todo esto con el endplate roto y sin un ritmo para pelear por una mejor actuación.

A falta de tres vueltas logró dar cuenta de Alex Albon y en el penúltimo giro logró lo mismo con Liam Lawson. En la última vuelta recogió un punto más con el choque de George Russell en la recta final de la curva y con esto sumar tres unidades en el campeonato mundial de pilotos.

Una noche amarga para Pérez, quien remontó ocho posiciones, pero no pudo celebrar se buena manera lo que se suponía debía ser un fin de semana de fiesta.