Lucas Benamo, primer coach del argentino, charló con ESPN.com y contó cómo se forjó el piloto que llegó a Williams y detalló su trabajo físico y psicológico que lo tiene hoy en el primer nivel del mundo.
Franco Colapinto llegó a la Fórmula 1 de la noche a la mañana. Y no se trata de una frase hecha, es literal. El lunes 30 de septiembre, el piloto argentino estaba en Países Bajos preparando su visita a Monza con la Fórmula 2 y 24 horas después era confirmado por Williams para reemplazar a Logan Sargeant en las nueve citas restantes del Mundial. La decisión que cambió para siempre su carrera deportiva se cocinó en un puñado de días, pero detrás de esa oportunidad hubo años de preparación, alegrías y tristezas; tiempos de desarraigo con apenas 14 años, vivir lejos de sus afectos, convivir con diferentes costumbres… Todo eso terminó con un premio enorme, claro. Pero el camino fue extenso y ahí estuvo Lucas Benamo, excorredor formado en categorías de fórmula de la Argentina (campeón de la Fórmula Renault en 2005) y con paso por autos de turismo. Retirado de la actividad, el bahiense comenzó a trabajar como coach y fue el mentor de Colapinto, con quien comenzó a trabajar de muy pequeño.
“Tengo una relación familiar con él. Conozco a Aníbal, su papá, desde hace mucho porque es de Bahía Blanca y me patrocinó en mis últimos años de carrera deportiva. Ahí lo conocí a Fran cuando tenía ocho años y nació una amistad con toda la familia. Hoy mi relación con Franco es como la de un hermano mayor, porque era muy chiquito cuando lo conocí. Lo llevamos a andar en karting por primera vez, estuve cuando se subió por primera vez a un fórmula a los 12 años. Mi función con él fue la de formarlo bien en esos tres o cuatro años para que se fuera a Europa. Lo preparamos muy bien, Aníbal hizo un esfuerzo enorme para poder cumplir lo que le iba proponiendo. Y cuando se fue a Europa, primero que ya tenía talento, y allá explotó cuando fue campeón de la F4 Española, estaba en una edad bárbara. Ahí lo conocieron los managers, lo vieron tan bien que le firmaron un contrato. Fue todo a su favor, pero la preparación que se hizo fue muy buena”, dijo Benamo en charla con ESPN.com.
-Hoy, en tu trabajo de coach y en el que tenés a varios pilotos, ¿cómo se trabaja con cada uno, cuando hay tantas características diferentes?
-Depende del plan que tenga el piloto o el cliente, nosotros nos adaptamos. No es lo mismo trabajar con un chico de diez años en karting o de 12 que tiene que hacer la adaptación del karting al fórmula, que es lo que más nos gusta a nosotros. Y esa adaptación del karting al fórmula es lo que hicimos en su momento con Franco. Depende la cabeza de cada piloto, nosotros tenemos profesionales en psicología, nutrición y físico como para que el deportista tenga herramientas y copie el trabajo que hacen los pilotos de elite de F1.
-¿Qué tan importante es lo psicológico para un chico como Franco, que de muy pibe se fue de su país, tuvo que vivir con otras costumbres, otro idioma?
-Es complejo. Nosotros empezamos a trabajar con chicos que están en la preadolescencia, después pasan a la adolescencia y luego casi llegan a la adultez, en un margen de seis o siete años. En ese tiempo los chicos van madurando, les van pasando cosas emocionales y a nivel de vida, va creciendo. Siempre decimos que como uno está emocionalmente es como uno maneja. Muchas veces los pilotos tenemos la sensación de que te sentís muy bien y ese día te va a ir bien, es muy difícil que te vaya mal. En el caso de Franco, hoy vemos a un chico muy maduro, con un nivel de adaptación superlativo, que siempre fue su fuerte, pero se lo ve sereno. Para llegar a ese Franco, tuvimos que atravesar muchas circunstancias en estos años en las categorías formativas. Tiene uno de los mejores psicólogos de la Argentina que es Gustavo Ruiz. Muchas veces, cuando estoy acompañando a Franco en alguna carrera, se trabaja en equipo con Gustavo, porque esto es un trabajo de equipo. Tiene a sus dos managers muy presentes y que trabajan muy bien. Se pasaron por muchas tormentas para llegar al nivel en el que está Franco hoy. Yo me enorgullezco de lo que es Franco. Pero todo ese nivel de hoy encuentra respuesta en los años anteriores en los que había tristezas, las cosas no salían, no se podía alcanzar el presupuesto para poder correr, los mánager hacían magia... Todo eso te da fortaleza y hoy, que tiene todo a su favor, lo está aprovechando muy bien.
-¿En sus inicios, en cuando a lo conductivo, en qué tuviste que trabajar más y cuál era su fuerte?
-Deportivamente, la virtud que tiene es la de una adaptación extrema a las circunstancias. De hecho, en ocho vueltas rápidas que hizo en Silverstone, quedó muy cerca de su compañero de equipo y sabiendo que tenía que cuidar el auto porque a la hora y media salía Sargeant. En una práctica oficial, sabiendo que lo estaban evaluando, salió y lo hizo. Eso demuestra que cuanto más compleja es la situación, mejor se siente. Cuanto más grande es el desafío deportivo, más cómodo se siente y mejor rinde. Eso no se da con cualquiera, se da con deportistas especiales. De chico había que trabajar muy poco, porque cualquier cosa que había que pulirle, la aprendía muy rápido. En los años de categorías promocionales trabajó mucho con su cabeza para ir sorteando los obstáculos que se le presentaban, que eran muy complejos. Porque Franco nunca tuvo la posibilidad de prepararse de una temporada a la otra como lo hacían sus rivales. Él terminaba su última carrera en octubre, como finalizan las temporadas en Europa, y no volvía a subirse a un auto hasta abril, que arrancaba la otra. Esos cinco meses se notaban mucho, pero él podía ser competitivo enseguida. Por eso este año en Fórmula 2 , una vez que se fue soltando y agarrando ritmo, en esa seguidilla de carreras en Europa, empezó a ganarle las clasificaciones a Hauger, su excompañero de equipo, empezó a estar en top 5 en todas las carreras y le surgió la posibilidad de Williams.
El primer coach que tuvo Colapinto en su carrera habló en ESPN.com y contó los momentos duros del argentino, el gran trabajo que se hizo y la enorme fortaleza con la que cuenta.
-A Franco se le adelantó un año y medio el futuro, porque la chance de F1 estaba más pensada para 2026 que para 2024. ¿Cómo fue la charla con él cuando se oficializó lo de Williams?
-Nosotros tenemos una frase con Franco: “La locura es total”. Y cuando se oficializó esto, lo llamé y le dije: “La locura es total”. Y me respondió: “Sí, es total”. Con mucho humor, pero estas situaciones te tocan cuando te tocan y tenés que estar listo. Le tocó a Franco, estuvo listo, por algo Williams se fijó en él y no en algún otro piloto consagrado que está de reserva. Están muy conformes con su trabajo. Está trabajando en el simulador, se vienen dos carreras muy complejas (Bakú y Singapur), pistas difíciles, callejeras, que no conoce. En un autódromo la pista se engoma y puede mejorar un poquito. En un callejero, el nivel de dificultad es altísimo porque la pista no está nunca en la misma condición, cambia constantemente y eso hay que ir descubriéndolo en cada salida. Por eso será un fin de semana de mucho aprendizaje para Franco y el objetivo será terminar y sumar kilómetros, seguir conociendo el auto y en cada carrera se irá soltando más.
-¿Cómo es su rutina de trabajo físico de Colapinto?
-Franco tiene un grupo de trabajo y la parte física está a cargo de una empresa, en la que están varios pilotos de primer nivel mundial. Hoy tiene su rutina física y de alimentación y toda la información de lo que come, cómo está de la cabeza, todo va en reportes semanales a Williams. Ellos lo evalúan semana a semana. Por eso, para elegir a Franco para el GP de Italia, lo analizaron mucho internamente y evaluaron que estaba preparado. El entrenamiento físico es superlativo, tiene que hacer cuello tres veces por semana. Eso significa hacer una hora de ejercicios con el cuello por sesión. A veces uno va al gimnasio y se entrena una hora y media en total y en varios músculos. Acá es solo una hora de cuello. Este año, con esta empresa nueva, pegó un salto grande en nutrición, se cuida, tiene la rutina de todo lo que debe comer y tomar después de los entrenamientos para recuperarse. Él tiene fisio permanentemente con él que está con todos los detalles. Hoy es un deportista de elite.
-El argentino es muy triunfalista y después de su muy buen debut en Monza, muchos ya esperan que se repita seguido. Y se vienen dos carreras durísimas, en Bakú y Singapur. ¿Cómo se trabaja con Franco para que ese triunfalismo no lo perjudique?
-Franco está muy tranquilo. Él no sabe ni dónde está, por eso está muy tranquilo, esa es la realidad. En cuanto a los hinchas, y me sumo al grupo, se vienen dos carrereas difíciles. Si había una buena pista para debutar era Monza. Primero, porque los autos andan muy bien ahí y segundo, porque a Franco le encanta. Después de Monza, la pista en las que vamos a estar con chances similares es la última fecha en Abu Dhabi. Todas las demás carreras hay que tener paciencia, los pies sobre la tierra. Se viene un callejero y después Singapur que es muy desgastante. Por suerte toda esta semana Franco se está preparando mucho, Williams tiene un gimnasio en la planta y trabaja con su. Y el simulador son días de pruebas. Son tres o cuatro horas a la mañana y otras tantas a la tarde. Él está dos o tres horas sin bajarse, el trabajo es muy desgastante en lo físico y mental. Está con tres ingenieros todo el tiempo, que van analizando la data y trabajan en la simulación. Hace simulacro de entrenamiento, clasificación y carrera. Es un fin de semana entero. Hay que pensar cómo llegó a Monza. El lunes hizo simulador de F2 en Países Bajos. Ese día a la noche viajó a Inglaterra para hacer simulador de Williams. Le perdieron la valija en el viaje. Llegó el martes, se enteró que iba a ir a la F1 el mismo martes. Llegó cansado por la noticia y los eventos y rindió. Ahora, con más tiempo, ya le hicieron una butaca nueva para ir más cómodo y terminar mejor la carrera. Y tiene tiempo para trabajar físicamente y en simulador para Bakú.
-¿Cómo se trabaja con su cabeza para el año que viene teniendo en cuenta que tal vez no corra una sola carrera? Si todo va bien, en 2025 será reserva de Williams, porque sus pilotos serán Alex Albon y Carlos Sainz.
-Tengo mis dudas, vamos a ver qué pasa. La F1 es una sorpresa permanente. Este año nos dejó boquiabiertos a todos con los pases que se cerraron para el 2025. Si bien Williams ya tiene sus asientos, puede pasar cualquier cosa en la F1. Y Franco, con el nivel que tiene, si sigue aprendiendo y trabajando como ahora, va a tener chances. El año que viene o el otro. De ser así, no se va a quedar parado, hay muchas categorías para correr. Pero hoy hay que focalizarse en el presente, era impensado esto. Se estaría entrando en la última etapa de F2 y terminó corriendo en F1. No creo que esté parado un año siendo reserva, alguna actividad le van a buscar. Pero hoy tengo mis dudas. Sainz tiene un contrato plurianual con cláusula de salida si lo viene a buscar otro equipo, tal vez pueda dejar un asiento. Son suposiciones. Franco está haciendo bien las cosas, muy cerquita de Albon que es la referencia. Albon es un piloto top de F1. La prensa de Europa habló mucho de Franco, eso está a su favor para tener asiento en el futuro.
El monegasco le dio una gran alegría a los tifosi al vencer con Ferrari en el 16ª fecha de F1. El argentino cerró una buena actuación en su estreno con Williams al ser 12º.