El inglés aplastó en el callejero de Marina Bay ante un Max Verstappen que no pudo hacer nada para seguirlo y se tuvo que conformar con el segundo puesto. Oscar Piastri completó el 1-2 de McLaren.
Lando Norris y el resto. Así se puede definir el GP de Singapur, 18ª fecha del ejercicio 2024, disputado en el urbano de Marina Bay. Fue de punta a punta, abrumador, con Max Verstappen resignado a un segundo lugar sin chances de más. Y hasta feliz se fue el neerlandés, porque minimizó los daños en una pista que le cae pésimo a su Red Bull. Es apenas el tercer podio el tricampeón en el pequeño estado asiático y jamás se subió al escalón más alto.
Norris no tuvo rivales. Es más, el único contrincante que tuvo en las 62 vueltas de carrera fue él mismo. El éxito le permitió al inglés achicar en siete puntos la diferencia con Max en la pelea por el título para quedar a 52 (331 a 279). El neerlandés sigue disfrutando del enorme colchón de puntos que logró en las primeras diez carreras del año y con eso aguanta el bajó de su RB20. La distancia es grande, pero, más allá de la brecha, Lando sigue demostrando que está lejos de poder pelear contra un ave de presa como Verstappen.
Norris ganó con 20 segundos de ventaja sobre Verstappen. A pesar de la gran diferencia que tenía, tuvo momentos de desconcentración que lo dejaron contra las cuerdas. Una bloqueda con pasada de largo que no terminó contra el muro de milagro, un roce a la pared y otra pasada de largo al quitarle la vuelta a Franco Colapinto formaron el combo de yerros de Norris, una cuenta elevada para la comodidad que manejaba. Y un cúmulo mayúsculo si su objetivo es pelear por el 1 del año.
El manejo de la presión sigue siendo la materia pendiente de Norris. En Singapur, la presión se la puso él mismo. “A veces es que te relajas demasiado. Es complicado. Era fácil bloquear los neumáticos como hice. Quería empujar, tener el mayor liderato posible, no sólo ganar por un segundo. Oscar ha llegado al podio y ha pilotado bien. Ha sido un buen día para el equipo”, analizó Norris. “Fue una carrera increíble. Demasiadas veces rocé, pero creo que a, parte de eso, hemos controlado muy bien. El coche ha sido increíble. He podido empujar, hemos volado durante la carrera y al final me he podido relajar”, completó tras firmar su tercer éxito en F1, el segundo desde la pole position.
¿Le alcanzará a Norris para desbancar a Verstappen? Primero, deberá cerrar el grifo de errores. Y esperar que Red Bull no se recupere. El equipo de Milton Keynes tiene tres semanas para tratar de reencontrar el balance perdido en el RB20. El tricampeón mandó un mensaje directo a los popes del equipo, el enésimo desde que entró en la caída que lleva ocho carreras sin vencer, su racha más largada desde 2020: “Estuve solo toda la carrera. He intentado hacerlo lo mejor posible, intenté gestionar mi ritmo. En un fin de semana que sabíamos que íbamos a tener dificultades, ser segundo está bien, aunque no estamos contentos con ello y tendremos que traer más. Es lo que intentaremos hacer. Hay que dar vuelta la situación y no terminar siempre detrás de Norris”.
Oscar Piastri completó el podio y firmó el 1-3 de McLaren gracias a la estrategia del equipo que sirvió para que el australiano pudiera vencer a los dos Mercedes al parar más tarde y superarlos con neumáticos más frescos. El equipo de Woking es cada vez más líder de la Copa de Constructores (le sacó 41 puntos a Red Bull). La poca suma de Checo Pérez (una unidad por el décimo lugar) no ayudó. Para los austríacos, defender la posición de Verstappen, en la situación actual, parece ser el único objetivo alcanzable.
En la lucha de los equipos, Ferrari salvó la ropa con el quinto lugar de Charles Leclerc y el séptimo de Carlos Sainz. La Rossa está a solo 34 de Red Bull, el otrora imbatible que no para su sangría.