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Alain Prost, Ayrton Senna y Michael Schumacher en, ¿el mejor podio de la historia de F1?

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Alain Prost, Ayrton Senna y Michael Schumacher, juntos por única vez (0:38)

El 9 de mayo de 1993 los tres grandes campeones que tuvo la F1 compartieron el podio en el GP de España. (Fuente: YT/Formula 1). (0:38)

Se cumplen 32 años del GP de España de 1993 que reunió a tres enormes campeones en la entrega de premios, en una imagen que nunca más se repetiría.

El Gran Premio de España de 1993 quedó marcado a fuego y se trató de un mojón grande en la historia de la Fórmula 1. En aquel momento fue una carrera más, nadie imaginó entonces el valor que tendría ese podio final con el paso del tiempo. Era la quinta fecha del campeonato y la tercera visita del Mundial al circuito de Barcelona. No se definió ningún título, no se trató de una carrera épica ni mucho menos. De hecho, no bien se bajó la bandera de cuadros, quedó rápidamente en el olvido porque solo los tres del podio habían terminado en la vuelta y las diferencias había sido tan grandes que el aburrimiento se había apoderado de todos. Y así llegaron a la entrega de premios los tres primeros: Alain Prost, Ayrton Senna y Michael Schumacher.

Ese 9 de mayo de 1993 del que se cumplen 32 años, se trató de la única vez que los tres enormes campeones compartieron un podio. Claro, en aquel momento, el alemán era un jovencito de 24 años, prometedor y desafiante, quien apenas tenía un triunfo en su mochila (Bélgica 1992). Los otros dos ya era monstruos, ambos tricampeones (el francés lograría el tetra en ese 1993). Pero con el paso del tiempo los números de ese podio entraron en la historia.

Esa foto de España 1993 juntó 14 títulos del mundo, 183 victorias, 166 pole positions, 137 records de vuelta, 341 podios, 667 Grandes Premios disputados y 10.725 vueltas como líder. Números absolutamente impactantes.

Prost, Senna y Schumacher nunca más volverían a compartir un podio. El francés, al cierre de esta temporada 1993 se retiraría definitivamente. El brasileño, un año después moriría en el GP de San Marino, en la fatídica curva de Tamburello de Imola. Mientras tanto, el alemán arrasaría y dominaría la categoría, primero con Benetton y luego con Ferrari.