Max Verstappen realizó una gran maniobra en el inicio del Gran Premio de Emilia-Romagna para sobrepasar a Oscar Piastri y quedarse con el primer lugar de la carrera. El australiano de McLaren había largado desde la pole position, pero el neerlandés de Red Bull le puso su monoplaza a la par en la curva, ganó la cuerda y luego lo superó. Impecable movimiento del campeón del mundo, que con talento y astucia se puso al frente en Imola.
El antológico movimiento de Verstappen en el comienzo fue lo que marcó el rumbo de la carrera. Una vez que Max se adueñó del primer puesto, no lo soltó más y, a pesar de las distintas incidencias del GP, se encaminó a la victoria.
La carrera 400 en la historia de Red Bull en la Fórmula 1 volvió a tener como protagonista excluyente a Verstappen. El piloto que este domingo consiguió su victoria número 65, y que ya ganó 4 títulos, encontró el espacio que le dejó Piastri, líder del campeonato, apenas comenzada la carrera y eso le bastó para atacar con determinación. Ahí, en esa maniobra, Max empezó a saborear el triunfo, aunque aún quedaran casi 63 vueltas por delante.
El talento del neerlandés, una vez más, logró equiparar, y hasta superar, las diferencias que consiguen los McLaren en la pista. Por eso él sabía que era clave conseguir rápido el primer puesto para avanzar con aire limpio y sacar la mayor ventaja posible.
Luego, Verstappen aprovechó el virtual safety car por el abandono de Esteban Ocon y administró bien los neumáticos más frescos para impedir la aproximación de Piastri tras la presencia del safety car por los problemas de Kimi Antonelli.
Verstappen ganó el GP de Emilia-Romagna prácticamente de punta a punta. ¿La clave?: ese sobrepaso inicial a Piastri que lo dejó al mando de la carrera, un lugar en el que Max se siente más que a gusto.
Tras una excelente maniobra en la largada, el piloto de Red Bull le arrebató el lugar a Piastri y fue el gran vencedor. Norris quedó segundo, delante de su compañero de McLaren. Colapinto mantuvo su posición y terminó 16°.
