La escudería de Woking eligió dos estrategias distintas para sus pilotos y el gran desfavorecido fue Oscar Piastri, quien todavía sigue como líder del Mundial, pero con menos luz.
El título 2025 de Fórmula 1 se dirimirá entre los dos pilotos de McLaren, no hay otra. La 76ª temporada del Mundial coronará un nuevo monarca que se agregará a la lista y lo hará con un auto del equipo de Woking. No existe otro candidato, porque Max Verstappen, el tercero, está a 97 puntos. Desde el team inglés solo queda gestionar cómo será la batalla de sus pupilos, Oscar Piastri y Lando Norris. La primera regla papaya es que no se pueden chocar, algo que Zak Brown, el CEO de la marca, repitió ante el micrófono de ESPN antes de comenzar el GP de Hungría, 14ª fecha del Mundial. Después, hay libertad. Pero, ¿qué pasaría si el equipo se inclinara por uno de los dos con detalles tan importantes como las estrategias? Algo de eso pasó en Hungaroring, donde Norris se quedó con el éxito sobre Piastri y se fue de vacaciones disfrutando de haber achicado la brecha a tan solo nueve unidades.
El piloto de Melbourne fue el vencedor en la clasificación: se quedó con el segundo cajón, contra el tercero de Lando. En la partida, Charles Leclerc se fue adelante desde la pole, Norris intentó cambiar la trayectoria para ganarle la cuerda a Piastri, pero el australiano, vivo y bicho como es, lo apretó. El inglés perdió dos lugares y cayó al quinto puesto. El equipo de Woking decidió dos estrategias distintas y todo se rompió. Piastri paró en la vuelta 18 y cambió sus neumáticos medios por los duros. Norris estiró la detención hasta el giro 31 y fue la única. Piastri entendió rápidamente el movimiento que había hecho el equipo inglés con el piloto inglés.
El líder del Mundial quedó delante, pero con un tramo de carrera muy extenso para finalizar. De todas maneras, por la radio, le avisó al equipo que si Lando no paraba de nuevo (algo que estaba cantado), él no quería detenerse tampoco y aclaró que su rival no era Leclerc, sino Norris. Sin embargo, al australiano lo llamaron de vuelta a boxes en la vuelta 46 y volvió tercero. Superó primero al alicaído Charles Leclerc y fue a la caza de Norris. Con mucha más velocidad, se le fue encima en los giros finales y hasta tuvo que bloquear en el frenaje de la primera curva en la penúltima vuelta para no llevarse puesto a su compañero y romper esa regla papaya
La cara de Piastri al bajarse del MCL39 era el fiel reflejo de la situación que acababa de vivir, pero, seguramente, la lectura que habrá realizado de las próxima diez fechas que se disputarán después de las vacaciones. Al declarar, el de Melbourne prefirió la cautela, no patear el tablero. “Empujé todo lo fuerte que pude, visto que tenía que adelantarle en la primera curva y sabía que iba a ser difícil, porque adelantar no es fácil aquí. Intenté un par de cosas por arriesgar, pero esta vez no cayó de nuestro”, dijo. Y con respecto a la estrategia, optó por un “lo analizaremos luego”.
“Estoy muerto, fue muy duro, no planeábamos una parada, pero después de la primera vuelta, era nuestra única opción para volver a la lucha por la victoria”, dijo Norris, el más feliz adentro de McLaren. “Fue duro, con Oscar alcanzándome en la última parte. Es una gran recompensa, el resultado perfecto”, agregó el británico, quien se irá de vacaciones con el placer de haber logrado su quinta victoria en la temporada y de haber reducido la luz con Piastri a nueve puntos. Y con la sensación de que el equipo lo eligió en la batalla por el 1.