El piloto argentino tuvo una mala largada, se fue al fondo y el equipo no ayudó nada en boxes; un combo que lo dejó lejos de todos.
Franco Colapinto llegó al GP de Hungría urgido por firmar una buena actuación. Su falta de confianza en el auto y el endeble presente de Alpine se conjugaron para poner al argentino rápidamente contra las cuerdas, mientras los rumores sobre su futuro se hacen eco en Europa. De hecho, un rato antes de que comenzara la competencia en Hungaroring, 14ª fecha de la temporada, medios ingleses aseguraron que el resultado húngaro sería determinante para resolver si el bonaerense estará sobre el A525 a la vuelta del receso de vacaciones que comenzó no bien se bajó la bandera de cuadros este domingo.
Valtteri Bottas, que sigue sonando (Toto Wolff reconoció públicamente las negociaciones), y hasta un posible retorno de Jack Doohan a la titularidad son los nombres que flotan. Con ese panorama, Franco se bajó la visera del casco para largar en Budapest desde el 14º cajón de partida, pero la carrera estuvo muy lejos de ser la que esperaba, parte por un error de él y otra buena porción por la escudería. El resultado fue un pálido 18º lugar.
Primero, el piloto. Colapinto hipotecó sus posibilidades de tener un buen domingo en la partida. En la primera vuelta, con excursión fuera de la pista en la segunda curva incluida, el argentino perdió cuatro lugares y cayó al 18º. En una pista que entrega muy pocos sectores de sobrepaso y ni siquiera el DRS es trascendental, caer tantas posiciones no fue, sin duda, el mejor arranque. Desde ahí, todo sería más complicado. El ex-Williams renegó con falta de grip en el tren trasero en esa primera vuelta.
Segundo, el equipo. Alpine naufragó en Hungría, una vez más. La escudería de Enstone marcha última en el campeonato de Constructores con apenas 20 puntos, todos sumados por Pierre Gasly (Colapinto sigue sin anotar, después de siete carreras disputadas, porque en Silverstone no llegó a largar). El team francés está desordenado y los autos llegan poco preparados. Los ejemplos se encuentran en Canadá (cambios de discos de freno en plena grilla para Colapinto), la caja de cambios que no dejó largar a Franco en Gran Bretaña y una fuga de agua que le impidió a Gasly competir en el sprint de Bélgica. Y en Hungría se sumó un nuevo capítulo a la novela: la estrategia y las paradas en boxes.
Colapinto partió con neumáticos medios y fue el primero de los que utilizaron ese compuesto en parar en boxes. Apenas 14 giros después del verde, el argentino fue a pits y le pusieron duras. La detención fue muy tempranera, demasiado, porque estaba claro que no llegaría al final de la carrera. Si a eso se le suma que estuvo 11 segundos parado por un problema en el cambio de la cubierta trasera izquierda… Franco se fue al fondo.
A partir de ahí, con absolutamente todo perdido, Colapinto mantuvo un ritmo consistente, entre 1m21s alto. Después de apenas 23 vueltas con las cubiertas duras, lo volvieron a llamar. A todo esto, Fernando Alonso, por dar un ejemplo, seguía con el mismo juego de medias con el que había partido. La segunda detención fue de ¡7s2! Otra vez la trasera izquierda. Listo, todo directo a la basura. "¡Mi Dios!", bramó Colapinto por la radio del equipo. De ahí en más, el ritmo se mantuvo en el radio de 1m21s medio a 1m22s medio, pero a cada rato debiendo levantar el ritmo para dejar pasar a todos los que le sacaban un giro.
Así fue la maniobra del argentino vista desde el Williams de Albon.
La carrera fue pésimamente gestionada desde los boxes para los dos pilotos. Pierre Gasly, el compañero de Colapinto, fue 19º y último en pista después de una sanción de diez segundos por provocar una colisión con Carlos Sainz, que lo mandó al fondo. Sin la penalización, los autos franceses hubieran sido 17º y 19º. Si a un auto que no es bueno se le suma una mala gestión de carrera, el resultado es el que mostró el clasificador de Hungría.
La Fórmula 1 puso un cartelito de cerrado por vacaciones hasta el próximo 29, cuando comience la actividad del GP de Países Bajos, la 15ª fecha de las 24 pactadas. Durante el receso, probablemente, los rumores sobre el futuro de Colapinto continuarán. En Hungría, donde debía dar un salto grande para acallar el ruido y afianzarse, naufragó. Parte por su error en la primera vuelta, otra por el equipo, pero el resultado fue 18º. La clasificación del sábado húngaro, cuando pasó a Q2 y quedó por delante de Gasly, parecía el comienzo de ese necesario envión, pero nada de eso se repitió el domingo. El mismo Franco, cuando lo consultaron sobre si estaría en el auto en Zandvoort, no pudo (o no quiso) confirmarlo. "No lo sé, voy fin de semana a fin de semana", respondió. Su frustración al final de las 70 vueltas de Hungría fue clara, es que Alpine no ayudó para nada con su gestión.
En su segundo pit stop, el equipo Alpine tardó 7.2 segundos en cambiarle los neumáticos.
