El argentino viene de su mejor carrera con el equipo francés en Países Bajos y en Monza, la pista en la que debutó en F1, espera reconfirmar las buenas sensaciones.
“Monza es una pista en la que siempre me fue bien, gané tres veces. Es una buena pista para mí”, dijo Franco Colapinto en charla con ESPN antes del comienzo de la actividad del GP de Italia, 16ª fecha del ejercicio 2025 de Fórmula 1. El trazado enclavado en la región de Lombardía es el lugar en el que el piloto argentino debutó en la máxima categoría y en el que ganó en sus tiempos de Eurocopa de Fórmula Renault (2020) y en Fórmula 3 (2022 y 2023). El conocimiento del dibujo y lo bien que le sienta fue uno de los motivos principales que lo llevó a elegirlo para ceder su A525 a Paul Aron en la primera práctica libre de este viernes para que Alpine cumpla con el reglamento deportivo.
Colapinto llega a Italia después de protagonizar su mejor carrera con la escudería francesa en Países Bajos: fue 11º y rozó lo puntos. “Fue un buen fin de semana en Zandvoort y estoy contento por cómo fue. En la carrera, el equipo hizo un buen trabajo de estrategia. Quedamos muy cerca de los puntos, estoy seguro de que pronto lo conseguiremos”, contó en conferencia de prensa, bajando claramente el tonto a sus declaraciones posteriores a la carrera de Zandvoort, en las que se quejó porque, lo que entendía, no había sido un buen trabajo entre compañero de equipo, apuntando a Pierre Gasly. La charla puertas adentro de Alpine (reconocida por el piloto francés) sirvió para poner paños fríos.
Acostumbrarse al Alpine fue uno de los grandes inconvenientes que tuvo Colapinto en 2025, pero, según reconoció en Monza, esa etapa va quedando atrás: “Ahora tengo más confianza en el coche y recuperé esas sensaciones que no tenía. Los ingenieros me están ayudando mucho, pero aún nos queda un trabajo duro por delante”, dijo en la sala de conferencias, al lado de Kimi Antonelli y Fernando Alonso, quienes completaron el panel.
Las expectativas para la carrera italiana son moderadas en las huestes francesas porque Monza es el templo de la velocidad y el motor Renault, se sabe, es el que menos empuja. “La pista puede ser difícil dadas las muchas rectas, pero tenemos que intentar aprovechar las oportunidades”, avisó el argentino.