George Russell no tuvo rivales y aplastó en el GP de Singapur

El viernes, el inglés sufrió un fuerte golpe contra la pared durante la segunda sesión de entrenamientos. Con su Mercedes descontrolado, siguió de largo e impactó de frente. En el box de las Flechas de Plata se agarraban la cabeza. Justo el impacto dañó la novedad que llevó el team de Brackley a Marina Bay: el alerón delantero, especial para las características del trazado callejero. La confianza de Russell quedó por el suelo y si hay algo malo cuando se corre entre muros es no tener confianza.

El sábado, el británico debió comenzar a forjar confianza nuevamente. Usó el tercer ensayo para sentirse seguro y a partir de ahí construyó su resurrección. En la clasificación metió el martillazo definitivo con una vuelta de pole en Q3 que fue mágica. En 10 de las 15 visitas de la F1, previas a la de 2025, el ganador había partido desde la pole position. El grueso del triunfo estaba en el bolso.

En carrera, Russell tenía un desafío de arranque: sostener el posible ataque de Max Verstappen en la largada. El neerlandés se aseguró el segundo cajón de partida y siempre es una amenaza, más partiendo con neumáticos blandos. George, con compuesto medio en su W16, lo resolvió sin inconvenientes: llegó sobrado a la primera curva y dominó toda la carrera. El ritmo que aplicó en los primeros giros fue bestial. Era el único piloto de toda la parrilla que giraba debajo de los 97 segundos, con la ventaja que le otorgaba tener aire limpio, una de las frases más escuchadas en la F1 de estos tiempos.

Solo cedió la punta cuando paró en boxes a cambiar neumáticos. En cuanto los McLaren se detuvieron, volvió a ser primero y todo se terminó. El calor, la humedad y el desgaste físico fueron los únicos obstáculos que debió enfrentar Russell en una carrera extremadamente aburrida. Verstappen jamás fue amenaza y se fue contento con el segundo lugar, justo por delante de Lando Norris.

“Es una sensación increíble. Estoy muy agradecido con el equipo; hicieron un trabajo increíble durante todo el fin de semana. No sabemos exactamente de dónde salió esta actuación, pero estoy muy contento”, contó el británico. "El viernes fue un día realmente difícil para mí por muchas razones diferentes y no me sentía cómodo, pero cuando llegó la Q3 me sentí realmente bien en el coche y ahí es cuando importa. Al principio estaba un poco nervioso cuando vi a Max con el neumático blando, pero ese primer stint fue genial y ampliamos la diferencia", agregó al analizar la carrera.

Russell heredó el cargo de piloto número 1 de Mercedes en 2025 después de que Lewis Hamilton se mudara a Ferrari. Mostró que tiene chapa para llevarlo y que cuando el auto le da la chance de ganar, no deja pasar la oportunidad. Las Flechas de Plata están en plena levantada y el quinto lugar del joven Kimi Antonelli es una demostración. Mientras tanto, Toto Wolff, el director del team alemán, sigue estirando la renovación del contrato de Russell. De palabra, está todo listo. El austríaco sigue embelesado con Verstappen y, ante la chance de que el neerlandés esté libre para el mercado de 2027, le ofrecería al inglés un vínculo de un año. George quiere algo más extenso. Su tarea de Singapur servirá para entrar con el pecho más inflado a la negociación. En un año en el que, por ejemplo, Ferrari no ganó una cita, Russell ya tiene dos triunfos. Y eso cotiza.