Con los dos pilotos luchando por el título, pero con la amenaza latente de Max Verstappen, ¿habrá órdenes de equipo para favorecer a uno de sus pilotos?
Las reglas internas de McLaren fueron, en gran parte, las que permitieron llegar al final de la temporada con el Mundial abierto a la última fecha de la temporada 2025. Con 14 triunfos en 23 carreras, siete para cada lado del box papaya, parece increíble que Lando Norris comande la tabla con apenas 12 puntos de ventaja sobre Max Verstappen. En tanto, Oscar Piastri, quien llegó a liderar con 34 unidades de ventaja tras la 15ª fecha (Países Bajos) llegó a Abu Dhabi, 23ª y última cita, a 16.
El error del equipo de Woking en Qatar, al no enviar de urgencia a boxes a sus dos pilotos con el auto de seguridad en pista en la séptima vuelta (como lo hizo el resto de la parrilla) condenó las chances de triunfo, le sirvió en bandeja el éxito a Verstappen (su Red Bull no estaba para vencer en Lusail) y estiró la definición hasta el final. Desde McLaren gritaron a los cuatro vientos durante todo el año que no habría favoritismo. No los hubo cuando Piastri llevaba una gran ventaja ni ahora que Norris tiene las máximas chances de coronarse. En el medio, claro, una brusca e inexplicable caída de rendimiento del australiano (a partir de Azerbiyán) y la polémica orden que recibió el de Melbourne de dejar pasar a Norris en Monza porque el inglés había tenido problemas en la parada en boxes (se trabó un neumático).
La baja en el rendimiento de Piastri, explicado por Andrea Stella (director del team) en una falta de sensibilidad de manejo del piloto en pistas de baja adherencia, esmeriló su ventaja y Norris lo superó con amplitud. Si hubo favoritismo por el británico tal vez nunca se sepa (tal vez en unos años alguien lo cuente), pero la duda flota. En Qatar, Oscar apareció con todo. Así como su nivel de campeón se extinguió de golpe, renació en Lusail. Pero su triunfo no se dio por el yerro de la estrategia. Y Max creció. Desde la vuelta tras el parón de verano, el tetracampeón no se bajó del podio y ganó cinco carreras.
Con el panorama de puntos con el que llegaron a Abu Dhabi (Norris, con 16 puntos de ventaja sobre Piastri) la lógica marcaría encolumnarse detrás del inglés. Las chances de Oscar son claras: debe ganar y esperar que Lando termine sexto o peor. Sin embargo, en la conferencia de prensa de Abu Dhabi el tema órdenes de equipo puso incómodos a los pilotos papaya.
“No se discutió el tema”, comenzó Norris, mientras Piastri, a su lado, lo observaba. A la derecha del inglés estaba Verstappen, con cara de póker. “La verdad es que me encantaría, pero no lo pediría, porque… no sé… Depende de Oscar, si él lo permite. No sería culpa necesariamente mía. Si fuera al revés, personalmente estaría dispuesto, porque siempre fui así, es como soy. Pero en realidad no depende de mí y ni siquiera voy a preguntarlo. No quiero hacerlo, porque no es una pregunta justa”, explicó Norris.
¿Y si no hay órdenes y Max sale campeón? “Bueno, si termina así, se terminó. Lo felicitaré y esperaré con ilusión el año que viene. No cambia nada, No cambia mi vida, él se lo habrá merecido más que nosotros”, completó. Una frase que envuelve cierta aura extraño, porque Lando sabe que este título no puede escaparse de las huestes de McLaren y, si eso ocurriera, sería una debacle para una escudería que ganó el Mundial de Constructores con seis fechas de antelación.
Cuando fue el turno de Piastri de responder sobre órdenes de equipo, señaló: “No es algo que hayamos hablado. Hasta que sepa qué se espera de mí, no tendré una respuesta”. Un dato: si Max gana y Lando no está en el podio, el neerlandés sumará su quinta estrella. Si Oscar esta segundo o tercero, no quedan dudas que deberá dejarlo pasar.
