Los campeones defensores de la NFL, New England Patriots arrancan la defensa de su título este jueves por la noche cuando reciben en Foxborough a los Kansas City Chiefs, uno de los equipos considerados entre los contendientes en la Conferencia Americana.
Pese a que la historia reciente entre ambos equipos no es mucha, sí existen un par de episodios relativamente recientes que no pintan necesariamente bien para los Pats.
En el 2008, a meses de haber caído en el Super Bowl ante los New York Giants tras completar una temporada regular perfecta, los Patriots también abrieron la campaña ante los Chiefs. A mediados del primer periodo, el profundo Bernard Pollard golpeó a Tom Brady en la rodilla, acabando con su temporada. Aunque los Pats terminaron con un registro de 11-5 --incluyendo un triunfo de 17-10 sobre Kansas City-- de la mano del entonces quarterback suplente Matt Cassel, no fue suficiente para meterse a la postemporada, aquella campaña sigue siendo la única desde el 2003 en que New England no se mete a los playoffs.
Más recientemente está el duelo de la Semana 4 del 2014, un "Monday Night Football" en que los Chiefs humillaron en casa a los Pats. Esa noche, Brady lanzó para apenas 159 yardas y un touchdown contra dos intercepciones en lo que terminó siendo una paliza de 41-14 que tuvo a comentaristas y analistas preguntándose si el mariscal de campo de los Pats estaba acabado. Claro que la campaña culminaría con otro triunfo de los Pats en el Super Bowl, y el cuarto de cinco anillos de campeonato para Brady.
Esta noche, los equipos llegan bajo circunstancias diferentes.
Los Patriots recuperan para esta temporada al ala cerrada Rob Gronkowski, luego de que se perdiera la mayor parte de la campaña pasada por lesión, pero sin el receptor abierto Julian Edelman, quien se perderá todo el año gracias a una rotura de ligamento anterior cruzado sufrido en pretemporada. El ataque renovado de los Pats presenta varios rostros nuevos, incluyendo al receptor abierto Brandin Cooks y a los corredores Mike Gillislee y Rex Burkhead.
Defensivamente, las caras nuevas de New England incluyen al apoyador David Harris y al esquinero Stephon Gilmore, estelares en sus respectivos equipos previos, los New York Jets y Buffalo Bills.
Para los Chiefs, también se trata de una temporada con cambios notables. Por primera ocasión desde el 2008, Jamaal Charles no estará en el backfield de Kansas City, luego de firmar con los Denver Broncos. Charles se había visto muy disminuido por lesiones en las campañas recientes, participando en apenas ocho encuentros de las últimas dos temporadas combinadas, pero era reconocido como uno de los rostros de la franquicia. Su heredero en el ataque ofensivo Spencer Ware, quien iniciara 14 encuentros el año pasado, tampoco estará a disposición de los Chiefs luego de romperse dos ligamentos de la rodilla derecha en pretemporada. Eso deja al novato de tercera ronda, Kareem Hunt, como el favorito para cargar con el peso del ataque terrestre de Kansas City durante la campaña.
Los Chiefs tampoco contarán con el receptor abierto veterano Jeremy Maclin, quien fuera cortado en el receso de temporada. El ataque aéreo comandado por Alex Smith deberá depender primordialmente de la producción de los jóvenes receptores abiertos Tyreek Hill y Chris Conley, así como del ala cerrada estelar Travis Kelce, de quien se dice es lo más cercano a 'Gronk' que existe en esta liga.
El apoyador Justin Houston es otro que vuelve a la acción luego de una campaña del 2016 abreviada por lesiones. Su presencia será crítica en las aspiraciones de los Chiefs de abollar la corona a los Pats, puesto que se trata de uno de los jugadores de élite en la liga a la hora de presionar a los mariscales de campo rivales.
Quizás el enfrentamiento que más llame la atención se produzca fuera de los confines del emparrillado, entre los entrenadores en jefe. Bill Belichick no es reconocido solamente como el mejor head coach en la era contemporánea, sino está en la discusión por ser el mejor de todos los tiempos. Al otro lado del campo estará Andy Reid, un coach que bien podría situarse en el Top-3 de la NFL junto con Belichick.
Pese a que se trata apenas de la primera jornada de acción, estamos ante uno de los duelos más atractivos de toda la campaña regular, y uno que perfectamente podría tener una segunda parte cuando arriben los playoffs. Aunque una derrota de ninguna manera sentencia a ninguno de los dos equipos, una victoria en cambio sí puede generar el tipo de confianza necesaria para emprender una buena racha de victorias en el arranque de la campaña.
Todo está listo para dar la patada inicial a la temporada regular del 2017 por la señal de ESPN y no se podía pedir un mejor platillo para comenzar.