A menos de un minuto de iniciado el juego del domingo en Heinz Field, Vontaze Burfict pateó al fullback de los Pittsburgh Steelers, Roosevelt Nix, con ambos pies, elevando la posibilidad de que llegue una nueva suspensión para el linebacker de los Cincinnati Bengals.
Nix había bloqueado a Burfict hacia la montaña de cuerpos en la segunda jugada del partido. Estando de espaldas, Burfict apuntó ambos pies a la careta de Nix. Pareció asestar un golpe.
El juez de línea Mark Perlman estaba cerca de la jugada pero declinó marcar castigo. Las reglas de la NFL permiten un castigo por conducta antideportiva por patear a un oponente, "incluso si no se hace contacto".
Aunque un castigo pudo haberse marcado, típicamente una patada no abriría la posibilidad para una suspensión. Pero Burfict ya ha servido dos suspensiones en su carrera por golpes tardíos o ilegales; cada una de ellas llegó al inicio de las últimas dos temporadas. Burfict también ha sido sancionado con más de 800,000 dólares en multas por infracciones a las reglas.
La política de la NFL exige un escalamiento sustancial a las medidas disciplinarias si siguen los incidentes. La política establece que: "Un jugador que es ofensor reincidente debe esperar una medida disciplinaria más severa, y multas a partir de la tercera ofensa o más allá en la misma campaña o con base en campañas previas', se establecerán caso a caso, u podrían incrementarse sustancialmente". La oficina de la NFL no se ha mostrado dudosa a la hora de suspender a jugadores en esta campaña.
El apoyador de los Chicago Bears, Danny Trevathan, cumplió una suspensión por un juego por un golpe ilegal sobre el receptor abierto de los Green Bay Packers, Davante Adams. El corredor de los Oakland Raiders, Marshawn Lynch, mientras tanto está apelando una suspensión de un partido por dejar el área de bancas el jueves por la noche y hacer contacto con un oficial.