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Sean McVay defiende comunicación con el quarterback Jared Goff

THOUSAND OAKS -- El entrenador en jefe de Los Angeles Rams, Sean McVay, refutó la noción de que constantemente toma decisiones en el momento previo a que se centre el ovoide por el quarterback de segundo año, Jared Goff, y que, de alguna manera, hace su trabajo por él.

"Decir que estás en su oído --porque he visto algunas de las cosas allá afuera-- creo que es quitarle crédito a lo que ha hecho Jared", dijo McVay tras la práctica del miércoles. "Está haciendo muchas cosas diferentes en la línea, y eso es realmente para reconocerle... decir que estoy en su oído todo el tiempo, no sería el caso".

McVay respondía a observaciones recientes sobre la ofensiva acelerado de los Rams así como sus ajustes previos a la jugada, con varios periodistas y comentaristas especulando que el entrenador en jefe de primer año apresura a su ofensiva a la línea de golpeo, y luego maximiza su tiempo para leer a la defensiva y pasar los audibles a Goff.

McVay puede hablar con Goff hasta que falten 15 segundos en el reloj de jugada. Se trata de una ventana de 25 segundos usualmente reservada para mandar jugadas. Al apurar a sus jugadores a la línea de golpeo, McVay también puede incrementar el tiempo que tiene para ayudar a Goff con ajustes previos a la jugada.

Está dentro de las reglas, pero el ex mariscal de campo de la NFL, Chris Simms, recientemente dijo en radio nacional para "PFT Live", que era "poco ético" y "trampa", señalando que los quarterbacks deben estar haciendo esas decisiones por sí mismos.

"Hasta donde sé, muchos tipos operan de esa manera", declaró McVay. "... Las experiencias que he tenido, así ha sido el procedimiento estándar de operación".

McVay agregó que Goff "absolutamente" tiene la habilidad de cambiar las jugadas si no le gusta la formación que ofrece la defensiva rival, pero Goff admitió que no las cambia tan frecuentemente.

"La mayor parte del tiempo, llama las jugadas y sabe de lo que está hablando, así que dejo que lo haga", reveló Goff. "pero existen muchas ocasiones en que quedan menos de 15 [segundos en el reloj de jugada] y debemos improvisar un poco. No sucede a menudo, pero hay ocasiones en que pasa. Ha sido realmente muy bueno hasta ahora, el modo en que nos hemos estado comunicando".

Los Rams, últimos en la NFL en cada categoría ofensiva importante el año pasado, están promediando 29.91 puntos por encuentro al tiempo que lideran a la NFC Oeste con una marca de 8-3 con McVay al frente de la ofensiva. Goff, saliendo de una miserable campaña de novato, ha completado el 61.8 por ciento de sus pases, tirando para 2,964 yardas con 18 touchdowns y cinco intercepciones.

McVay dijo que su comunicación previa a la jugada con Goff, de 23 años de edad, es similar a la dinámica que empleaba con Kirk Cousins como coordinador ofensivo de los Washington Redskins y encargado de mandar las jugadas en el último par de años. Cousins, y su suplente Colt McCoy, sabían que podían apagar a McVay si lo deseaban, pero siempre aceptaban sugerencias de último segundo antes de que se apagara el comunicador. Goff, dijo McVay, piensa de modo similar.

"No es la primera vez que se hace, eso es seguro", dijo el entrenador en jefe de los Arizona Cardinals, Bruce Arians, durante su conferencia de prensa el miércoles. "Cuando se tiene a un quarterback joven en un nuevo sistema, ayuda tremendamente. Desearían poder hablar con él hasta que falten 5 segundos".

McVay recordó una instancia en la que Goff improvisó durante la victoria del domingo por 26-20 sobre los New Orleans Saints. Llegó en un pase de anotación de 7 yardas al novato Josh Reynolds. Los Saints sorprendieron a los Rams presionando solamente con tres y retrocediendo a ocho en cobertura, forzando a Goff a realizar una jugada no programada. Apuntó a Reynolds hacia la parte final de las diagonales y completó un pase con él.

"Eso fue todo él", dijo McVay de Goff. "Esa fue una jugada mala mía".

Goff dijo que la ofensiva de los Rams se ha apresurado a la línea de golpeo con mayor frecuencia a lo largo de las últimas ocho semanas, pero dijo que el ritmo "varía con cada partido".

Lo mismo sucede con la frecuencia de las llamadas de McVay antes de la jugada.

"A veces habla hasta que quedan 15 segundos, a veces habla por 5 segundos, a veces habla por 10 segundos. Todo varía", resaltó Goff. "Justo como sucede con cualquier otro quarterback en la liga, se detiene a los 15 segundos y vamos con la jugada. Es grandioso en el auricular, sin embargo. Realmente hace un gran trabajo y me da tanta información o tan poca como necesito".