Los Kansas City Chiefs y los Philadelphia Eagles protagonizarán un duelo inédito en el Super Bowl LVII con dos de los quarterbacks más espectaculares de la actualidad, Patrick Mahomes y Jalen Hurts, una de varias historias a seguir las próximas dos semanas.
Cuando salten al campo del State Farm Stadium en Glendale, Arizona, Mahomes y Hurts se convertirán en la primera pareja de quarterbacks afroamericanos en protagonizar un duelo de pasadores en el juego por el título de la NFL.
¿Otras de las historias de las que se hablará sin cesar en los próximos días? El Andy Reid Bowl, pues el actual coach de los Chiefs disputará el Trofeo Vince Lombardi ante el equipo con el que inició su carrera como entrenador en jefe y al que dirigió de 1999 a 2012 y al que llevó a disputar un Super Bowl.
La edición LVII será el marco de un “drama” familiar con el Kelce Bowl, pues el ala cerrada de los Chiefs, Travis Kelce, enfrentará a su hermano, Jason Kelce, centro de los Eagles.
A poco menos de dos semanas, aquí un vistazo rápido de lo que los Chiefs y Eagles presentan para la disputa del título de la NFL.
La NFL obra de maneras misteriosas y prueba de ello es que, limitado por una torcedura en el tobillo derecho, Patrick Mahomes ayudó a los Chiefs a llegar a su tercer Super Bowl en cuatro años tras vencer por primera vez a Joe Burrow y a los Cincinnati Bengals en su carrera.
Pero Mahomes, quien al 100 por ciento físicamente había perdido sus tres primeros duelos ante los Bengals con Burrow como su quarterback, no lo hizo solo. La defensiva de los Chiefs, encabezada por Chris Jones, dio el paso al frente cuando su quarterback y el equipo más lo necesitaban y demostró que puede ser físicamente exigente para los ataques rivales, una característica no vista con frecuencia en este grupo.
La defensiva de Kansas City logró incomodar a Burrow lo suficiente para interceptarlo en dos ocasiones y al presionarlo, limitar su eficiencia al permitirle completar dos de ocho pases para 58 yardas con cinco capturas, dos de ellas de Jones.
Jones, quien en temporada regular sumó 15.5, sumó así las dos primeras capturas de su carrera en Playoffs.
La defensiva de los Chiefs, que ha tenido como talón de Aquiles el juego terrestre, que es la característica más peligrosa de la ofensiva de los Eagles, ha elevado su nivel en la Postemporada y ante los Bengals permitió sólo 71 yardas, 30 de ellas de Burrow, en 17 carreras.
Con el respaldo de la ofensiva, Mahomes, quien sufrió la torcedura del tobillo derecho en la Ronda Divisional ante los Jacksonville Jaguars, trabajó con relativa comodidad desde la bolsa de protección.
El quarterback de los Chiefs, quien probablemente tampoco esté al 100 por ciento para encarar a la versátil y dominante defensiva de los Eagles, trabajó bien ante la presión de los Bengals al completar nueve de 13 envíos, uno de ellos para anotación y sufrir tres capturas, las cuales se pueden acreditar a su falta de movilidad para salir de la bolsa de protección.
Pese a jugar limitado, Mahomes completó 29 de 43 pases para 326 yardas y dos touchdowns.
En una ofensiva que parece ser fina por el estilo elusivo de su quarterback, la pieza que le inyecta ese extra físico para someter al rival es el novato Isiah Pacheco, quien ante los Bengals no tuvo su día más productivo en la oficina (10 carreras, 26 yardas), pero suele atacar la línea de scrimmage con determinación y castiga a los defensivos que encuentra en su camino.
La versatilidad que le da Jerick McKinnon al juego aéreo es uno de los mejores aliados que tiene Mahomes en el juego aéreo. McKinnon es una amenaza como válvula de escape o en los pases pantalla y cuando llega a ser usado en el juego terrestre, puede correr por fuera de los tackles o atacar con fuerza la línea de scrimmage.
Un aspecto a seguir es qué tan rápido podrán los Chiefs recuperar a jugadores clave a ambos lados del balón. Ante los Bengals perdieron a los receptores JuJu Smith-Schuster y Mecole Hardman, lo que obligó a Kansas City a usar a otros receptores que regularmente tienen un papel secundario. A la defensiva, el linebacker Willie Gay también dejó el juego, así como el esquinero L’Jarius Sneed.
El pateador Harrison Butker, quien batalló con los intentos de gol de campo tras recuperarse de una lesión, parece haber dejado de ser una preocupación en los equipos especiales de los Chiefs.
Ante unos San Francisco 49ers que ligaron 12 victorias para llegar al Juego de Campeonato de la NFC con un dominio físico sofocante de su defensiva y su línea ofensiva, los Eagles aceptaron el reto y vencieron a los gambusinos en su mismo terreno.
La defensiva de los Eagles es la que más capturas sumó en la temporada regular (70 y ocho más en Playoffs) y es la que, ante los 49ers, mostró que, además de efectiva, puede ser físicamente dominante de cara al duelo en el Super Bowl LVII ante los Chiefs, que cuentan con Mahomes, quien terminó como el líder en yardas por aire en la NFL.
Los Eagles hicieron sentir su presencia defensiva rápido ante San Francisco al presionar y golpear al novato Brock Purdy, quien sufrió una lesión en el codo que marcó el rumbo del encuentro.
Ese golpe a Prudy sólo fue una prueba de lo que la defensiva de los Eagles, con una línea frontal, con los tackles Javon Hargrave y Fletcher Cox y los alas Brandon Graham y Josh Sweat, que es implacable y le abre caminos a su cuerpo de linebacker que es igual de feroz con Hasson Reddick, Kyzir White y T.J. Edwards.
Ese grupo sólo le permitió 81 yardas por tierra a unos 49ers que no tuvieron otra opción más que enfocarse en atacar por esa vía tras perder, también por lesión, a Josh Johnson, quien había sustituido a Purdy para ser el cuarto pasador que San Francisco usó en la actual temporada.
Así como la línea frontal defensiva estaba lista para el reto de enfrentar a la físicamente exigente línea ofensiva de San Francisco, el perímetro de los Eagles parece listo para el duelo ante la variada ofensiva aérea de los Chiefs.
El esquinero James Bradberry, en su primer año con los Eagles, se convirtió en uno de los líderes del perímetro al registrar 19 pases defendidos (segundo en la NFL) y terminar como el esquinero con el tercer porcentaje de pases completos en la liga cuando es el defensivo más cercano al receptor al que se le envió el balón (al menos 50 pases).
A la ofensiva, Jalen Hurts encabeza un juego terrestre que es el más productivo de la liga con 32 touchdown por esa vía con base en las RPOs (Run Pass Option). El ataque de los Eagles se convirtió en el primero en anotar al menos tres veces por tierra en sus primeros dos juegos de Playoffs.
La atención que Hurts y el corredor Miles Sanders exigen de las defensivas rivales también ha hecho que el pasador de los Eagles sea uno de los más eficientes cuando de lanzar pases largos (15 o mças yardas) se trata, en gran medida, por la calidad que tienen sus principales receptores, A.J. Brown y DeVonta Smith.
Todo lo anterior es posible por una línea ofensiva que está ubicada entre las mejores de la liga con el centro Jason Kelce y que cuenta también con uno de los mejores tackles de la NFL, Lane Johnson, aunque este último llega con problemas en un aductor.
Con una ofensiva versátil y una defensiva físicamente dominante, los equipos especiales de los Eagles, en particular el pateador Jake Elliott, quien acertó el 87 por ciento de sus intentos de gol de campo y el 96.2 de puntos extra en temporada regular, parecen ser un complemento adecuado para un equipo que llega en su mejor momento, y completo, al Super Bowl.