Los Atlanta Falcons vienen de la que quizá sea la mejor temporada en la historia de una franquicia que ya tiene 50 años de existencia, pero también de la derrota más dolorosa para una ciudad a la que se le ha olvidado lo que es celebrar un título ya que desde 1996 ninguno de sus representativos se ha coronado. Tal vez parezca injusto juzgarlos por el desplome que tuvieron en el último Super Bowl, pero la capacidad de reacción que tengan a esa 'catástrofe' es lo que determinará, de una vez y por todas, el lugar de Matt Ryan en la NFL.
Pedirles algo menos que regresar al juego por el título resultaría injusto para un equipo que dominó a placer a sus contrincantes de la Conferencia Nacional en camino a la edición LI, pero el golpe que significó perder al coordinador ofensivo Kyle Shanahan tendrá consecuencias para el ataque N°1 en puntos anotados (540) del 2016.
Una de las tareas principales en la temporada baja giraba en torno a su corredor estrella, Devonta Freeman, tema que de inmediato atacó el gerente general Thomas Dimitroff con un contrato de cinco años para quitarse ese dolor de cabeza lo antes posible y brindarle al nuevo coordinador proveniente del fútbol americano colegial, Steve Sarkisian, las herramientas necesarias para inaugurar con fuegos artificiales su flamante Mercedes-Benz Stadium.
Pese a contar con el actual Jugador Más Valioso de la liga, no cabe la menor duda que gran parte de las esperanzas de la franquicia de Georgia se centran en lo que pueda hacer el receptor Julio Jones, quien disputa la cima como el mejor de su posición, contrario a lo que ocurre con Matt Ryan, quien está un escalón por debajo de sus rivales.
El egresado de Alabama va por su cuarta temporada consecutiva con mil yardas o más y buscará volver a la 100 recepciones tras un año en el que se quedó con 83.
Jones tuvo su segundo mejor año en lo que a yardas por pase atrapado se refiere (17.0), pero un tema fundamental será evitar las lesiones ya que en 2016 se perdió un par de compromisos y los Falcons ya no cuentan en el roster con jugadores como Roddy White --oficialmente retirado--, Eric Weems y Aldrick Robinson para armar un comité que pudiera suplir su producción.
CARAS NUEVAS A SEGUIR
Pese a que su entrenador en jefe es de corte defensivo, este departamento es el más endeble del equipo, por lo que sacudió las entrañas del mismo al cambiar de coordinador y enfocar su draft en jugadores que puedan presionar al mariscal de campo para no dejarle la tarea solo a Vic Beasley.
A través de la agencia libre firmaron al tackle defensivo Dontari Poe, proveniente de los Kansas City Chiefs, para frenar el juego terrestre y lo complementaron con Takkarist McKinley y el apoyador Duke Riley.
Marquand Manuel, nuevo mandamás, espera dar un giro de 180° a un equipo que fue el octavo peor en yardas permitidas (5,939) y el sexto que más puntos permitió (406).
VETERANOS QUE ECHARÁN DE MENOS
Previo a la campaña del 2016, los Falcons atacaron uno de sus puntos débiles con la firma del centro Alex Mack y los resultados fueron inmediatos, algo que resultó en un gran año para Ryan y compañía, pero en 2017 la historia se inclinó hacia el otro lado con el retiro del guardia Chris Chester.
Atlanta hizo un gran trabajo en retener a jugadores en posiciones de habilidad, como el caso de Devonta Freeman, pero el pilar de la ofensiva es la línea y prueba de ello fue que contaron con sus cinco titulares durante toda la temporada del Super Bowl, pero ahora han perdido a uno de ellos.
Chester, quien se desempeñaba del lado derecho, puso fin a su carrera luego de 10 años en la liga y ayudó a que fueran la quinta mejor ofensiva por tierra y la tercera en anotaciones por la misma vía.
¿CUÁN DIFÍCIL SERÁ EVITAR LA RESACA DEL SUPER BOWL?
Dan Quinn inicia su tercera temporada al frente de un equipo que le dio el voto de confianza y ha respondido con creces, pero ahora viene uno de sus principales retos al contar con dos coordinadores nuevos tras perder a Kyle Shanahan y darle las gracias a Richard Smith.
En sus lugares aparecerán Steve Sarkisian, laureado a nivel colegial y quien dejó el exitoso programa de Alabama para volver a la NFL después de 13 años.
A la defensiva tomaron a alguien de casa con la figura de Marquand Manuel, quien se venía desempeñando como entrenador de profundos, y recibe su primera oportunidad como coordinador.
La tarea no parece para nada sencilla, principalmente cuando Ryan contaba con una gran conexión con Shanahan y ahora volverán a empezar de cero con Sarkisian. A la ofensiva cuentan con grandes herramientas, pero el principal signo de interrogación está en su contraparte, tema que quedó en evidencia con su draft, mismo en el que reclutaron a dos jugadores capaces de presionar a los mariscales oponentes para mejorar en ese departamento.
EL PRONÓSTICO
Atlanta estrenará su casa, en la Semana 2, con la reedición de la Final de la Conferencia Nacional, lo que representa su compromiso más complicado en los primeros cuatro partidos que incluye a tres rivales de la División Norte.
Tras su descanso en la Semana 5 chocarán con tres rivales de la División Este de la Americana, incluidos los campeones New England Patriots en Foxborough.
Su calendario está marcado por choques con equipos que presentan defensivas sólidas como Seattle Seahawks, Minnesota Vikings y Carolina Panthers un par de ocasiones.
Un punto clave para sus aspiraciones es el hecho que en diciembre tienen tres juegos en casa y cuatro de sus cinco duelos son ante rivales divisionales.
Los Falcons tienen todo en sus manos para volver a la postemporada, pero un retorno al Super Bowl luce francamente complicado con tantos cambios en el cuerpo de entrenadores.