ENGLEWOOD, Colo. -- Melvin Gordon, nuevo corredor de los Denver Broncos, ya descubrió lo que calificó como “la mayor diferencia” entre sus cinco temporadas con Los Angeles Chargers y su primera trabajo en el campo con los Broncos: los cerca de 5,200 pies (1,584 metros) de altitud.
“Estoy batallando un poco con la altitud”, dijo Gordon el domingo, luego de la práctica. “Lo que sigo escuchando es que, cuando juguemos en otros lugares, no nos vamos a cansar, así que estoy ansioso por experimentarlo”.
Gordon y Phillip Lindsay han dividido jugadas con la ofensiva titular en la primera etapa del campamento de entrenamiento y mientras Gordon no ha mostrado efectos negativos cuando corre con el ovoide en los ejercicios, dijo que sí siente la diferencia, jugada a jugada, práctica a práctica, en relación a la altitud.
Muchos jugadores que han estado en los Broncos han indicado que si vivieran en otro lugar durante el receso de temporada, intentarían regresar a Denver al menos una o dos semanas antes del inicio del campamento de entrenamiento para acostumbrarse a la altura antes del primer entrenamiento del equipo.
“Ahora mismo es difícil, intentando terminar (carreras) largas y cosas así. (El ambiente) es realmente seco, intento tomar agua a cada segundo, mis labios están secos. Ese es el mayor ajuste luego de trabajar todo el receso de temporada, venir aquí y sentir que aún no estoy en forma por la altitud”, explicó Gordon.
El corredor firmó un contrato por dos años y $16 millones con los Broncos luego de pasar cinco años con los Chargers. El coach de Denver, Vic Fangio, ha dicho que planea usar a ambos corredores bastante, pero que aún no sabe cómo dividirá las labores.
Gordon tuvo una temporada de 1,000 yardas por tierra con los Chargers y otra con 997, así como cuatro campañas con al menos 41 recepciones.
“Me estoy ajustando bien con los nuevos compañeros. La altitud es diferente, pero todo lo demás va bien, obviamente es un cambio, pero uno debe poder ajustarse, así que uno lo toma como viene”, finalizó Gordon.