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Canjes que fueron un éxito: Stefon Diggs y DeAndre Hopkins

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Los líderes estadísticos en la NFL tras media temporada (1:40)

Nombres como Matt Ryan, J. C. Jackson y Dalvin Cook, entre otros, destacan como los jugadores más productivos. (1:40)

Dos recetores que se han convertido en líderes en los equipos que apostaron por ellos

Con horas de diferencia, el 16 de marzo los Buffalo Bills y los Arizona Cardinals realizaron dos de los movimientos decisivos de la temporada baja de la NFL, negociando por los receptores abiertos Stefon Diggs y DeAndre Hopkins respectivamente.

Nueve semanas después de la temporada 2020 de la NFL, ambos intercambios pueden describirse como un éxito rotundo.

Entre tanto los Bills (7-2) y los Cardinals (5-3) se preparan para su enfrentamiento el domingo en Arizona, Diggs lidera la liga en recepciones (63) y yardas recibidas (813), mientras que Hopkins ocupa el tercer lugar (60) y el quinto (734). Cada uno tiene tres anotaciones mientras siguen construyendo química con sus jóvenes mariscales de campo luego de una temporada baja truncada debido a la pandemia de coronavirus.

“He estado observando a Hop durante mucho tiempo. Está malditamente seguro que no se parce a ninguno de los otros receptores… una cosa que puede decir es que atrapará el balón”, señaló Diggs. “Tiene buenas manos, es rápido, puede hacer prácticamente todo. Mi respeto por su juego es máximo porque puede jugar a un alto nivel, ha estado jugando a un alto nivel y tiene algunas de las mejores manos en la liga”.

Diggs de seis pies y 191 libras prospera al lograr la separación como uno de los corredores de ruta principales en la NFL. Tiene velocidad para quitarse al defensivo y ganar recepciones cuando se tiene que luchar cuando es necesario, pero ha estado en su mejor momento esta temporada a 15 yardas de la línea de golpeo, donde su desequilibrio lo hace difícil de cubrir.

Hopkins, de seis pies y una pulgada y 212 libras, también tiene velocidad, pero se especializa en lo físico; básicamente, cualquier balón que esté al alcance de Hopkins por lo general lo gana. También es peligroso después de la recepción y amenaza con hacer de una jugada de 10 yardas, un touchdown de 70 yardas.

Incluso con los esquineros All-Pro probablemente el siguiéndolos el domingo (Patrick Peterson de Arizona para Diggs y Tre’Davious White de Buffalo para Hopkins), los aficionados verán a dos de los mejores de la liga en su posición.

Diggs, un fichaje del cual enorgullecerse

En las últimas horas del primer día del período de agencia libre de la NFL, el gerente general de los Bills, Brandon Beane, realizó el intercambio que intentó hacer durante la temporada regular de 2019, enviando selecciones en la primera, quinta y sexta ronda del draft de la NFL 2020 y una selección de cuarta ronda en 2021 a los Minnesota Vikings por Stefon Diggs y una selección de séptima ronda en 2020.

Fue un alto precio a pagar por un receptor con dos temporadas de mil yardas, un precio que pareció más alto después de que los Cardinals enviaran al corredor veterano David Johnson, una selección de segunda ronda de 2020 y una cuarta ronda de 2021 a los Houston Texans para Hopkins y una selección de cuarta ronda de 2020.

El analista de ESPN NFL Mike Tannenbaum todavía cree que los Bills pagaron de más por Stefon Diggs, pero admite que se equivocó en términos de cuán productivo sería el receptor en la ofensiva de Buffalo, que ocupó el puesto 26 en la liga en 2019.

“No hay duda de que Diggs es un gran jugador, todos estamos de acuerdo en eso. Pensé que pagaron mucho para conseguirlo”, dijo Tannenbaum. “Debido a que había tantos buenos receptores en el draft de este año… pensé que habrían logrado un mejor acuerdo, pero a su favor, han maximizado cada onza de Stefon Diggs y lo que él hace por (sus compañeros receptores de Buffalo) John Brown y Cole Beasley. Es una ofensiva muy difícil de defender y todo comienza con Diggs”.

“A pesar de pagar una prima, creo que es un trato del que están realmente orgullosos”.

Tannenbaum no fue el único crítico del canje. La clase de receptores del draft 2020 estaba proyectada como una de las más nutridas en la historia de la liga, muchos analistas sintieron que Buffalo podría haber ahorrado dinero eligiendo a un receptor con la selección 22 general, lo que hicieron los Vikings seleccionando a Justin Jefferson (34 recepciones, 627 yardas y 3 TD).

Pero Beane no quería esperar a un novato. Con Buffalo intentando ganar por primera vez la AFC Este por primera vez desde 1995, Beane necesitaba a alguien que pudiera impactar su ofensiva de inmediato. Él ve a Stefon Diggs como la selección de primera ronda del equipo y es difícil discutir el valor que ha proporcionado.

Diggs está en camino de romper los máximos de su carrera en yardas, recepciones y objetivos (91 luego de 9 partidos) esta temporada, y no hubo un período de aclimatación. Él y el mariscal de campo Josh Allen hicieron clic e inmediato, con Diggs explotando para tres juegos de 100 yardas en las primeras cinco semanas.

Se informó ampliamente que Diggs quería salir de Minnesota y los críticos creían que no tendría éxito ni sería feliz en Buffalo.

Diggs sabía que era mejor no hacer caso.

“Cuando me canjearon había tantas reacciones sobre, ‘no me iba a gustar (Buffalo), no iba a hacer x, y, z’”, recordó Diggs. “De alguna manera ignoré mucho de eso porque la gente que sabe de futbol americano e incluso me conoce a nivel personal sabe que acepto todos mis desafíos. Los enfrento de frente, no me alejo ni esquivo, me encanta. En lo que respecta a la gente que duda de mí, la gente ha estado dudando de mí durante mucho tiempo… no va a parar pronto”.


Hopkins abrió la ofensiva

Fue el canje que asombró a la NFL.

En la semana previa al acuerdo que llevo a DeAndre Hopkins a Arizona, se habló de que Johnson estaría en negociación. Pero no se sabía quién –si es que había alguien- iría a Cardinals a cambio. Luego la bomba fue anunciada y los Cardinals vuelan alto desde entonces.

Con Hopkins, Cardinals tiene dos futuros receptores de Salón de la Fama junto con Larry Fitzgerald. Y Hopkins firmó una extensión en septiembre que lo mantendrá en Arizona hasta la campaña 2024.

Desde que llegó al desierto para el campo de entrenamiento, Hopkins ha sido todo lo esperado. Es dominante, dinámico y respetuoso con Fitzgerald. En el campo, Hopkins ha sido incluso mejor de lo anunciado. Hasta la Semana 8, lideró la liga en yardas y recepciones, y tiene tres juegos de más de 130 yardas en comparación con ninguno la campaña pasada.

“Un gran tipo, muy genuino, divertido, le encanta divertirse”, describió el mariscal de campo de los Cardinals, Kyler Murray, a principios de esta temporada. “Creo que todo el mundo, naturalmente, se ha inclinado hacia él por el tipo que es en el vestuario, en el hotel. Parece gustarle a todo el mundo”.

La presencia de DeAndre Hopkins ha abierto la ofensiva de Arizona. A menudo se lo ha utilizado como el único receptor abierto de un lado de Murray, en la formación ‘trips’. Eso obliga a las defensivas a decidir si desliza más cobertura a Hopkins y jugar mano a mano contra Fitzgerald, Christian Kirk y los otros receptores, o apostar con cobertura única con Hopkins. Es la pesadilla de un coordinador defensivo.

Hopkins hizo lo que pudo en la temporada baja para estar en la misma página que Murray, aunque a la mitad de su primera temporada juntos, todavía es un trabajo en progreso.

DeAndre Hopkins se aseguró de asistir a los entrenamientos que Murray organizó en Dallas en el verano como una forma de conocer al mariscal de campo de segundo año. En un momento, antes de la temporada, dijo que quería ser el “mejor amigo” de Murray.

Aunque no tener OTA (organized team activities, actividades organizadas de equipo), minicampamento o pretemporada juntos ha obstaculizado su progreso, la química mejora. Hay momentos en los que parece que han estado juntos durante años y momentos en los que está claro que todavía llevan ocho partidos juntos.

El mes pasado, Hopkins dijo que Murray fue el primer mariscal de campo en gritarle, una clara señal de que los dos descubren cómo ser mejores amigos.