Ezekiel Elliott no se refugia en excusas, aunque el corredor estelar de los Cowboys vive su temporada profesional menos eficiente
FRISCO -- Conforme los Minnesota Vikings (4-5) se han vuelto a meter a la competencia por los playoffs después de un horrible inicio de campaña, pueden darle las gracias al corredor Dalvin Cook.
Hace tres semanas, sumó 163 yardas en 30 acarreos con tres touchdowns en contra de los Green Bay Packers. Hace dos semanas, fueron 206 yardas en 22 acarreos y dos touchdowns en contra de los Detroit Lions. En el "Monday Night Football" de ESPN pasado, Cook sumó 96 yardas en 30 acarreos en contra de los Chicago Bears.
Este domingo, los Dallas Cowboys (2-7) intentarán frenar a Cook. Quizás, puedan lucir un poco anhelantes respecto a cómo los Vikings se han recuperado gracias a su corredor primario. Minnesota está jugando del modo en que los Cowboys, quienes cuentan con Ezekiel Elliott, desean jugar.
Como muchas cosas en el 2020, el plan de juego de los Cowboys ha quedado arruinado.
Pueden culparse los problemas de los Cowboys a la pérdida del quarterback Dak Prescott en el quinto partido. Se puede culpar a las lesiones. Se puede culpar a un cambio defensivo que empezó a redituar dolorosamente lento.
Pero, también está esto: ¿Qué ha sucedido con la producción de Elliott?
Tuvo al menos 89 yardas terrestres en tres de los primeros cinco partidos de los Cowboys. Sumó seis touchdowns totales. Los Cowboys se hallaron en grandes déficits, lo que hizo superfluo correr el ovoide. Elliott lució suficientemente preciso porque tuvo el beneficio de un campamento de entrenamiento --seguro, una versión abreviada-- después de quedarse fuera del campamento en el 2019 por una disputa contractual.
En los cuatro partidos desde entonces --todas derrotas para los Cowboys-- ha superado las 60 yardas terrestres una vez. Ha sufrido cinco balones sueltos este año, perdiendo cuatro, con todos ellos convirtiéndose en touchdowns para los oponentes. Elliott no se ha visto tan efectivo como esperaba en el juego aéreo, atrapando 36 pases para 238 yardas.
"Con nosotros jugando a cuatro quarterbacks en cinco semanas, sus pensamientos N° 1 son que hay que detener la carrera porque Zeke es un jugador tan dinámico", ofreció el vicepresidente ejecutivo de los Cowboys, Stephen Jones. "Dio una actuación valiente [contra los Pittsburgh Steelers] donde no fue capaz de entrenar. Ciertamente, una pequeña lesión de tendón de la corva que no lo ha dejado. Logró algunas carreras realmente sólidas, sucias, y creo que Zeke es un gran jugador y --como todos los demás en este equipo-- ha sido colocado en situaciones complicadas. Pero sigue compitiendo".
Elliott no ha eludido nada en términos de responsabilidad por los errores, suyos o del equipo.
"Ha sido duro, definitivamente", confesó Elliott cuando se le preguntó cuán difícil había sido la campaña.
Lleva paso para acumular 1,017 yardas, que sería su menor total en una temporada completa como profesional. En el 2017, Elliott se perdió seis juegos por una suspensión y finalizó con 983 yardas. Ha corrido para al menos 1,357 yardas en sus tres campañas completas.
Elliott no tiene juego de 100 yardas en lo que va de la temporada, la sequía más larga en su carrera de NFL. "Digo, sí, estoy un poco sorprendido", admitió. "Simplemente debo descifrar esta cosa".
Además, la línea ofensiva de los Cowboys ha empleado a 10 combinaciones diferentes y a seis alineaciones diferentes alineaciones titulares en lo que va del año. Usar a cuatro quarterbacks en cinco semanas no ayudó. ¿En quién más se enfocarían los oponentes que no sea Elliott?
"El sentido común te dice que será una figura central en tu plan de juego", dijo el head coach de los Steelers, Mike Tomlin.
Pero no es como si Elliott estuviera corriendo solamente en contra de defensivas que están apilando hombres en la caja. De acuerdo a ESPN Stats & Information, 36 de las 150 carreras de Elliott han llegado ante frentes de ocho o más defensivos. Está promediando 2.4 yardas por acarreo. Entre corredores de la NFL, posee la quinta mayor cantidad de acarreos ante frentes de siete defensivos o menos.
Hubo un tiempo en que los frentes no importaban gracias a lo dominante que era la línea ofensiva de los Cowboys, y lo bueno que era Elliott para romper tacleadas. Como novato en el 2016, promedió 3.10 yardas antes del contacto y 1.96 yardas por acarreo después del primer contacto. Esta temporada, está promediando 2.06 yardas antes del primer contacto y 1.75 yardas después del primer contacto.
Para efectos de la comparación, Cook --quien lidera a la NFL por tierra con 954 yardas--, está promediando 2.90 yardas antes del contacto y 2.59 yardas después del primer contacto, números que cayeron un poco después del lunes por la noche frente a los Bears.
Lo que hace grande a Elliott es su habilidad para desgastar a una defensiva. En el 2018, última ocasión en que los Cowboys se metieron a playoffs, sumó 72 acarreos para 351 yardas y cinco touchdowns en el cuarto periodo. Esta temporada, suma 27 acarreos para 107 yardas en el cuarto periodo, y cuatro de esos intentos llegaron con los Cowboys adelante.
Las diferencias entre cómo Elliott ataca el hueco y cómo su suplente, Tony Pollard, hizo lo mismo ante los Steelers lucieron claras. Sin lugar a dudas, los Steelers estaban listos para Elliott.
"Zeke simplemente es víctima de algunas situaciones lodosas, y a veces esas son las 3 yardas más sucias y difíciles, pero las necesitamos", explicó el coordinador ofensivo de los Cowboys, Kellen Moore.
Elliott posee un acarreo mayor a 20 yardas en la campaña.
"Uh, vaya, no lo sé", respondió Elliott cuando se le preguntó por qué cree que hay una carencia de acarreos explosivos.
Los números en declive de Elliott son un recordatorio del ex corredor de los Cowboys, Marion Barber. En el 2008, Barber firmó un contrato por siete temporadas y 45 millones de dólares que incluyó 16 millones garantizados. Barber dividió oportunidades la mayor parte del tiempo con Julius Jones en sus primeras tres campañas, y acumuló una marca personal de 975 yardas en el 2007, con 10 touchdowns.
En los siguientes tres años después de firmar ese acuerdo, promedió 730 yardas en 188 acarreos y seis anotaciones. Barber perdió la energía en las piernas. Tenía 27 años de edad cuando los Cowboys lo cortaron.
Antes de la temporada del 2019, los Cowboys firmaron a Elliott, quien ahora tiene 25 años de edad, a una extensión de contrato de seis años y 90 millones de dólares. Su salario base de 9.6 millones de dólares para el 2021 quedó completamente garantizado en marzo pasado. Su salario base de 12.4 millones de dólares para el 2022 queda completamente garantizado en el quinto día del nuevo año de la liga del 2021, dificultando para los Cowboys liberarlo, lo que ni siquiera es una idea que pasa por la gerencia.
Las excusas están allí --no está Prescott, una línea ofensiva tambaleante, desventajas marcadas-- pero Elliott se rehúsa a escudarse tras ellas.
"Me preocupa más que ganemos partidos", declaró Elliott. "No me podrían importar menos los logros individuales y las estadísticas ahora... Mi enfoque ahora es simplemente tratar de ganar un partido de fútbol americano".