Wahbi Khazri es el mejor jugador de esta Selección de Túnez, su 2do goleador histórico y una de las figuras del fútbol tunecino. Con las Águilas de Cartago disputó 5 Copas Africanas y en Qatar 2022 jugará su 2da Copa del Mundo seguida. Este Mundial es especial porque chocarán ante Francia, el campeón mundial. “Vamos a enfrentar a uno de los mejores equipos, sino el mejor, y ese desafío me entusiasma. Vamos a demostrar de lo que somos capaces”, afirma. Como para casi todos en Túnez, la relación de Khazri con Francia es personal.
Al igual que Napoleón Bonaparte, Khazri nació en Ajaccio, la capital de la isla de Córcega. Hijo de un tunecino, se acostumbró a vivir en Francia y a cruzar el Mediterráneo para veranear en Túnez. Como el Emperador, Wahbi sintió que la Galia le quedaba chica, o quizás vio que tendría más opciones en otra Selección, y se decidió a conquistar las tierras de sus ancestros a partir de su talento para el fútbol.
La suya es una historia más de la fluida conexión cultural entre Túnez y Francia, hace menos de un siglo aún colonia africana y metrópoli europea respectivamente. Con sus goles y gambetas, Khazri enamoró a los tunecinos que, rápidamente, lo adoptaron como su ídolo futbolístico. “Para eso jugamos al fútbol, para hacer feliz a la gente”, dice Wahbi, siempre con una sonrisa en los labios.
Khazri comenzó a jugar al fútbol, con esa alegría, en su ciudad. Pronto se fue al Bastia, para crecer en el club más potente de Córcega. A los 18 años, en 2009, debutó como profesional ya con esa cabeza rapada que hoy lo distingue. Ese fue el comienzo de su extensa carrera en la Ligue 1, en esta temporada jugará en su 5to club, Montpellier. Salvo un breve paso por la Premier, con Sunderland, en Francia es donde mostró lo mejor de su juego. Dejó para la historia este golazo ante Metz, desde atrás de mitad de cancha.
La noticia de su debut llegó rápido a Túnez, desde donde lo convocaron a la Selección Sub20, con la que también se presentó en ese 2009. En su club, se transformó en una pieza clave del Bastia que ganó 2 ascensos seguidos para llegar a la Ligue 1 en 2012. Como hoy, Khazri aportaba su desequilibrio de extremo o medio ofensivo y su disparo goleador cuando era delantero. Entonces, su potencial también fue reconocido en Francia. A fines de 2011, aceptó el llamado del sub 21 galo pero sólo jugó un partido, 1-1 ante Italia.
El 2012 pasó sin novedades y cuando las Águilas lo volvieron a llamar, esta vez para sumarse a la Selección mayor para jugar la Copa Africana de 2013, Khazri no dudó en volver a vestirse de rojo y blanco. Desde entonces, lidera la ilusión de Túnez en cada competencia. En más de 60 partidos anotó 24 goles, 2 de ellos en el último Mundial.
“Cumplí un sueño que tenía de chico. Estoy contento por el Mundial que jugué. Fue un gran placer disputarlo con mi país”, afirma Khazri. En Rusia 2018, su mejor actuación con Túnez, dio una asistencia y marcó un gol de tiro libre ante Bélgica, en la dura derrota 2-5. Ante Panamá, en la jornada final, dio otro pase gol y convirtió el 2-1 para el triunfo, el 2do de Túnez en Mundiales tras 40 años.
Para Khazri, jugar por la selección de Túnez es algo natural. “Este es el país de mi padre, donde solía ir de vacaciones. Estas son mis raíces. Cuando veo el fervor en nuestros partidos, es aún más motivador. Todos estamos pasando por un momento difícil con la pandemia y, en algunos países africanos, la única felicidad que podemos tener es el fútbol”, explica.
Con la 10 en la espalda, Khazri sabe que es un jugador importante para las Águilas. Pero tiene aún más clara la filosofía colectiva del equipo nacional. “Argelia tiene a Mahrez, Egipto a Salah. En Túnez, contamos con un plantel de calidad. Nuestra fuerza es el colectivo”, asegura. A los 31 años, Wahbi disfruta el cariño que recibe de cara al que podría ser su último Mundial. “Soy bien recibido porque cada vez que juego con mi país doy el máximo. El final no está muy lejos para mí y trato de disfrutar cada momento”, admite.
El objetivo de Túnez en Qatar, su 6to Mundial, será pasar la fase de grupos por 1ra vez. Khazri sabe que no será sencillo. "No somos candidatos, Francia lo es, pero los lugares están en juego. En el último Mundial caímos en un grupo más difícil que éste. Estamos en condiciones de subir el nivel en las grandes ocasiones", se ilusiona.
Khazri se entusiasma con volver a emocionarse escuchando el himno y con enfrentar a los mejores futbolistas del planeta, en especial a los franceses. "Estoy muy contento, ya estoy deseando estar ahí. Conozco a muchos de sus jugadores de las inferiores de Francia", afirma. Sobre todo ante ellos, en un partido especial para todo el fútbol tunecino, Wahbi desea lucirse. “Tuve la suerte de marcar dos goles en Rusia y no me importa añadir uno o dos más", asegura. Túnez los va a necesitar si quiere hacer historia en Qatar 2022.