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Así juega Túnez: sistema táctico y posible once de cara a la Copa del Mundo de Qatar 2022

La Selección de Túnez, un equipo experimentado y rocoso que confía en el poder de lo colectivo Getty Images

La Selección de Túnez profundizó su nueva identidad en 2022, bajo el mando de Jalel Kadri. El flamante entrenador construye su equipo de atrás hacia adelante, con solidez defensiva e inteligencia táctica. Estas Águilas se caracterizan por la experiencia, por su familiaridad con el fútbol árabe y por su espíritu colectivo.

En un equipo sin jugadores de renombre mundial, Túnez se hace fuerte desde la suma de las partes. Esa identidad colectiva es la que mantuvo a las Águilas, en las últimas décadas, en los primeros planos del fútbol africano y en el elenco estable de la Copa del Mundo. La de Qatar 2022 será su quinta participación en los últimos 7 Mundiales.

Pero con su actual DT se subraya la prédica de una férrea ética de trabajo y una responsabilidad patria que motiva a sus futbolistas y enamora a sus hinchas. El sueño de una Túnez unida e invencible los aglutina a todos. Kadri lo dejó en claro desde su primer partido con entrenador, en Mali, por la ida del repechaje para ir al Mundial. “Hoy, ustedes no son jugadores, son militares. Doce millones de tunecinos esperan la victoria. Y sé que son capaces de conseguirla”, le gritó a sus futbolistas minutos antes de salir al campo. Tras el triunfo 1-0 en Bamako, el video de esa arenga se volvió viral.

Esas imágenes, el triunfo y la posterior clasificación al Mundial con un empate sin goles en Radès le sirvieron a Kadri para hacerse conocer. El DT, que había sido asistente del anterior entrenador, Mondher Kebaier, era poco familiar para los tunecinos y su llegada al cargo, tras una pobre Copa Africana 2021, había generado mucha incertidumbre. La confianza ganada le permitió acelerar una revolución que ya había comenzado en la gestión previa. Desde 2019 hasta el repechaje mundialista, Túnez jugó 47 partidos, ganó 29 y perdió apenas 11. Le hicieron sólo 29 goles y en 22 ocasiones no le pudieron convertir.

Kadri tiene apenas 6 partidos como DT de Túnez, pero desde el juego uno ya se notaba en su equipo una idea definida. Sin hacer grandes cambios tácticos, el 4-3-3 continúa siendo el dibujo inicial, las Águilas siguen lejos del perfil ofensivo de hace unos años y ahora muestran una rostro más aguerrido, táctico y contragolpeador. Bajo su mando, ganó 4 y empató 2. Marcó 10 goles y no le hicieron ninguno.

Para llevar adelante su modelo, Kadri eligió a los jugadores más experimentados del país. Tienen entre 27 y 30, son los veteranos del último Mundial, las figuras de la Liga local, sobre todo del poderoso Espérance, y de otros torneos de Medio Oriente. La clasificación a Qatar la consiguió con sólo 2 jugadores “europeos” en el 11 inicial.

Las formaciones de Kadri suelen estar sobrepobladas de mediocampistas, dotados del conocimiento táctico que el DT tanto valora. Es habitual ver a volantes ocupar la línea ofensiva. Estos jugadores garantizan un repliegue ordenado, que transforma el dibujo inicial en un 4-5-1, y son hábiles para cortar el primer pase rival y lanzar contraataques. Mucho de esto se vio en la Copa Kirin que Túnez ganó venciendo a Chile 2-0 y goleando 3-0 al local, Japón, en la final.

Los futbolistas más curtidos, como Wahbi Khazri (Montpellier), Youssef Msakni (Al Arabi), Ferjani Sassi (Al Duhail) o Seifeddine Jaziri (Zamalek SC), son los que cargan con la responsabilidad. Las jóvenes promesas, que el DT anterior probó con éxito en la Copa Árabe 2021, Hannibal Mejbri (Manchester United) es el mejor ejemplo, son piezas de recambio que complementan el plantel.

Con una nómina tan pareja, una filosofía tan colectiva y de tanta rotación es difícil encontrar una formación estable en Túnez. El arco lo defiende habitualmente Bechir Ben Said, fue el arquero en la serie ante Mali, pero durante la Copa Kirin sumó minutos Aymen Dahmen por lo que la pelea por la titularidad en Qatar está abierta.

En defensa, la línea de 4 y la presencia de Montassar Talbi en la zaga son una de las pocas certezas. Su acompañante suele ser Nader Ghandri pero el veterano Bilel Ifa también puede hacerle dupla. Dylan Bronn, que estuvo en Rusia 2018 pero perdió su lugar por falta de continuidad en su club francés, podría regresar. En las bandas, Mohamed Dräger es habitual en el lateral derecho y el experimentado Ali Maâloul en el izquierdo, pero Ali Abdi, que juega en Francia, supo reemplazar a ambos.

En la media cancha, Aissa Laïdouni estuvo en cada partido del ciclo Kadri. Junto a él, suelen repartirse el campo el veterano Ferjani Sassi y la figura del fútbol local, Mohamed Ali Ben Romdhane. También fueron titulares en estos partidos Ghailene Chaalali y el propio Hannibal Mejbri.

En la ofensiva, el goleador Seifeddine Jaziri y el capitán Youssef Msakni parecen tener lugares asegurados. A ellos debería sumarse Wahbi Khazri que aunque no sumó minutos en el ciclo Kadri, pasó un semestre complicado peleando y perdiendo el descenso en la Ligue 1, debería ser titular. En versiones más conservadoras, o en momentos del juego, algún delantero podría dejarle el lugar a un medio de experiencia como Naïm Sliti o Issam Jebali, o a uno creativo y sacrificado como Anis Ben Slimane, uno de los jóvenes que más jugó en la era Kadri.

Entonces, un posible once mundialista sería: Bechir Ben Said; Mohamed Dräger, Montassar Talbi, Nader Ghandri, Ali Maâloul; Mohamed Ali Ben Romdhane, Aissa Laïdouni, Ferjani Sassi; Wahbi Khazri, Seifeddine Jaziri y Youssef Msakni.