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Julie y Zach Ertz, dos atletas comprometidos con sus cuerpos y sus corazones

Esta es una historia exclusiva de la edición 2017 del Body Issue de ESPN The Magazine. Suscríbete ahora

Julie y Zach Ertz podrían aspirar a obtener el título de la pareja con mejor condición física del mundo. Julie, miembro del equipo ganador de la Copa del Mundo en 2015, y Zach, ala cerrada de los Philadelphia Eagles, se casaron en marzo después de compartir sus vidas durante más de cuatro años. ¿Cómo celebraron la ocasión? Posaron para el "Body Issue", desde luego, con menos de una semana de anticipación al gran día. (¿Qué hicieron los lectores para sus fotos de casamiento?) Después, la pareja habló con el periodista Morty Ain sobre la confianza en el propio cuerpo, entrenar juntos y ser demasiado competitivos en juegos de mesa.


¿Cómo se conocieron ustedes dos?

JULIE: Nos encontramos por primera vez en un juego de béisbol en Stanford. Teníamos amigos en común. Después que gané la Copa del Mundo Femenina Sub-20 [en 2012], él me mandó felicitaciones [en un mensaje de texto] por nuestro triunfo. Luego miré un partido de fútbol americano en el que él participó e hizo una enorme anotación. Le mandé un mensaje de texto que decía, "Felicitaciones, es muy bueno verte jugar tan bien". ¡Creo que nuestros respectivos éxitos encendieron nuestra relación!

ZACH: Esa anotación puede haber sellado el trato. Quiero decir, ¡espero haber ofrecido algo más que esa anotación contra Oregon! [Ríe]

¿Son competitivos entre sí?

ZACH: Extremadamente.

JULIE: Es bastante grave. Jugamos un montón de juegos de cartas y juegos de mesa, pero en los juegos de mesa tenemos que estar en el mismo equipo. De lo contrario, somos capaces de no hablarnos durante una hora. Somos demasiado obstinados.

ZACH: Tenemos un libro en el que llevamos la cuenta de los triunfos. Hay dos lados del libro; uno está rotulado "Z" y el otro "J", y es una cuenta corriente de las victorias, porque Julie es conocida por ser tramposa. [Ríe] Ella exagera las victorias que tiene. Así que creamos este libro para controlarnos entre nosotros. Igual tengo que mirar sobre su hombro para asegurarme de que no se está anotando dos victorias en lugar de una, o si realmente me anota mis victorias.

JULIE: Desafortunadamente, Zach está ganando ahora mismo. No voy a mentir, está con ventaja. Antes él ganaba por un margen bastante amplio, pero yo he estado descontando con el gin rummy.

ZACH: El único lugar en el que nunca competimos realmente es cuando entrenamos. En esos momentos solo nos alentamos mutuamente o nos llamamos la atención – algunas observaciones críticas – porque sabemos con cuánta seriedad nos observamos mientras entrenamos.

JULIE: Fuera de temporada, entrenamos juntos casi todos los días. El levantamiento de pesas es una parte sencilla de hacer en común, simplemente cambiamos las pesas una y otra vez. Hacemos mucho "core training" juntos. Pilates y yoga, siempre lo hacemos juntos. Pero creo que es un poco más fácil para mí, con 5-7, ser más flexible y moverme un poco mejor que él, con 6-5.

ZACH: Ella me ha ayudado con mi flexibilidad. No es algo que me salga naturalmente. He creado esta rutina de elongación que tengo que hacer todas las noches. Se enfoca en cada músculo y grupo articular del cuerpo. No puedo dormir a menos que la complete antes de ir a la cama.

JULIE: Zach cuida tan bien su cuerpo, es increíble. Es tan meticuloso en lo que hace, como si fuera un obsesivo compulsivo.

¿Alguna vez se sintieron inseguros sobre sus cuerpos?

ZACH: Cuando llegué a Stanford, parecía que todos los otros tipos estaban tallados en granito. Yo recién empezaba, todavía tenía un poco de grasa infantil. Y como era la primera vez que estaba solo, gané algo de peso que probablemente no debía ganar. En ese entonces, no comprendía realmente cómo hacer que tu organismo se alimente para lograr substancia en lugar de satisfacción.

JULIE: Hubo momentos en que traté de esconder mis músculos. Cuando eres una jovencita escuchas, "Eres realmente fuerte" o "Tienes brazos realmente tonificados". En mi mente, eso era algo que no debía decirse de una muchacha. Para mí tenía que ser "Eres bonita". Pero en el instante en que me ponía mi uniforme de fútbol, dejaba de preocuparme por mi apariencia, solo quería jugar. [Ríe] Yo estaba ahí, quería ganar, quería jugar.

ZACH: Cuando era más joven, inicialmente odiaba el fútbol americano porque me ponían en la línea ofensiva por ser el muchacho más grande. El límite de peso era unas 125 libras (56.700 kg) y yo pesaba 135 libras (61.235 kg), así que tenía que perder 10 o 15 libras (4.5 o 6.8 kg) para poder dar el peso. Tenía 13 años y debía someterme a un estricto régimen de dieta. Nadie quiere tener 13 años y no poder comer helado después de la cena.

¿Cómo se apoyan uno al otro durante los momentos difíciles?

JULIE: En los momentos de dudas, es bueno tener a alguien que esté de tu lado, respaldándote. Una oportunidad en que agradecí que Zach estuviera respaldándome fue antes de la Copa del Mundo. No fui incluida en la lista [de los partidos clasificatorios] y ese fue un momento duro. Como él también es un deportista profesional, comprende esos momentos de altos y bajos. Hay momentos del día en que me encuentro tan cansada y él me dice "Bien, ve y haz dos carreras más". Desde las cosas más pequeñas hasta las más grandes, todo ayuda al final.

ZACH: Yo he tenido que lidiar con una lesión los últimos dos años al comienzo de la temporada y ella tuvo la capacidad de mantenerme enfocado y no dejar que me alterara ni que me deprimiera ... Ella dejará todo lo que tenga que hacer para venir a Philadelphia, aunque esté jugando en Chicago. Sin duda es una carga tomarle tanto tiempo de su deporte, pero ella sabe que a veces hay que hacer eso para poder ayudar a la otra persona a superarse.

JULIE: Me siento muy cómoda con lo que soy actualmente y, sin duda, gran parte de eso se lo debo a él – porque sigue diciendo lo bonitos que son mis músculos o que le encanta verme cuando corro o entreno. Él me respalda, quiere que tenga éxito y me motivo. Eso ha sido realmente especial en los últimos cinco años.

ZACH: Me encanta ver jugar a Julie. Yo sé cuánto trabaja ella en su deporte y sus destrezas – ver cómo ese trabajo duro rinde sus frutos es muy satisfactorio también para mí.

JULIE: Creo que para mí es mucho más fácil verlo jugar a Zach que para sus otros familiares, solo porque yo sé cuánto ama el deporte y cuánto se esfuerza para practicarlo. Cuando me siento cerca del campo de juego y puedo escuchar las protecciones golpeándose entre sí, mi corazón se acelera un poco. Pero solo quiero que él tenga éxito y haga lo que ama.

¿Qué parte del cuerpo del otro ama más cada uno de ustedes?

JULIE: Yo diría que los glúteos de él. Nunca he visto a nadie con glúteos como esos. Me muestra cómo hacer sentadillas y pienso, "¡Mis glúteos no se mueven así!" [Ríe] Pero no quiero que se ponga demasiado orgulloso.

ZACH: Me encanta su trasero. Esa sería mi elección N° 1. Ella puede llamarlos "glúteos" y hacerse la científica; yo me quedo con el trasero.