Si hay algo que se puede ver desde afuera es que San Fernando es una familia. Federico Chimenti, preparador físico de los planteles A de damas y caballeros, se adentró a esa nueva oportunidad hace aproximadamente cinco años. Venía de estar muchos años en Hurling Club, y ese afán por nuevos desafíos hizo que Lucas Rey lo invitara a formar parte de su cuerpo técnico. “Es un club que tiene una historia muy fuerte y reciente a nivel selección y metropolitano. Venía de ser campeón en 2017 y el desafío más grande fue poder insertarme socialmente en el grupo. El rol del PF va más allá de la preparación en sí y de la búsqueda del rendimiento individual, también es muy importante la parte social para poder llegar a lograr eso con cada jugador”, comentó Federico.
Siempre está el vértigo de incorporarse a un grupo humano ya consolidado, pero Chimenti aclaró que los jugadores le facilitaron mucho esa inserción, ya que tenían una gran predisposición al trabajo y en ese momento, un líder muy fuerte – Lucas Rey. “El compromiso siempre está ahí, en trabajar para buscar la mejoría diaria en los detalles, y es algo que hay que estar preparado y hay que tener energías para afrontarlo porque la demanda es altísima”, agregó.
Esos cinco años de trabajo duro y de aprendizaje, culminaron en un equipo muy fuerte, tanto dentro como fuera de la cancha, que se reinventa cada año. “Desde el 2019 a hoy crecimos todos, aprendimos de las derrotas y las victorias”, dijo Federico, y luego también comentó que está en una etapa en donde le toca disfrutar a sus jugadores como grupo. “Tienen una cultura de entrenamiento de nivel de selección que hace la diferencia, y hace que los jugadores sean lo apasionantes que son a la hora de entrenarse y de mejorar”.
Otro de los temas de los que habló fue la importancia de la comunicación y de la pretemporada, capaz el momento que más “sufre” el jugador, pero sin dudas, una etapa clave del año, en donde el preparador físico tiene que planificar, analizar y ajustar variables de manera constante para que el jugador no se lastime y siempre pueda mejorar.
“Lo más importante es la comunicación diaria con todas las camadas que intervienen en la conformación del plantel, e ir trabajando en función de su agotamiento o no, semana a semana, mes a mes”. Chimenti insiste en este tema, y afirma que la trayectoria a lo largo del tiempo provee herramientas para saber que hay que escuchar a los más chicos, que capaz no pueden adaptarse al ritmo que impone un referente, y a los más grandes, que empiezan a sufrir las demandas de la actividad. “Hoy el hockey tiene una inclinación muy alta hacia el alto rendimiento y al profesionalismo, pseudoprofesionalismo se podría decir, y es un sacrificio diario que hace el jugador para conseguir rendimiento en busca de distintos objetivos”, comentó.
El año calendario de un jugador de hockey es extenso, comienza en febrero con la pretemporada y termina a fin de año con la resolución de diferentes torneos, como el Torneo Metropolitano, la Copa Buenos Aires, y el Súper 8. Todo eso hace que el desgaste sea grande y la competición sea constante durante todo el año. “Es muy importante mantener charlas constantes con los jugadores, en donde te permita ir ajustando la planificación de manera tal que siempre se priorice la salud mental del jugador, y siempre pueda dar todo en los entrenamientos, y que se conviertan en entrenamientos de crecimiento”, dijo Federico.
Otra de las cosas que se puede ver desde afuera es la mentalidad de San Fernando. No es fácil perder cinco finales en los últimos años (en 2022 la final del Súper 8 ante Mitre y la semifinal de los Playoffs contra Banco Provincia, y en 2023 el Summer Trophy en Mar del Plata, la final del Súper 8 contra Banco Provincia y la semifinal de los Playoffs contra GEBA), pero ellos siempre mantuvieron la frente en alto. “Afrontamos la derrota como la victoria, con el dolor que eso genera, pero como culturalmente somos insistentes y perseverantes, siempre trabajamos para mejorar y ganar. Siempre queremos ganar y ser el mejor equipo, eso no lo vamos a abandonar por un resultado”, explicó el PF.
La cabeza es una de las cosas más importantes para trabajar a nivel deportivo, y a veces puede convertirse en el peor enemigo del jugador, pero como mencionó Federico: “Es difícil y no hay recetas, pero siempre nos entregamos al 100. Los chicos trabajan durísimo en la semana, durante todo el año. También hace años incorporamos y evolucionamos la estructura de trabajo desde el entrenamiento invisible al visible. Eso te deja tranquilo que lo hiciste todo para triunfar”.