NUEVA YORK - El Round 1 se fue del lado de los Azulejos de Toronto. Y quedan 12 más.
El viernes, los Azulejos se llevaron el primero de los 13 juegos que restan entre Toronto y los Yankees que podrían decidir la División Este de la Liga Americana. José Bautista masacró una recta de 97 mph de Branden Pinder en la 10ª entrada y la envió sobre la cerca del jardín izquierdo. Eso le dio la victoria a los Azulejos 2-1, su noveno triunfo en 10 juegos, y los acercó a 3 1/2 juegos del liderato de la división.
Aun así, es demasiado temprano y no es lo suficientemente cerrado como para enfocarse demasiado en la tabla de posiciones.
"El enviar un mensaje, eso es lo más importante", dijo Bautista, rodeado por reporteros en el camerino visitante del Yankee Stadium.
¿Cuál fue ese mensaje?
"Ganamos el primer juego de la serie", dijo Bautista. "Todo el mundo sabe lo que nuestra ofensiva es capaz de hacer. Tenemos mañana a David Price. No creo que ellos se sientan bien ahora mismo al estar en casa".
Como dijo R.A. Dickey luego de la victoria de los Azulejos, los jugadores no están demasiado pendientes a los números exactos, y los catalogan como "ruído blanco" en este punto.
Con Price en el montículo, los Azulejos se sentirán muy bien al levantarse el sábado.
El béisbol puede ser un juego bastante extraño. La última vez que los Yankees vieron a Price, fue en Detroit en abril. Los Yankees les anotaron ocho carreras a Price en 2.1 entradas. Así que nadie sabe lo que le depara a ambas novenas el sábado.
Pero los Azulejos tienen un aura ahora mismo que es tan especial como difícil de sostener. Ellos están ganando juegos de todas las maneras posibles, con una plantilla que Alex Anthropoulus fortaleció en la fecha límite de cambios. Desde el cambio de Troy Tulowitzki, los Azulejos juegan para 9-1.
Los Azulejos llegaron por última vez a la postemporada en 1993, así que han pasado por muchas noches en las que se han tenido que ir a casa con el mismo sentimiento que arropó a los Yankees el viernes en la noche, solo para tener que levantarse algunas horas más tarde para medirse al as del equipo rival.
"Yo he estado en esa situación en el lado contrario", dijo Bautista. "No es un sentimiento bueno. Estoy contento de que estemos en este punto ahora mismo. Tenemos que seguir ejecutando. Me gusta nuestra posición".
Al tener a Pinder midiéndose al nucleo de la alineación de los Azulejos, era un poco predecible que uno de los toleteros de poder de Toronto le llevara lejos una pelota. Joe Girardi recurrió a Pinder luego de utilizar a Andrew Miller en la novena entrada.
Girardi ya había utilizado a Dellin Betances por dos entradas y no quería usar por un segundo episodio a Miller, lo que hubiese quemado su bullpen de final de los partidos. Además, Josh Donaldson, Bautista y Edwin Encarnacion suelen destruir a los lanzadores zurdos. Al no tener disponible a Adam Warren, Girardi tuvo que recurrir a Pinder.
"Miré el éxito que esa parte de la alineación había tenido ante los zurdos, y sentí que tenía que usar al derecho en ese momento", dijo Girardi.
No le salió la jugada, pero no fue totalmente culpa de Pinder la derrota de los Yankees. Ellos desperdiciaron una buena salida de parte de Nathan Eovaldi, quien lanzó 6 1/3 entradas y solo permitió un cuadrangular solitario de Josh Donaldson en la primera entrada. El bullpen lució bien hasta el turno de Bautista. Pero la ofensiva de los Yankees no pudo conectar la pelota de nudillos de R.A. Dickey que Girardi describió como una "mariposa".
Aparte del 30º cuadrangular de Mark Texeira, un vuelacercas solitario en la segunda entrada, los Yankees no pudieron manufacturar nada más. A pesar de lo buena que ha sido la ofensiva últimamente, es difícil seguirles pidiendo demasiado. Sería bueno que logren fabricar algunas carreras.
Por ejemplo, con el juego empatado en la octava, Brett Gardner conectó sencillo abriendo la entrada. Parecía como un momento perfecto para robarse una base para colocar un corredor en posición de anotar y alejar la posibilidad de una doble matanza.
Sin embargo, Girardi afirmó que Gardner no salió al robo porque LaTroy Hawkins es bastante rápido en el plato y Russell Martin está sacando a cuatro de cada 10 corredores que le salen al robo. Alex Rodríguez bateó para doble matanza.
Los Yankees perdieron. Es solo un juego y restan muchos asaltos en la pelea, así que no es tiempo de comenzar a pensar en la tabla de posiciones.
"Realmente, no mucho", dijo Dickey cuando se le preguntó si estaba prestando atención a la contienda. "No hasta septiembre. Nosotros como jugadores podemos sentir cuando estamos en ello. Nosotros sabemos. Ahora mismo todo eso es ruido blanco. En septiembre, comenzaremos a mirar la tabla de posiciones y la pizarra de los otros juegos".
El viernes, el pizarrón marcó Azulejos 2, Yankees 1, en 10 entradas. Si Price logra hacer lo suyo el sábado, los Yankees comenzarán a sentirse peor que antes.