En el segundo día de competencia, Estados Unidos quedó fuera de la pelea por una medalla al caer por 18-0 con Australia en el partido por los cuartos de final. Sin embargo, esta jornada ya es histórica para un emblema de Las Águilas: Perry Baker.
El veterano de 38 años fue figura en el primer triunfo de su equipo en el torneo, frente a Uruguay por 33-17 en la fase de grupos, apoyando nada menos que cuatro tries.
De esta forma, se convirtió en el primer jugador en anotar esta cantidad en un Juego Olímpico, algo que ya había hecho la fijiana Reapi Ulunisau en la rama femenina en Tokio 2020.
Con estas firmas, además, igualó el récord de tries en los Juegos Olímpicos, que ostentaba en soledad su ex compañero Carlin Isles. El sábado, Estados Unidos jugará la semifinal por el quinto puesto ante Irlanda y Baker tendrá la chance de seguir sumando y cortarse en soledad.