Rafael Nadal, número dos del mundo, disputó en Buenos Aires el primer partido de la gira de exhibición que realiza por Latinoamérica junto al noruego Casper Ruud. Su paso por el Parque Roca fue una verdadera fiesta y quedará en el recuerdo de todos para siempre. Sin embargo, más especial será para un joven alcanzapelota que tuvo el privilegio de pelotear con el dueño de 22 trofeos de Grand Slam.
Comenzado el segundo set, con el marcador 1-1, Ruud le dejó su raqueta a un ball boy para que tenga el agrado y la oportunidad que el mundo entero desea de intercambiar un par de bolas con el manacorí. Lejos de ser un desentendido, el joven desplegó magia y se convirtió en una especie de Nick Kyrgios: sacó de abajo y terminó fallando una gran willy que era la frutillita del postre.
El partido tuvo puntos memorables y momentos particulares que provocaron asombro y risas. La grandeza de Nadal va más allá de los 92 títulos y quedó una vez más comprobado en el suelo de Buenos Aires.