Hay una certeza: El argentino Tomás Etcheverry (76° del ranking) está viviendo la mejor semana de su carrera. En Santiago de Chile, ATP 250, derrotó a su compatriota Sebastián Báez (35°) por 7-5 y 6-3 y jugará su primera final ATP.
El partido comenzó con una paridad total. Ambos jugadores mantuvieron su servicio sin demasiadas complicaciones y parecía que el mismo se definiría en un tie-break. Sin embargo, en el decimosegundo game, el platense aprovechó sus únicas chances de quiebre para adelantarse en el marcador. En el segundo capítulo, el tenista de 23 años salió a buscarlo con muchísima determinación. A puro winner con su derecha y determinación con su servicio, consiguió llevarse el partido en una hora y 38 minutos.
En el transcurso del torneo ya venía dando indicios de que su tenis estaba en alza. Logró una victoria contundente ante el experimentado Fabio Foginini (82°) en primera ronda, derrotó a Francisco Cerúndolo (32°), mejor rankeado de su país, en octavos de final y dio una clase de tenis ante Dusan Lajovic (75°) en cuartos. En Buenos Aires, hace tan solo algunas semanas, había puesto contra las cuerdas a Cameron Norrie (12°), dando muestras de que estaba para pelearle mano a mano a tenistas de primer nivel.
Las buenas noticias para Etcheverry no paran de llegar. Dejará Chile, como mínimo, en el Top 60 del ranking (mejor ubicación histórica) y, de ganar la final, podría quedar Top 50. Además, por las bajas de Marin Cilic, Kyle Edmund y Corentin Moutet, jugará su primer Masters 1000 en Indian Wells.
La otra semifinal será protagonizada por Nicólas Jarry (87°) y Jaume Munar (66°). Con el chileno tiene un récord de 1-0 y con el español, por el contrario, de 0-1