Debut y despedida para Sebastián Báez (32º del mundo) en el Masters 1000 de Monte-Carlo, primero de la categoría sobre polvo de ladrillo y el tercero del año, tras Indian Wells y Miami. El argentino fue de menos a más pero no pudo con Jack Draper (61º) y quedó eliminado después de casi dos horas de juego. El británico aprovechó mejor las oportunidades de quiebre y se impuso por 6-3 y 7-5.
Báez, quien inició la gira europea sobre polvo de ladrillo en el ATP 250 de Estoril, donde cayó en cuartos de final ante Casper Ruud por un contundente 6-3 y 6-0, no pudo festejar ante un rival de inmenso talento y en constante ascenso pero a su vez inexperto en tierra batida, ya que apenas está afrontando su segundo torneo ATP en dicha superficie y solo registraba una victoria hasta este encuentro (en Madrid 2022, ante Lorenzo Sonego).
El compromiso transcurrió con mucha paridad. En el primer set, Draper, quien en California pudo vencer a Murray, su ídolo de la infancia, salvó seis oportunidades de quiebre y rompió el servicio de Báez capitalizando su única chance de rotura. Luego, en la segunda manga, el joven zurdo de 21 años de edad hizo lo propio en el quinto y undécimo game y se adueñó del primer enfrentamiento entre ellos.
De esta manera, el mejor albiceleste del ranking ATP y campeón este año en el ATP 250 de Córdoba, no pudo aliarse a su compatriota Francisco Cerúndolo, quien previamente logró una victoria sensacional ante el británico Cameron Norrie en el Court Des Princes (segundo estadio en importancia), y se quedó sin el pase a la segunda ronda del certamen monegasco.
Al igual que en 2022, Báez abandonó el Principado en la primera ronda (perdió con el español Pablo Carreño Busta el año pasado) y ahora registra un total de 2-10 en torneos M1000. Sus éxitos fueron ante el neerlandés Tallon Griekspoor en Roma 2022 y versus el australiano Rinky Hijikata en Indian Wells 2023.