¿Cómo se verían el New York Liberty o el Seattle Storm esta temporada si logran contratar a la actual agente libre sin restricciones Breanna Stewart?
Al acercarnos a la verdadera apertura del mercado de agentes libres de la WNBA este sábado, cuando jugadoras y equipos pueden empezar a negociar, todas las miradas se centran sobre la dos veces Jugadora Más Valiosa de las Finales y sus tuits enigmáticos llenos de emoticones. Siendo la jugadora disponible mejor cotizada, la decisión de Stewart podría cambiar el equilibrio de poder de la liga.
Esperamos que Stewart se decida entre renovar con el Storm (que la eligió en el primer puesto del draft en 2016 como egresada de la Universidad de Connecticut y que desde entonces ha ganado dos títulos de la WNBA) o volver a su estado natal para jugar con el New York Liberty tras reunirse con la franquicia durante la pasada temporada baja para luego retornar a Seattle con un contrato a un año.
Esa ecuación cambió a principios de esta semana cuando New York pudo contratar a otra ex Más Valiosa, la ganadora del premio en 2021, Jonquel Jones, mediante un canje. Contrario a alejar al Liberty de la puja por los servicios de Stewart, la inclusión de Jones aumentó el espacio dentro del tope salarial del equipo de la Gran Manzana.
Analicemos en profundidad cómo serían las proyecciones del Liberty y del Storm esta temporada si logran captar a Stewart… y cualquier otra incorporación en el mercado de agentes libres.
Seattle Storm
Es posible que el argumento más persuasivo para renovar a Stewart se concretó el pasado verano, cuando la comunidad de Seattle se unió para celebrar la última temporada en la WNBA de su compañera Sue Bird. La mayor cifra de asistentes en la historia de la franquicia copó su nueva casa del Climate Pledge Arena para presenciar el último encuentro de Bird como local en temporada regular y el promedio de asistencia del Storm (superior a 10,600 personas) fue el mejor reportado en la WNBA por una diferencia cercana a 3,000 aficionados por encuentro.
La despedida de Bird habría sido una ocasión importante en cualquier plaza. Fue especial porque Bird pasó la totalidad de su carrera en la WNBA jugando en Seattle, luego de hacerse célebre por rechazar la oportunidad de volver a casa para vestir la camiseta del Liberty poco antes de la llegada de Stewart.
“No puedes evitar pensar en cómo Sue ha estado aquí durante la totalidad de su carrera”, expresó Stewart tras la conclusión del torneo pasado, discutiendo sobre su inminente incursión en la agencia libre. “La forma en la que esta ciudad siempre la ha apoyado y que una quiere algo así. Será una decisión sobre la cual Marta [Xargay, esposa de Stewart] y yo hablaremos mucho, probablemente durante muchos meses en el futuro. Y ojalá me quede mucho más clara”.
Obviamente, el retiro de Bird también deja un vacío inmenso en la posición de base del Storm. Para convencer a Stewart para que se quede en Seattle, el Storm deberá contratar a una sustituta capaz de mantenerlas en contención. El escenario ideal sería fichar a la base del Chicago Sky, Courtney Vandersloot, oriunda del área metropolitana de Seattle, que se reunió con la organización en la pasada temporada baja antes de renovar con el Sky, según la periodista Annie Costabile del diario Chicago Sun-Times.
Si no logran hacerse con los servicios de Vandersloot, el Storm la tendría muy difícil intentando compensar la ausencia de la producción de Bird a sus 41 años en el mercado de agentes libres. La agente libre restringida Marina Mabrey de las Dallas Wings sería una opción más joven, o Seattle podría apuntar a la compañera de Stewart en UConn, Moriah Jefferson, que ostentó promedio de 10.8 puntos por partido y 4.9 asistencias por encuentro tras su llegada en el torneo pasado al Minnesota Lynx y tiene 42% de por vida en enceste de triples.
Con apenas dos jugadoras contratadas para 2023 (Jewell Loyd y Mercedes Russsell), el Storm también tendría un vacío para llenar en la posición de alera. La actual titular Gabby Williams, agente libre restringida, no podrá jugar en la WNBA debido a las nuevas reglas de priorización si, tal como se espera, su equipo ASVEL clasifica a las finales de la LFP francesa.
Si bien Seattle puede traer de vuelta a la agente libre sin restricciones Stephanie Talbot, que ha hecho aportes importantes en condición de suplente en las últimas dos temporadas, agregar una alera al roster tendría mucho sentido. Alysha Clark, que fue titular en los equipos del Storm que alzaron el título en 2018 y 2020, es agente libre sin restricciones. Al igual que Kia Nurse, otra compañera de Stewart en UConn que se ausentó de las canchas durante todo el año pasado tras sufrir una lesión de ligamento cruzado anterior.
Más allá de un legado, lo mejor que Seattle puede ofrecer a Stewart es a Loyd como su contrapeso en el perímetro. Ambas estrellas se formaron juntas en el Storm. De los 205 partidos de WNBA disputados por Stewart (incluyendo playoffs), Loyd la ha acompañado en todos excepto uno (una victoria en temporada regular sobre las L.A. Sparks en julio de 2021.
Stewart y Loyd han compaginado sus estilos de juego para compartir sin inconvenientes sus responsabilidades creativas en los grandes momentos.
“Ella me da confianza para intentar encestar y yo tengo la misma confianza en ella”, expresó Loyd durante los playoffs del año pasado. “Aprecio su amistad y que seamos compañeras de equipo. Es un privilegio”.
En el que podría ser su último partido juntas, Loyd (29 puntos, tope personal en playoffs) y Stewart (42, empatando el récord de la WNBA en playoffs) sumaron la mejor cifra de dos compañeras en los playoffs, superando su propia marca, impuesta en su lucha por el título de 2020. A pesar de ello, Seattle perdió ese encuentro jugando de local ante Las Vegas Aces, lo que aumenta las posibilidades de que Stewart tenga la percepción de que requiere más ayuda para superar al actual campeón.
New York Liberty
El Liberty tiene mucha ayuda para ofrecer tras la llegada de Jones. Considerando que la elegida para el segundo equipo All-WNBA Sabrina Ionescu se encuentra en el último año de su contrato de novata como primera elegida del draft (devengando $86,701 esta temporada) y que Jones quería un canje que la llevara a Nueva York, el Liberty está en posición de unir a tres jugadoras que formaron parte de equipos All-WNBA el año pasado.
Junto con la Más Valiosa reinante A’ja Wilson, Jones y Stewart han sido dos de las mejores jugadoras del circuito en los últimos dos años. Stewart (2018, 2020 y 2022) o Jones (2021) han sido líderes de liga en mi métrica de triunfos sobre jugadora de reemplazo (WARP) en cuatro de los últimos cinco años. Por su parte, Ionescu quedó en el tercer puesto del WARP el torneo pasado, un peldaño por encima de Jones.
Inevitablemente, jugar juntas limitaría las estadísticas individuales de Ionescu, Stewart y Jones, aparte de requerir sacrificios en particular a Stewart. A pesar de ello, Jones y Stewart asumirían su puesto entre las grandes duplas de la historia de la WNBA, con Ionescu como una tercera opción increíblemente fuerte.
El desarrollo de Ionescu durante la temporada pasada es clave para hacer que esta combinación funcione bien. Entre las 25 manejadoras de balón que terminaron un mínimo de 100 pick-and-rolls con un tiro, viaje a la línea de tiros libres o pérdida de balón, su promedio de 0.89 puntos por jugada la ubicó en el tercer puesto de la categoría en la WNBA, según los datos de Synergy Sports. Si lo sumamos con la estadística de Stewart de 1.08 puntos por jugada entre las 17 “cortineras” con al menos 50 jugadas en su haber, pondría en aprietos a las defensas rivales.
El peor escenario de pesadilla para otros equipos de la WNBA es que New York pueda incluir a Stewart sin detenerse allí. Fichar a Stewart por el máximo de $202,154 (lo que representaría un recorte salarial tras haber jugado en el torneo pasado con el mayor súper máximo para las jugadoras renovadas o adquiridas mediante el esquema de “firmar y canjear”) dejaría al Liberty con aproximadamente $160,000 de espacio dentro del tope salarial, que podría incrementarse a $180,000 si New York deja libres a dos jugadoras con contratos no protegidos (Michaela Onyenwere y DiDi Richards). ¿Bastaría para venderle a Vandersloot la posibilidad de una reunión de las ex jugadoras del UMMC Ekaterimburgo?
El pasado martes, Howard Megdal informó en el podcast “Locked on Women’s Basketball” que existe interés mutuo entre Vandersloot y el Liberty. Considerando cómo brilló Ionescu tras quedar sin el balón el año pasado ante la presencia en la alineación titular de Crystal Dangerfield (enviada a Dallas como parte de la operación Jones), la propuesta tiene sentido para New York.
Vandersloot jugó con Jones y Stewart en el Ekaterimburgo, y las tres formaron parte del equipo campeón de la Euroliga en 2020-21. Ese equipo estaba repleto de talentos de la WNBA como Brittney Griner, Emma Meesseman y Allie Quigley; sin embargo, una alineación del Liberty con Stewart y Vandersloot sería favorita indiscutible para ganar el título en 2023. Incluso, la sola incorporación de Stewart bastaría para darle ventaja teórica a New York sobre las Aces, actuales campeonas defensoras.
Si eso ocurre, el estatus de súper equipo del Liberty podría durar poco. Ionescu será elegible para firmar una extensión que aumentaría sustancialmente su sueldo a partir de 2024, mientras que Jones y Stewart deben asumir las consecuencias de la implementación de la regla de priorización que requiere que las jugadoras deben haberse reportado en ese momento al inicio del campamento de entrenamientos.
Stewart ha sido una de las críticas más explícitas de la nueva norma de priorización. Por su parte, Jones comentó el año pasado a la periodista de ESPN Alexa Philippou que tiene la intención de seguir jugando en el extranjero. Es posible que ni Jones ni Stewart jueguen en la WNBA en 2024.
Obviamente, existen muchos otros elementos que Stewart deberá ponderar durante su periodo como agente libre, que van más allá de la calidad de su equipo tentativo. Tiene que sopesar la idea de volver a su hogar en la costa este de Estados Unidos, dejando atrás las raíces que ha sembrado en Seattle durante los últimos siete años. Sin embargo, tanto el Storm como el Liberty podrían representar opciones interesantes para ella desde el punto de vista deportivo.