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El triunfo del juego colectivo: Indiana Pacers llevó las Finales de la NBA al séptimo partido

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¡Los Pacers ganaron y siguen con vida en las Finales de la NBA! (4:29)

Indiana fue muy superior (llegó a sacar una máxima de 31) y venció al Thunder por 108 a 91 para empatar la serie 3-3 y dejarle un capítulo más a la historia. Toppin aportó 20, seguido por Nembhard (17), Siakam (16) y Haliburton (14). (4:29)

Con una gran actuación colectiva, el equipo de Rick Carlisle borró de la cancha a su rival, ganó 108-91 y la serie se definirá el domingo en el séptimo partido.


El cartel que mostraba uno de los fanáticos en el colmado Gainbridge Fieldhouse anticipaba el futuro: "La serie aún no está terminada". Reggie Miller, máximo ídolo de la historia de los Pacers, con la camiseta de su excompañero Jalen Rose puesta, alentaba y celebraba eufórico. "El partido más difícil es el de cierre", decía Fabricio Oberto en el inicio de la transmisión de ESPN y Disney+. Desde el comienzo del sexto duelo de las Finales de la NBA, Indiana jugó con más energía, más inteligencia y más deseo que Oklahoma City Thunder y se llevó el triunfo por 108-91.

La construcción colectiva del equipo de Rick Carlisle superó por amplio margen al dúo de Shai Gilgeous-Alexander y Jalen Williams, con 21 y 16 puntos respectivamente, que tuvo escasa compañía. Seis jugadores de los Pacers anotaron 10 o más puntos: Obi Toppin (20), Andrew Nembhard (17), Pascal Siakam (16), Tyrese Haliburton (14), TJ McConnell (12) y Aaron Nesmith (10).

Topin se convirtió en el primer suplente máximo anotador de un partido que podía cerrar unas Finales de la NBA. Nembhard no se ató solo al rol defensivo y volvió a ser determinante en ataque con sus triples. Siakam, el mejor jugador de los Pacers en la serie, hizo de todo, como siempre. Haliburton, a pesar de la lesión en la pierna derecha, jugó con determinación. Nesmith, solidario en ambos lados de la cancha. Y McConnell, pura energía.

Con el aporte ofensivo de TJ, Indiana Pacers es el primer equipo en la historia de la NBA con 8 jugadores con 200 o más puntos cada uno en unos playoffs. Al sexteto de destacados del Juego debemos agregar a Myles Turner y Benedict Mathurin para completar el octeto del básquetbol coral.

Indiana cuidó la pelota: no tuvo pérdidas en el primer cuarto, apenas 2 en el segundo y finalizó con 10. Y la repartió: totalizó 23 asistencias.

Todo lo contrario hizo Oklahoma City: 21 pérdidas (marca máxima del equipo en la campaña) y 14 asistencias.

Los Pacers no solo atacaron bien, sino que defendieron aún mejor. Limitaron la ofensiva del Thunder, controlaron a todos a pesar de que Shai y Jalen Williams se las ingeniaron para anotar con acciones individuales. Oklahoma City, con 91 puntos, tuvo su anotación más baja de toda la temporada.

TJ McConnell, el motor de los Pacers

Como en cada encuentro de estas Finales, y en tantos otros de la temporada, McConnell aportó una energía sensacional.

El base aceleró el ritmo, peleó cada pelota y levantó a sus compañeros y al público, que le reconoció la entrega con una ovación.

McConnell es el segundo suplente de la historia con al menos 10 puntos, 5 rebotes, 5 asistencias y 4 robos en unas Finales de la NBA . ¿El otro? Robert Horry, cuando fue campeón con San Antonio Spurs en 2005. A ninguno de los dos se los recordará como estrellas de estos Pacers o aquellos Spurs. Para Carlisle ahora, para Popovich entonces, imprescindibles.

Oklahoma City Thunder y una chance desaprovechada

La actuación del mejor equipo de la temporada fue para el olvido. Desacertado en ataque y sin su clásica ferocidad en defensa. Al balance negativo entre asistencias y pérdidas le agregó su falta de reacción para retroceder: Indiana lo superó 28-11 en puntos en transición.

Otro aspecto negativo fue la pobre actuación de Gilgeous-Alexander, más allá de que fue el máximo anotador: perdió 8 pelotas (récord en su carrera y de las Finales en los últimos 40 años) y apenas 7 tiros de campo convertidos (por primera vez en la temporada tuvo más pérdidas que aciertos de cancha).

"Nadie quiere dejar pasar la oportunidad de sentenciar una serie solo para definir de local", aseguró Oberto. El Thunder no quiso que sucediera, pero no pudo evitarlo.

Las Finales de la NBA no iban a 7 partidos desde 2016, cuando Cleveland Cavaliers se recuperó de un 1-3 para conseguir el primer título de su historia.

"Creer", sentenciaba otro cartel en lo más alto del estadio.

"No tenés que dejar la puerta abierta", recomendó Oberto, voz autorizada por experiencia. Oklahoma City Thunder no pudo cerrarla y tendrá la presión de definir el domingo en su casa.

"Séptimo partido. Las dos palabras más bonitas del básquetbol", invitó Ernesto Jeréz. ¿Qué mejor que en unas Finales de la NBA? La puerta está abierta. Pasen, que será espectacular.