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La Novena: De la magia de Ohtani, reafirmaciones y 'haters'

MIAMI -- 1. "SHOHEI OHTANI es el paquete completo. Lo tiene todo. Es alto, bien parecido, pichea, batea, corre y es un caballero. Hoy por hoy es el tipo más mercadeable de las Grandes Ligas. El único defecto que tiene es que no juega para los Yankees. Está enterrado en la mediocridad de los Angelinos". Así definió el amigo y colega Jorge Morejón, un furibundo Yankee, al pelotero japonés que lideró a su equipo a ser el segundo en ganar invicto (7-0) -Dominicana lo hizo en 2009--, el Clásico Mundial de Béisbol (WBC, por sus siglas en inglés), el torneo a nivel de selecciones nacionales más importante del mundo. No por gusto ganó el premio de Jugador Más Valioso y durante todo el torneo mostró al mundo (.435 AVE, 10 en 23, .606 OBP, .739 SLG, 1.345 OPS, 1HR, 4 2B, 8 CI, 9 CA, 10 BB, 6 SO / 9.2 INN, 2 CL, 1.82 EFE, 11 SO, 2 BB, 0.72 WHIP y .152 AVE) por que es objetivamente posible que sea el primer pelotero en la historia del juego en recibir un contrato de $500 millones o más garantizados cuando golpee la agencia libre después de la temporada de 2024.

2. 'EL ANDROIDE' enseñó que es el único jugador capaz de dominar todas las facetas del juego. Batea, como el mejor; pichea, como el mejor, y, aunque los sabermétricos me odiarán por esto, es lo suficientemente capaz de dominar una de las artes perdidas del juego: el toque de bola, y de hacerlo en la quinta entrada mientras estaba lanzando y blanqueando a su oponente. Si Ohtani puede hacerlo para ayudar a su equipo en esas circunstancias, todos los jugadores, sin excepción, deberían tener la decencia de, al menos, saber hacerlo, aunque no lo necesiten en su carrera. Yo le añadiría dos virtudes, de esas que son imposibles de cuantificar con enrevesados algoritmos: liderazgo y agallas para los momentos cumbre, eso que los americanos llaman The Clutch.

3. LAS PALABRAS que dijo el japones a sus compañeros antes del juego final ante Estados Unidos, que trascendieron a los medios, no necesitan aderezos (ver post abajo). Son simples, claras y directas. Muestra de su profundo sentido de liderazgo, a pesar de lucir como un niño bonachón. Es Alfa por aptitud y actitud. Y cuando las papas quemaban, salió y pegó un doble clave ante la increíble selección de México, que saboreaba una hazaña épica, para encabezar una remontada que le permitió contender por el título y salvar el partido con un ponche al que, casi por unanimidad y métricas modernas, le consideran el mejor pelotero del mundo y que será un miembro del Salón de la Fama: Mike Trout.

4. HAY DESEOS que se cumplen en la vida. Unos son más afortunados que otros. Yo hace rato estoy tratando que se me cumpla el deseo de ganar la lotería, pero ni modo. Quien sí cumplió el suyo fue el pelotero nipón de 28 años, 6'4" (1.93 metros) de estatura, que ha dicho por pasiva y activa que quiere ganar cosas importantes en MLB, razón por la cual pocos creen que permanecerá con los Angelinos. Su ambición le hace perseguir grandes retos y el Clásico fue uno de ellos. Él dijo públicamente que quería enfrentar a su compañero de equipo en Los Angeles Angels, Mike Trout. Quiso el destino que así fuera, en la circunstancia perfecta y tuviera final feliz para él.

5. NO HABRÁ ACTA de defunción para el WBC, y no porque ya esté programada la próxima edición para 2026, sino porque los peloteros estrellas están entendiendo de qué va el torneo. Ver a Mike Trout corriendo como una exhalación y tirarse de cabeza después de pegar un 'cuchuplún' (bombito) detrás de la segunda base en el primer inning de la final y la hollywoodesca escena del ponche de Ohtani a Trout, son señales inequívocas de que el WBC está más vivo que nunca. Los que se oponen, cuyos razonamientos son más arcaicos que el juego en sí, se quedarán en esa, con ganas de aquello y sin esperanza de nada. MLB no lo hará. Hay que ser acéfalo para matar a una criatura que goza de salud de hierro. O simplemente, un perfecto idiota para los negocios. La edición de 2023 estableció récords en todo: asistencia (1.3 millones), venta de mercancías y audiencia televisiva. Y en esta vida, al menos hasta ahora, papelitos verdes mandan. Si quieres más argumentos en contra de los reticentes, simplemente remítete a las palabras de Trout: "Es difícil resumir en palabras lo que han significado para mí estas últimas semanas. ¡Tuve el mejor momento de mi vida representando a EE. UU. en mi pecho! La energía fue eléctrica e hizo del CMB un momento que siempre apreciaré. Así que muchas gracias a todos. Fue un honor ser su capitán".

6. DESDE HACE TIEMPO la intención de MLB es globalizar el deporte. ¿Existe mejor manera que el Clásico Mundial? No. No la hay. Ir a París, Inglaterra, Ciudad de México o Tokio con un partido de temporada regular, donde juegan franquicias asentadas en ciudades estadounidenses jamás tendrá el impacto de una competición donde las máximas estrellas defienden los colores nacionales. Si realmente a donde quiere llegarse es a algo similar a los Mundiales de fútbol, con partidos Chicago Cubs vs. St. Louis Cardinals no va a alcanzar. Para que tengas una idea de la importancia del Clásico Mundial, de acuerdo con MLB, se produjeron casi 5,000 credenciales de prensa para esta edición, que abarca una cobertura de 28 países y territorios. Y más de 2,000 medios (500 de Japón) estuvieron acreditados en el loan Depot Park de Miami para el juego de campeonato entre Japón y Estados Unidos. Si bien la muestra de países todavía es relativamente pequeña, el camino está trazado.

7. LOS PARTIDOS del spring training no lucen como los del Clásico. Nada que ver unos con otros por la intensidad. En la primavera solo los que se están ganando un puesto en el roster de 40 juegan a máxima capacidad. El resto simplemente se concentra en ponerse a punto. En cambio, durante el Clásico todos juegan al 100 por ciento desde el Día 1. Resulta natural que aumente el riesgo de lesiones y la preocupación de los dueños de equipo, al final ellos son los que ponen el billete para pagar a los jugadores. Lamentablemente Edwin Díaz y José Altuve sufrieron lesiones importantes en esta edición. Pero eso podía haberles ocurrido en los entrenamientos primaverales, en la casa o hasta bostezando. Quizás si los dueños formaran parte activa de la concepción del evento y tuvieran un beneficio de retorno, podría hallarse ese famoso punto medio que favorecería a todos los involucrados.

8. ESTADOS UNIDOS ganó la edición del WBC en 2017, pero su balance global de 1-5 no es halagüeño para el estándar del país que inventó el juego y tiene la mejor liga del mundo. Quizás la edición de 2023 haya acabado de abrir los ojos a los responsables de armar el equipo. Una constelación de estrellas ofensivas no alcanza para ganarle a todas las potencias allende los mares. Sin picheo no hay paraíso y eso quedó demostrado. Merrill Kelly, un hombre que debutó a los 30 años en MLB, dista de ser la mejor carta para una gran final del Clásico. Dos derrotas en el torneo son muchas para un país que cuenta con Jacob deGrom, Justin Verlander, Gerrit Cole, Clayton Kershaw y muchos otros. El Dream Team de básquetbol nació cuando los estadounidenses se cansaron de perder internacionalmente, la afrenta era mayúscula y se necesitaba lavarla, dar un golpe sobre la mesa para dejarles saber a todos quién manda. La pelota, el deporte nacional de los Estados Unidos, también parece estar en esa situación. ¿Harán lo mismo?

9. CIERRO ESTA NOVENA con una frase que resume la actuación del equipo de Japón y su Estrella Shohei Ohtani, no la dijo cualquiera, proviene de uno de los lanzadores más grandes del deporte, que triunfó sin ayudas en la convulsa Era de los Esteroides, el dominicano don Pedro Martínez: "De parte del beisbol, de toda la afición, de todos los peloteros, de todos los que conocemos el beisbol, queremos agradecerles por el esfuerzo, por la disciplina, por todo lo que han hecho por el beisbol y lo que representan para el beisbol. Solo quiero agradecer personalmente [a Ohtani] por todo lo que haces. Estamos realmente orgullosos y agradecidos por lo que haces, eres un ser humano especial. Así que queremos agradecerles y reconocerles".

BONUS TRACK: La cosmopolita Miami es el lugar perfecto para el Clásico. El estadio se llenó casi todos los días. Un juego entre Nicaragua e Israel, con poquito menos de 20 mil personas, es evidencia que el estadio de La Pequeña Habana se puede llenar no importa de dónde sean los cantantes...