ARLINGTON, Texas -- Los Ángeles Dodgers, el equipo que dominó la temporada desde el primero hasta el último día, es el legítimo e indiscutible campeón de las Grandes Ligas, pero una decisión de los Tampa Bay Rays en el sexto juego de la Serie Mundial, perseguirá a su manager por mucho tiempo.
Después que el dirigente Kevin Cash retiró del box a su mejor lanzador en su mejor noche de todo el año, Los Ángeles anotó todas sus carreras para derrotar 3-1 a Tampa Bay, el martes en el Globe Life Field de Arlington, y conquistar su séptimo título, pero el primero desde 1988.
El torpedero Corey Seager fue nombrado Jugador Más Valioso para convertirse en el octavo jugador de la historia que recibe la distinción en la final de liga y en la Serie Mundial. El bullpen de los Dodgers laboró 7.1 entradas de dos hits y 12 ponches en el juego seis para liderar el triunfo. Los zurdos mexicanos Víctor González y Julio Urías se combinaron para retirar a los once bateadores que enfrentaron, siete por la vía del ponche, para acreditarse la victoria y el salvamento, respectivamente.
Pero antes de que Urías retirara a los últimos siete bateadores del encuentro para ayudar a quebrar una sequía que estuvo cerca de cumplir 32 años, Cash hizo un movimiento que alivió a sus rivales y cambió por completo el panorama del juego y de la serie.
Contrario a los tres juegos anteriores, Tampa Bay golpeó primero, cuando el caliente jardinero cubano Randy Arozarena voló la verja del jardín derecho con su décimo jonrón de la postemporada y el tercero de la Serie Mundial contra Tony Gonsolin con un out en la primera entrada. Siete de los cuadrangulares de Arozarena, un bateador derecho, fueron hacia la banda opuesta.
Arozarena, quien también bateó un sencillo, fue la sensación de la postemporada, imponiendo los récords de hits (29), jonrones y bases alcanzadas con sus batazos (64) y con 14 extrabases empató la marca que impuso David Freese (14) en el 2011.
Con la pequeña ventaja, el estelar zurdo Blake Snell, quien ponchó a nueve bateadores y limitó a los Dodgers a dos carreras en 4.1 entradas en el juego 2, subió a la lomita y arrancó ponchando a los tres bateadores con 12 lanzamientos en la primera entrada y luego de dos episodios tenía cinco ponches.
El intermedista Chris Taylor bateó sencillo comenzando el tercero, pero Snell ponchó al jardinero Mookie Betts con el empate en la segunda base para cerrar la primera amenaza de los Dodgers en el primer tercio del encuentro.
El zurdo de los Rays ponchó a los tres bateadores de la cuarta entrada y retiró a los tres del quinto con relativa facilidad y, lo mejor, apenas 69 lanzamientos.
Sin embargo, cuando Snell permitió sencillo al receptor Austin Barnes, el noveno en la alineación de los Dodgers, Cash lo sacó del encuentro, pese a que solamente había realizado 73 envíos.
La televisión captó a Snell gritando la mala palabra que comienza con "F" en inglés cuando fue relevado.
Los próximos tres bateadores (Betts, Seager y Justin Turner) llevaban de 6-0 con seis ponches contra Snell, pero sacar al lanzador cuando la alineación rival comienza una tercera vuelta ha sido marca registrada de la organización de los Rays en tiempos recientes. Snell se unió al legendario zurdo Sandy Koufax como los únicos que han ponchado en sus primeros dos turnos de un juego de Serie Mundial a los bateadores 1-2-3 del otro equipo.
"Mañana nos pondremos agresivos", dijo Cash el lunes, que fue un día libre en la serie. "Si podemos obtener una ventaja y limitarlos, tenemos a algunos de nuestros chicos grandes en la parte trasera del bullpen que están listos para centrar. Eso es algo de nuestro M.O. (modus operandi). Solo seguir dando diferentes vistas. Ser consistentemente inconsistente ...", agregó el piloto de los campeones de la Liga Americana.
Cash convocó al derecho Nick Anderson y le encomendó mantener en silencio a la ofensiva más eficiente de Grandes Ligas de tiempos recientes.
"Me puse muy feliz cuando lo vi partir porque nos estaba dominando y ya no tendríamos que verlo más", dijo Dave Roberts, el manager de los Dodgers.
Betts bateó un doblete por encima de la raya de tercera base que metió a Barnes a tercera con el empate. Bateando Seager, Anderson hizo un lanzamiento salvaje que permitió a Barnes anotar el empate 1-1. Con el cuadro adentro, Seager bateó rodado a primera base, donde Choi fildeó limpiamente, pero su disparo no pudo vencer la gran velocidad de Betts, que anotó la ventaja.
Lo que Snell construyó en cerca de dos horas, Anderson lo destruyó en alrededor de cinco minutos. La línea final del principal abridor de Tampa Bay fue de 5.2 IL, dos hits, una carrera, ningún boleto y nueve ponches. En dos aperturas en la Serie Mundial, Snell ponchó a 18 bateadores y concedió tres carreras en 10.0 innings.
"Definitivamente estoy decepcionado y molesto", dijo Snell, quien ganó el premio Cy Young de la Liga Americana hace dos años. "Solo quiero la bola. Me sentí bien. Hice todo lo que pude para demostrar mi caso y luego que lo perdiéramos apesta. Quiero ganar, y quiero ganar la Serie Mundial, y para nosotros perderla, apesta", agregó Snell, quien prefirió evitar controversia con el dirigente.
"No voy a cuestionarlo. Es un gran manager, así que no voy a cuestionarlo, y solo puedo esperar lo que voy a hacer en la temporada muerta, pero nos quedamos cortos y lo único en lo que puedo concentrarme es en lo que puedo mejorar el próximo año", dijo Snell.
Cash dijo que no había un plan preestablecido de sacar a Snell en una determinada cantidad de lanzamientos o situación equis. Simplemente, no quería verlo enfrentando a Betts, un ganador del premio Jugador Más Valioso (MVP) de la Liga Americana que es candidato al MVP de la Liga Nacional este año.
"Bueno, sí, lamento la decisión porque no funcionó", dijo Cash luego de ver celebrar a los Dodgers. "Pero sabes, siento que el proceso de pensamiento fue el correcto ... Si tuviéramos que hacerlo de nuevo, tendría la mayor confianza en Nick Anderson para superar esa entrada", agregó el piloto.
Para los Rays, fue una grandiosa temporada, en la que ganaron la División Este de la Liga Americana con la mejor marca de su circuito y luego eliminaron a los Toronto Blue Jays, New York Yankees y Houston Astros en los playoffs, antes de llegar al clásico de otoño por segunda vez en su historia.
Incluso sabiendo que los Dodgers fueron favoritos a ganar la Serie Mundial desde antes que iniciaran los entrenamientos, la decisión de Cash quedará en la memoria de los aficionados de los Rays.
"Ese fue uno de los mejores juegos que he lanzado en mucho tiempo, honestamente. La forma en que estaba controlando la zona y ajustándome al verlos. Me sentí muy cómodo allí. La forma en que los exploré a ellos y a mí mismo con todo, lo sabía. lo que estaban buscando y sabía cuándo iban a ajustar su plan de juego. Cuando se trataba de comprender a ese equipo y lo que tenía que hacer, estaba realmente atrapado. Así que hice todo lo que pude para ser el mejor allí hoy", dijo Snell, quien no pudo completar seis entradas en ninguna de sus salidas en todo el año.
Lamentablemente, Cash no pensó igual, tomando una decisión que seguramente lo perseguirá por largo rato.