CLEARWATER, Florida -- Odúbel Herrera disputó su primer juego con los Philadelphia Phillies desde que fue arrestado hace un par de años por cargos de violencia doméstica. El venezolano aprovechó la ocasión para disculparse, y aseguró que es hoy una mejor persona.
“Lo siento, porque cometí un gran error”, dijo Herrera el martes. “Sé que algunas personas no van a perdonarme y lo entiendo. Pasé los últimos dos años recuperando su confianza (de su novia), y estoy agradecido por ver que me perdonó. Ahora me gustaría tener la misma oportunidad con mis compañeros, nuestros fanáticos y la familia de los Phillies”.
El jardinero central, alguna vez elegido para el Juego de Estrellas, bateó de 3-1 con un sencillo y un robo durante una derrota por 4-2 ante Toronto. Jugó en el bosque derecho, y el manager Joe Girardi afirmó que el pelotero “lució bastante normal”.
Herrera no jugaba desde el 26 de mayo de 2019. Quedó suspendido por el resto de aquella temporada, bajo las políticas de las Grandes Ligas sobre violencia doméstica.
Los cargos contra Herrera fueron retirados. El 16 de enero del año pasado, se le envió directamente a la sucursal de la Triple A en Leigh Valley, y no fue parte de la nómina de 60 peloteros para la campaña abreviada.
“Aprendí mucho en los últimos dos años”, comentó. “Me siento maduro. He cambiado mucho. Siento que ahora soy una mejor persona”.
Herrera acudió con un consejero en Filadelfia, y llevó sesiones virtuales de terapia psicológica.
“Mi relación está mejor”, aseveró. “Me siento más maduro”.
Herrera dijo que había hablado con sus compañeros en el clubhouse antes de enfrentar a los Toronto Blue Jays. Planea hacerlo con otros peloteros que no viajaron para disputar el encuentro.
“Quiero jugar al béisbol. Quiero ayudar a que el equipo gane y quiero jugar como sé hacerlo”, recalcó. “Les dije que amo este uniforme y estoy contento por vestirlo de nuevo”.
El jugador de 29 años fue seleccionado al Juego de Estrellas en 2016, durante su segunda campaña en las mayores, cuando bateó para .286 con 15 jonrones, 49 impulsadas, 25 robos y un promedio de embasado de .361.
Disparó 22 jonrones, la mayor cantidad en su carrera, y totalizó 71 impulsadas en 2018.
Herrera había perdido la titularidad y bateaba sólo para .222 en el momento de su arresto.