El gerente del equipo azul detalló que el éxito del equipo azul dependerá en gran medida de la forma en que se incorporen nuevos jugadores jóvenes al conjunto.
Audo Vicente fue noticia durante el pasado martes, debido a unas declaraciones que dio en el programa radial dominicano Diamante Deportivo, en las cuales se refirió al rol que jugarán los peloteros veteranos en los Tigres del Licey durante la próxima temporada.
Al referirse a ellos, puntualmente con el caso de Hanley Ramírez, sobre el que fue directamente cuestionado, el gerente de los Tigres señaló que los jugadores como él y de su generación tienen una historia que será imborrable dentro del conjunto y que más adelante, su rol sería definido.
La declaración fue sacada de contexto y se apuntó a que tanto Ramírez como Erick Aybar y el capitán del equipo, Emilio Bonifacio, ya tienen una carrera realizada y que habría que darles paso a los jóvenes, apuntando a que su tiempo con el equipo azul pudiese estar (o estaría llegando) a su fin.
La realidad es que Vicente a lo que apuntó durante su intervención es a la muy necesaria renovación general de los Tigres del Licey. Incluso, dio en el clavo al señalar que durante las últimas cinco o seis temporadas, en el mejor de los casos, los fanáticos azules solo habían visto accionar de forma consistente a uno o dos jugadores nuevos, citando el particular caso de Ronny Mauricio, prospecto de New York Mets.
Vicente claramente sabe que con uno de los equipos de mayor edad en la Liga de Béisbol Invernal de la República Dominicana (LIDOM), no puede ganar. Esta es una liga donde los principales equipos competidores se han hecho mucho más jóvenes en poco tiempo y han conformado núcleos de peloteros para esta liga, basados en jóvenes.
El gerente del Licey apuntó a que el Draft de Novatos como herramienta y las transacciones que han hecho durante las últimas semanas, serán claves dentro del futuro del equipo. Sin embargo, también fue muy claro en indicar que el jugador joven que quiera ver tiempo de juego tendrá que esforzarse y ganarse una posición.
El Licey tiene cinco temporadas consecutivas sin ganar una corona, la mayor cantidad de campañas seguidas en su historia, por lo que debe cambiar la forma en la que ha estado haciendo las cosas. Para eso se necesita una reconstrucción profunda en una liga donde estos procesos son muy poco frecuentes. Vicente y su equipo de trabajo tienen la idea correcta y los fanáticos azules deberán entender que es necesario que empiecen a ver nuevas caras.