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Devers y J-Rod a enfocarse en la temporada dejando atrás lo ocurrido en WBC

En circunstancias distintas de sus carreras, los dominicanos tendrán como objetivo común cargar en las espaldas a sus respectivos equipos

Tanto Rafael Devers como Julio Rodríguez recibieron la confianza plena durante el Clásico Mundial de Béisbol de parte de su dirigente Rodney Linares a pesar de no ofrecer los resultados esperados.

Tal vez ‘Carita’ y ‘J-Rod’ no eran tan mencionados como los Juan Soto y Manny Machado, pero no dejaban de ser tan o más importantes para el equipo dominicano ya que estamos hablando de uno de los mejores bateadores zurdos de las Grandes Ligas y del más reciente Novato del Año de la Liga Americana.

Triste y lamentablemente para una decepcionante novena que llegó al torneo mundialista con la etiqueta de favoritos, ni Devers ni Rodríguez rindieron como se esparaba, siendo de los peores a la ofensiva del equipo.

Los nueve ponches del jugador de los Seattle Mariners fueron la mayor cantidad de para jugador alguno dentro del equipo y sus cinco imparables en 18 turnos al bate se quedaron cortos para la expectativa. También en la defensa falló en momentos claves a pesar de una posterior buena jugada.

Devers solo conectó dos imparables en dieciséis turnos al bate y su OPS de .347 fue el peor entre los jugadores que vieron acción en los cuatro encuentros de la primera ronda del equipo dominicano.

“Esas cosas pasan. Puedo ir cero de veinte o cero de treinta. Eso es béisbol. Para mí, tengo confianza en mi habilidad y en lo que puedo hacer (…) Estoy muy tranquilo. Realmente no estoy pensando demasiado en ello”, expresó Devers en días recientes sobre su mala participación en el evento de hace un par de semanas.

“No es que acerté dos de dieciséis (turnos) y olvidé cómo batear ni nada por el estilo. Simplemente sucedió en ese torneo. Todavía tengo la misma confianza que antes de dejar el campamento”, sentenció el jugador.

Y tal vez la mejor forma de describir lo sucedido es como lo dijo Rodríguez al regresar al campamento de los Mariners: “Se sintió como que nuestros cuerpos estaban en entrenamientos de primavera y nuestras mentes estaban en una carrera”.

Fue la primera experiencia de este tipo para las dos estrellas nacientes dominicanas en las Grandes Ligas y con Julio comenzando ese segundo año, maldición de ‘sophomore’ y Devers estrenándose con un enorme contrato, el enfoque, tal y como lo han hecho, es dejar detrás esa no tan buena experiencia y confiar y poner empeño en el talento que han demostrado tener. Sus respectivos equipos lo necesitarán.