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Al final, el caos alcanzó a los Diamondbacks

Diamondbacks usaron el lema “Abraza el Caos” durante la postemporada, en la que eliminaron a tres favoritos y al final, otro tipo de caos los impactó ya que fueron barridos por Rangers en tres juegos en casa en la Serie Mundial


PHOENIX, Arizona -- Los Arizona Diamondbacks usaron el lema “Abraza el Caos” durante la postemporada, en la que causaron un tremendo desorden al eliminar a tres favoritos para avanzar a la segunda Serie Mundial de la franquicia y la primera en 22 años.

Al final, otro tipo de caos impactó a las Serpientes de Phoenix, que fueron barridos por los Texas Rangers en los tres encuentros en su casa del clásico de otoño, incluyendo por blanqueada 5-0 en el quinto choque, el miércoles, en el Chase Field.

El torpedero Corey Seager atrapó su segundo premio de Jugador Más Valioso de la Serie Mundial para darle a los Rangers el primer campeonato en su historia de 63 años, apenas dos temporadas después de perder 102 partidos.

Para Arizona, que clasificó como comodín con 84 victorias y entonces procedió a eliminar a los Milwaukee Brewers en la primera ronda, a los súper favoritos Los Ángeles Dodgers en las series divisionales y a los campeones de la Liga Nacional del año anterior, Philadelphia Phillies, el desempeño en la Serie Mundial significó un rudo regreso a la realidad.

Arizona tuvo mejores promedios de bateo (.270 a .218) y pitcheo (4.08 contra .421) y apenas anotó cuatro carreras menos (22 a 26) que Texas en la final de las ligas mayores.

“Acabo de decirles a los muchachos que estoy muy orgulloso de lo que han hecho. Tenemos que dar un paso atrás por un minuto y decirnos a nosotros mismos que hemos hecho muchas cosas realmente asombrosas este año. Y luego nos embarcamos en este viaje realmente divertido a lo largo de la postemporada”, dijo Torey Lovullo, el manager de los Diamondbacks.

“Y simplemente no quieres que esto se detenga nunca. Es como tu montaña rusa favorita de la que no quieres bajarte nunca. Y quieres ser el último equipo en pie. Quieres estar en medio de una pila y que todos se amontonen encima de ti. Ésa es la mejor sensación del mundo”, dijo el piloto.

Enfrentando la eliminación frente a 48,511 aficionados (tercer juego seguido con más de 48 mil en casa), Arizona desperdició la mejor presentación de su estelar lanzador Zac Gallen en toda la postemporada.

Gallen retiró a los primeros 14 bateadores de los Rangers (primer pitcher que lo hace en la Serie Mundial desde que Charlie Leibrandt lanzó cinco entradas perfectas contra los St. Louis Cardinals en el juego 6 de 1986) hasta que otorgó boleto al 1B Nathaniel Lowe con dos outs en el quinto acto. El derecho ponchó al receptor Jonah Heim para cerrar el inning.

Pero los Diamondbacks se fueron de 9-0 con corredores en posición anotadora y dejaron nueve corredores varados en las primeras cinco entradas contra Nathan Eovaldi, quien permitió al menos un corredor por inning, incluyendo los abridores en los primeros tres. En el sexto, el derecho retiró a los tres rivales del inning por primera vez.

Gallen puso fuera a los tres bateadores del sexto y se convirtió en el undécimo lanzador que recorre esa distancia sin permitir un imparable en un partido de la Serie Mundial. Pero en el séptimo, se le acabó la magia.

Seager bateó sencillo sin fuerza por la 3B, el jardinero Evan Carter siguió con sólido doblete y el bateador designado Mitch Garver empujó a Seager con sencillo por encima de 2B. Gallen ponchó al 3B Josh Jung y el manager Lovullo llamó al relevista Kevin Ginkel, quien retiró a los siguientes dos bateadores para limitar el daño de los visitantes.

En lo que fue su mejor salida desde que lanzó seis ceros a los New York Yankees el 24 de septiembre, Gallen aceptó tres hits y una carrera, otorgó un pasaporte y ponchó a seis en 6.1 entradas.

Eovaldi, por su lado, batalló con el descontrol (5 BB), pero no permitió carrera en seis episodios y redujo su promedio de efectividad a 1.03 en juegos decisivos de postemporada, la tercera mejor de la historia para pitchers con al menos 25 innings, detrás de Scott McGregor (0.69) y Sandy Koufax (0.72).

Una muestra de la presión que tenía Arizona por anotar primero en casa contra Texas, que tuvo 11-0 en la ruta y 11-0 cuando anotó primero en un juego durante la postemporada, ocurrió en la tercera entrada.

Con la pizarra en blanco, el jardinero Corbin Carroll bateó sencillo y el intermedista dominicano Ketel Marte negoció pasaporte contra Eovaldi. Sorpresivamente, para muchos, el tercer bate de Arizona, el receptor venezolano Gabriel Moreno se sacrificó con toque de bola para poner a los corredores en posición anotadora.

Eovaldi procedió a ponchar al 1B Christian Walker y dominó al jardinero Tommy Pham con rodado por el campocorto para mantener la blanqueada.

“Fue mi decisión”, dijo Moreno, quien nunca había tocado de sacrificio en su corta carrera de Grandes Ligas y es el primer tercer bate que toca la pelota en un juego de la Serie Mundial desde Kirby Puckett en la cuarta entrada del juego 5 del clásico de otoño de 1991.

“Tocó solo. Hablamos de jugar béisbol cuesta abajo y conseguir una ventaja. Simplemente nos sentimos bien al intentar estar al frente”, dijo Lovullo.

“Se pudo ver que estábamos muy agresivos, fue el primer lanzamiento, no el primer lanzamiento, pero la primera oportunidad”, dijo el piloto. “Simplemente no pudimos encontrar ese gran golpe. Esa es la diferencia en el juego de hoy. Ellos lo hicieron y nosotros no”, agregó.

Arizona terminó el juego dejando 11 corredores en las bases. Marte recibió tres boletos para alargar su racha a 21 juegos consecutivos de postemporada alcanzando base, empatando con Daniel Murphy la segunda mayor de la historia, pero detuvo la de juegos con hit en 20 partidos.

Los Rangers anotaron cuatro carreras en la novena entrada, en la que un error del jardinero central Alek Thomas y un jonrón de dos carreras de Semien brillaron, para asegurar el encuentro, conquistar su primer título y dejar a los Diamondbacks en un tipo diferente de caos.