Los Chicago Cubs buscarán recuperar la corona de la división central de la Liga Nacional, que el año pasado perdieron en un juego extra ante los Milwaukee Brewers.
A estos dos equipos se sumará en la batalla los sempiternos candidatos St. Louis Cardinals, aunque no pueden descontarse a los muy mejorados Cincinnati Reds.
El panorama luce casi tan complicado como en la división del Este y sólo los Pittsburgh Pirates se ven de antemano sin posibilidades de plantar cara y aspirar a la postemporada.
(Entre paréntesis el récord de 2018)
Chicago Cubs (95-68)
Chicago tiene de todo. Gran ofensiva, un cuerpo de abridores sólido, una defensa hermética.
Y sus jugadores ya no tienen la presión de sus predecesores de los últimos 108 años, pues saben lo que es ganar.
La columna vertebral de la ofensiva la conforman Kris Bryant, Anthony Rizzo y el espectacular puertorriqueño Javier Báez, posiblemente el pelotero más divertido de ver en todo el béisbol. Bryant saludable buscará un rebote en su rendimiento, luego de que en el 2018 las lesiones lo limitaran a 102 encuentros.
En el 2019, los Cachorros recuperan al japonés Yu Darvish, quien sólo pudo lanzar ocho partidos en el 2018. El japonés será el segundo abridor, detrás del veterano zurdo Jon Lester y delante de Cole Hamels, Kyle Hendricks y el colombiano José Quintana.
El bullpen tiene brazos probados, como los del zurdo Mike Montgomery y el derecho Carl Edwards, pero hay que ver si el dominicano Pedro Strop es capaz de asumir el papel de cerrador, al menos por el primer mes de campaña, hasta el regreso de Brandon Morrow.
El peor enemigo de los Cachorros es el estilo de su manager Joe Maddon, un hombre santificado por la Diosa Victoria, pero que acostumbra a cambiar todos los días de posiciones a sus jugadores.
Esa búsqueda de la versatilidad atenta contra la estabilidad y aunque Bryant, Báez, Ian Happ y Ben Zobrist pueden desempeñarse en varias posiciones, ese cambia-cambia diario va en contra de la lógica más elemental.
Milwaukee Brewers (96-67)
Milwaukee será un equipo muy bateador en el 2019, más de lo que fue el año pasado.
El MVP reinante de la Liga Nacional, Christian Yelich, coqueteó con la Triple Corona, al quedar como líder de los bateadores (.326), segundo en impulsadas (110) y tercero en jonrones (36).
El bateo no será problema para la tropa dirigida por Craig Counsell. Yelich encabeza una ofensiva de miedo, que cuenta también con Lorenzo Cain, Ryan Braun, el venezolano Jesús Aguilar, Mike Moustakas y Travis Shaw.
Moustakas regresó a los Cerveceros, tras llegar a mitad de la pasada campaña y también se suma el cátcher cubano Yasmani Grandal, un hombre que puede aportar más de 20 cuadrangulares.
Las interrogantes están en el pitcheo y en ver cómo Moustakas se adapta a su nueva posición de segunda base, tras jugar 937 de sus 975 partidos de su carrera en la antesala.
Nunca se ha desempeñado en la intermedia. En los 38 encuentros en que no defendió la esquina caliente, estuvo cuatro en la inicial y 34 como bateador designado.
A sus 30 años, la transición podría ser complicada, sobre todo tratándose de un hombre demasiado corpulento, sin tanta capacidad de desplazamiento.
Pero Counsell ya anunció que Shaw, quien experimentó en la intermedia tras la llegada de Moustakas a mitad del año pasado, será el antesalista titular.
En cuanto al cuerpo de lanzadores, sólo el venezolano Jhoulys Chacín, abridor del Día Inaugural, consiguió más de diez triunfos en el 2018 (15-8).
De los cinco integrantes de la rotación proyectada, Chacín (3.50) y Corbin Burnes (2.61) tuvieron efectividad por debajo de las tres carreras limpias por cada nueve entradas, aunque este último lo hizo como relevista en apenas 38.1 episodios de labor.
El bullpen, supuestamente una de las fortalezas del equipo, tiene dos bajas potenciales, pues el cerrador Corey Knebel está teniendo problemas en el codo y podría terminar en el quirófano con una operación Tommy John que lo saque de acción todo el año y Jeremy Jeffress comenzará la temporada en la lista de lesionados por molestias en el hombro.
El zurdo Josh Hader sería entonces el cerrador y el derecho Jacob Barnes el encargado del octavo inning, una fórmula que altera por completo los planes de Counsell, que contaba con Knebel y Jeffress para esas dos funciones.
St. Louis Cardinals (88-74)
Los Cardenales del 2019 son un equipo mejor con la adquisición del primera base Paul Goldschmidt, para muchos el número uno de su posición en la actualidad.
La llegada de Goldschmidt le permitirá a Matt Carpenter regresar a su lugar original en la antesala, al tiempo que le restará presión ofensiva al dominicano Marcell Ozuna, decepcionante en su primer año con San Luis, tras llegar de los Miami Marlins con una campaña de ensueño en el 2017.
La ofensiva luce balanceada, entre el poder de Goldschmidt, Ozuna, Carpenter y Paul DeJong y la velocidad de Harrison Bader, Kolten Wong y Dexter Fowler.
Su mayor poderío está en el cuerpo de lanzadores, que se potencia aún más con Yadier Molina detrás del plato conduciéndoles los envíos.
Con todo y que el dominicano Carlos Martinez comenzará la campaña en la lista de lesionados, la rotación luce sólida, con Miles Mikolas, Jack Flaherty, Michael Wacha, Adam Wainwright y el jovencito Dakota Hudson.
Si acaso pudiera señalársele algo en contra es la ausencia de zurdos entre los abridores, pero es un detalle menor.
Y si los iniciadores se ven poderosos, ni hablar del bullpen, que este año agregó al zurdo Andrew Miller, quien en principio será designado para lanzar el octavo inning y prepararle el camino al supersónico Jordan Hicks.
Pero lo que tiene emocionado al alto mando de los Cardenales es el regreso del dominicano Alex Reyes, quien comenzará la temporada como relevista, pero es posible que lo veamos como abridor a la primera lesión de alguno de los titulares.
Reyes es de esos prospectos para quienes el cielo es el límite y sólo necesitan salud para mostrar sus aptitudes.
En sentido general, San Luis tiene, como casi todos los años, un equipo con todas las condiciones para competir y buscar un espacio en la postemporada.
Hay que ver si Mike Shildt, en su primer año como manager oficial, tras pasar la parte final del 2018 como interino, puede guiar esa nave a puerto seguro.
Cincinnati Reds (67-95)
Cincinnati fue el sotanero de la división en el 2018, pero ahora se ve interesante, con potencial para dar más de una sorpresa.
Un equipo eminentemente ofensivo, que ya tenía a Joey Votto, Eugenio Suárez, Scooter Gennett y a Scott Schebler, sumó ahora a Yasiel Puig y a Matt Kemp, para darle más poder a su artillería.
El cubano Jose Iglesias será el campocorto titular, al menos por los primeros dos o tres meses de la campaña, pues Gennett se lesionó y el venezolano José Peraza será movido para ocupar su lugar en la intermedia.
La combinación de Iglesias y Peraza alrededor del segundo saco debe reportar mejora en la defensa, para configurar una línea central sólida, que completarán Schebler en la pradera central y Tucker Barnhart, Guante de Oro del 2017, detrás del plato.
El lado flaco de los Rojos es su pitcheo. El zurdo Alex Wood, quien llegó a Cincinnati junto con Puig y Kemp, arrancará el año en la lista de inhabilitados.
Su rotación se reforzó, al menos en el papel, con Sonny Gray y Tanner Roark, pero los que ya estaban, el dominicano Luis Castillo, abridor del Día Inaugural, Anthony DeSclafani y Tyler Mahle, están lejos de la élite.
Su bullpen tampoco mete miedo a nadie, con la excepción de su cerrador cubano Raisel Iglesias, quien, sin embargo, ha sido bateado con libertad en la Liga del Cactus, lo cual podría generar ciertas preocupaciones.
No es que los Rojos vayan a ganar la división ni mucho menos, pero saldrán del sótano y darán pelea, aguándole la fiesta a alguno de los poderosos.
Pittsburgh Pirates (82-79)
El barco de los Piratas hace aguas y se hundirá hasta el fondo de la división central.
Por donde quiera que se mire a este equipo, no tiene oportunidad de dar batalla.
Su ofensiva se debilitó por la salida de Josh Harrison y la lesión de Gregory Polanco, quien podría estar fue de acción al menos un mes.
Chris Archer es una incógnita. El que se suponía sería el as de Pittsburgh desde que llegó a mediados del año procedente de Tampa Bay fue mediocre en su nuevo destino y ahora va de segundo en la rotación, detrás de Jameson Taillon.
Trevor Williams es un buen tercer abridor, pero a partir de ahí, ni Joe Musgrove, ni Nick Kingham se ven con la solidez para aguantar los rigores de la larga contienda.
El zurdo venezolano Felipe Vázquez es uno de los mejores cerradores del béisbol, pero hay que ver cuántas oportunidades de salvar juegos tendrá con un equipo de poca ofensiva y pitcheo endeble.