La serie en Londres entre los New York Yankees y los Boston Red Sox contará con una carrera de mascotas gigantes con un giro británico.
Winston Churchill, Freddie Mercury, el rey Enrique VIII y el monstruo del Lago Ness correrán alrededor de la pista de advertencia en el estadio de Londres. Los cuatro fueron elegidos por fanáticos que votaron en cuatro categorías de británicos notables: íconos culturales, leyendas, figuras históricas y monarcas.
Mercury venció a William Shakespeare y John Lennon en la votación.
El Príncipe Harry, el Duque de Sussex, asistirá al primer partido del sábado y acompañará a los competidores de Invictus Games al campo para lanzar la ceremonial primera bola.
The Kingdom Choir, que se robó el espectáculo en la Boda Real del Príncipe Harry y Meghan Markle en 2018, tocará el himno nacional el sábado.
Cuando Rick Porcello de Boston realice el primer lanzamiento ante los Yankees en el estadio Olímpico, el pasatiempo nacional de la que alguna vez fue una colonia tratará de sembrarse en la madre patria.
Luego de observar la cómoda distancia --117,35 metros (385 pies) al jardín central con un muro de 4,9 metros (16 pies)-- los bateadores de los Yankees y Red Sox esperan sumar marcadores similares a los del cricket.
“Con suerte, sacaremos un par”, dijo el viernes el toletero Aaron Judge de los Yankees sonriendo luego de una práctica de bateo en una tarde asoleada. “(La pelota) vuela bastante bien. Tiene buen desplazamiento”.
Ambos equipos llegaron el jueves en vuelos nocturnos tras jugar partidos durante el día. Judge, que mide dos (seis pies y siete pulgadas), anduvo por Londres casi sin ser reconocido.
“De hecho estuve caminando cerca del Londo Eye ayer y me encontré a un par de personas que portaban gorras de los Yanquis”, dijo Judge. “No tenían idea de quién era yo ni nada. Dije ´está bien. Soy Aaron, gusto en conocerlos´”.
El relevista Chad Green recorrió las Salas de Guerra de Churchill en las calles de Westminster. El jardinero de Boston, Mookie Betts, jugó golf y comió con su familia en Borough Market, mientras que Rick Porcello y su compañero de equipo de los Red Sox, Brandon Workman, fueron a Camden Market, Shoreditch y Piccadilly Circus.
Alrededor de 1.500 aficionados invitados asistieron a la práctica de bateo, y hubo señales de que el béisbol ha entrado al país del fútbol. Algunos aficionados de los Medias Rojas improvisaron un cántico de fútbol para honrar a un locutor de Boston, repitiendo: “¡Sólo hay un Jerry Remy!” con la canción de “Guantanamera”.
El extremo Raheem Sterling del Manchester City estuvo en el vestuario de los Yankees, que están asociados con la compañía matriz del City para poseer al equipo New York City en la MLS. Los jugadores en ambos vestidores tuvieron jerseys de recuerdo en los colores granate y azul del West Ham, el equipo de fútbol que llama casa al estadio. Y el jugador de cuadro colombiano, Gio Urshela, jugó con un balón de fútbol en el jardín izquierdo.
Si bien ambos equipos vestirán los jerseys blancos de locales, claramente están siendo tratados como visitantes que reciben un trato de la realeza.
Incluso así abundan elementos de casa.
Los vestuarios fueron construidos sobre la pista de calentamiento del Olímpico bajo las tribunas para emular los entornos espaciosos que disfrutan típicamente los ligamayoristas. El director de cine Spike Lee caminó alrededor del territorio de foul y las cuadrillas del terreno de juego realizaron la coreografía de la canción “YMCA” del grupo Village People, como lo hacen en el Bronx. Delaware North, el contratista de comida del estadio, trajo a George Raub, de 39 años, desde Georgia, para enseñarle al personal a vender la comida en las gradas.
"Se trata de espectáculo y traerlos fuera de su concha", dijo Raub. "Bromee un poco: si alguna vez han querido ser un actor del West End aquí en Londres, esta es su oportunidad de mostrar realmente sus habilidades".
El manager de Boston, Alex Cora, y su homólogo de los Yankees, Aaron Boone, fueron al Palacio de Buckingham para cambiar de guardia, y Cora visitó el Palacio de Kensington. Se programó una gala para la Torre de Londres.
Los jugadores probaron la superficie artificial, la primera para un juego Yankees-Red Sox. Si bien las dimensiones se parecen a los parques de pelota de las décadas de 1960 y 1970, hay una larga extensión en el territorio de foul, como en el Coliseo de Oakland, lo que hace que la cobertura de respaldo de las bases sean primordiales.
The Associated Press contribuyó con este reporte.