ORLANDO, Florida -- El béisbol regresa a los diamantes la próxima semana cuando los pitchers, receptores y tramposos se reportarán a los campos de entrenamientos.
Los aficionados esperan ansiosos las postales de sus jugadores favoritos ejercitándose sobre el césped verde de estadios en Florida y Arizona.
Este año los jugadores se presentan bajo nubarrones de escándalos --con la imagen de los Houston Astros, campeones de la Serie Mundial de 2017, que se ha visto enlodada por su ardid para robar señales. Y los Boston Red Sox, campeones en 2018, también han sido acusados de la misma transgresión.
Los equipos confían que la mancha se desvanezca una vez empiece la actividad.
“Pienso que se hablará de esos temas e irán desapareciendo, pero los entrenamientos de primavera son ese momento en el que los fanáticos se sienten optimistas sobre la temporada y se concentrarán en ello”, dijo el presidente de los Toronto Blue Jays, Mark Shapiro. “Lo normal en los entrenamientos de primavera es enfocarse en historias positivas”.
Pero antes, ¿alguien confesará algo?
Hay gente que considera que la mancha del robo de señales es igual a la del acné en las espaldas de esos toleteros que se inyectaban esteroides en los 90 y los inicios de la década del 2000.
Ningún integrante del actual roster de los Astros ha expresado remordimiento en público sobre quebrantar la prohibición de usar una cámara video para detectar las señales de los receptores rivales en 2017 y 2018. El comisionado de las Grandes Ligas, Rob Manfred, señaló que la pretemporada es un momento apropiado para un mea culpa colectiva, ya que hacerlo individualmente durante el receso invernal “podría ser una ruta traicionera”.
El ex pitcher de los Astros, Mike Fiers, que ahora está con Oakland Athletics, desató el escándalo en noviembre cuando hizo la denuncia durante una entrevista con The Athletic. Provocó que el 10% de los pilotos de Grandes Ligas perdieran su empleo.
Tanto el manager de Houston, AJ Hinch, como el gerente general Jeff Luhnow fueron suspendidos por el resto de la temporada el 13 de enero. Tras el anuncio del comisionado, los dos fueron despedidos por los Astros. Las conclusiones de Manfred también propiciaron las salidas del manager de Boston, Alex Cora, coach de banca de los Astros en 2017, y del nuevo manager de los New York Mets, Carlos Beltrán, el jugador más veterano de Houston en la campaña del título.
Un tercio de los equipos cambiaron de estratega, con los Mets haciéndolo dos veces.
Craig Counsell (Milwaukee Brewers), contratado en mayo de 2015, ya es el piloto con más tiempo de servicio en la Liga Nacional. Los nuevos incluyen a Dusty Baker (Astros), Joe Girardi (Philadelphia Phillies), Gabe Kapler (San Francisco Giants), Joe Maddon (Los Ángeles Angels), Mike Matheny (Kansas City Royals), Luis Rojas (Mets), David Ross (Chicago Cubs), Derek Shelton (Pittsburgh Pirates) y Jayce Tingler (San Diego Padres), Los Red Sox aún no ha anunciado al sucesor de Cora.
A sus 70 años, Baker es el manager más longevo y su misión será lograr que los Astros se conviertan en el primer equipo que gane 100 o más juegos en cuatro temporadas seguidas. También tendrá que poner orden en un equipo considerado como el villano de la película tanto por los jugadores como por los fanáticos de otras ciudades.
“Hay que seguir adelante y cerciorarse de que esto no ocurra de nuevo”, dijo Baker. “De ningún modo va a pasar mientras yo esté aquí, y no preveo que ocurra nunca más, porque esto ha sido una vergüenza para mucha gente”.
El castigo de Cora sigue en espera, sujeto a que se complete la pesquisa de las Grandes Ligas a los Red Sox, quizás la semana entrante.
Boston también se vio sacudido en el mercado de cambio, con el traspaso de Mookie Betts (un ex Jugador Más Valioso) y David Price (un ex Cy Young) a Los Ángeles Dodgers como parte de un canje que también incluyó a Minnesota Twins. La tardanza para completar ese canje provocó críticas del sindicato de peloteros, que no están contentos con el revés que el tercera base Kris Bryant sufrió en su querella contra los Cubs por demorar su debut en las mayores para así retrasar su elegibilidad a la agencia libre.
El fallo del juez de arbitraje Mark Irvings incrementó el valor de Bryant en el mercado de cambios, puestos que los equipos saben que el pelotero tendrá que esperar dos temporadas más para ser agente libre. El costo por firmar a un agente libre se disparó este invierno.
Entre los jugadores que cambiaron de club destacan el pitcher Gerrit Cole, por $324 millones de dólares de los New York Yankees; el tercera base Anthony Rendón, por $245 millones de los Angels; el derecho Zack Wheeler, por $118 millones de los Phillies; el tercera base Josh Donaldson, por $92 millones de los Atlanta Braves, y el zurdo Madison Bumgarner, por $85 millones de los Arizona Diamondbacks.
El derecho Stephen Strasburg también se declaró agente libre tras ser proclamado como el Jugador Más Valioso de la Serie Mundial, y decidió seguir con los Washington Nationals por $245 millones.
La actividad contrastó con la apatía del mercado en los dos años previos. El incremento del gasto respondió al cuarto año seguido de declive en la concurrencia a los estadios, a 68,5 millones respecto a los 73,8 millones que se registraron en 2015.
“Hay más competencia. Más equipos que intentan ganar”, señaló el gerente de los Mets Brodie Van Wagenen.
Washington izará un banderín de campeón por primera vez en la historia de la franquicia y buscará el primer equipo que revalida el título desde que los Yankees lo hicieron en 1998-2000. La brecha más larga previa fue entre los Yankees de 1977-78 y los Blue Jays de 1992-93.
Houston intentará conquistar su tercera corona de la Liga Americana en cuatro temporadas, y los Yankees buscarán alcanzar la Serie Mundial por primera vez desde 2009, luego de registrar su primera década sin hacerlo desde 1910.
“Podemos mirarnos a los ojos y saber que, a la hora buena, podemos contar con nosotros”, dijo el as de los Nationals, Max Scherzer. “Somos campeones”.
Los campeones siempre creen en eso. Pero a nadie le ha surtido efecto en dos décadas.