El abridor de los Boston Red Sox, Chris Sale, aun recuperándose de un caso de gripe y neumonía, continuó trabajando con sus compañeros de equipo el sábado en los entrenamientos de primavera. Pero el mánager interino Ron Roenicke dejó claro que Boston no apresurará el progreso de Sale, incluso si eso significa que pierda el Día Inaugural.
Sale ha sido el abridor en los dos últimos días de apertura para Boston.
"Seguiremos siendo cautelosos con él", dijo Roenicke. "Es enorme para nuestra rotación inicial, y es uno de los mejores lanzadores del juego. Por lo tanto, siempre que podamos lograr que se recupere, sería una tontería para nosotros tratar de presionarlo para que regrese antes de lo que probablemente debería físicamente".
"No vale la pena correr el riesgo de tenerlo exactamente en el Día Inaugural ni presionarlo para que esté allí. Es importante para nosotros a medida que avanzamos en la temporada, y esperamos llegar a los playoffs y mantenerlo fuerte en ese momento".
Sale, de 30 años, al igual que los Red Sox en general, tuvo problemas la temporada pasada, terminando con balance de 6-11 con una efectividad de 4.40 y un WHIP de 1.09 en 147 1/3 entradas. Él ganó sus dos últimas aperturas en agosto: ante Dodgers e Indians, antes de que el club lo sacara de la rotación.
Boston, un año después de ganar la Serie Mundial, terminó en tercer lugar en la división Este de la Liga Americana con balance de 84-78.